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Costa Rica decidirá entre dos Alvarado

La victoria del predicador evangélico Fabricio Alvarado no logró la mayoría necesaria para evitar la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, que competirá contra el oficialista Carlos Alvarado

Autor:

Caroline Amaral Coutinho

SAN JOSÉ, febrero 5.– Sin un candidato con más de 40 por ciento de los votos, los electores ticos decidirán su próximo presidente entre el conservadurismo religioso de Fabricio Alvarado y el progresismo oficialista de Carlos Alvarado en un segundo turno, que se decidirá el 1 de abril.

Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, ha sido el ganador, con 25 por ciento de los votos, de la primera ronda electoral que tuve lugar este último domingo; lo sigue con 21,6 por ciento el aspirante del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado, exministro de Trabajo, según los datos informados por el Tribunal Supremo de Elecciones.

La abstención fue de 34 por ciento, la segunda cifra más alta en una primera ronda electoral en 60 años.

A pesar de que los candidatos comparten el apellido y una formación en periodismo, ambos representan posiciones distintas en los temas electorales.

De un lado, el favorito Fabricio Alvarado representa los «defensores de los valores cristianos», según su campaña electoral,que galvanizó gran parte de los evangélicos, quienes constituyen cerca de 15 por ciento de la población del país.

Según el diario El Tiempo, en cuanto Fabricio Alvarado fue el único diputado de su partido (Restauración Nacional) en la Asamblea de 2014, su posición política conformó con otros legisladores evangélicos un frente común contra la agenda progresista del presidente Luis Guillermo Solís en temas como la diversidad sexual, el aborto, o la fecundación en vitro.

En efecto, la victoria del predicador se explica en gran parte a una polémica relacionada al fallo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos a favor de obligar a Costa Rica a legalizar el matrimonio homosexual. Esa decisión recibió un rechazo «fervoroso» del candidato cristiano, y esto le valió pasar de tres a 17 por ciento el favor en los sondeos, según datos de la consultoría OPol.

De otro lado, los resultados de Carlos Alvarado, candidato del mismo partido del actual presidente Solís, fue ralentizado por el escándalo de corrupción conocido como «cementazo», que envolvería a miembros de los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial; como también a miembros de otros partidos políticos.

Sin embargo, Carlos Alvarado apostó en una campaña tradicional, fiel a la agenda de Solís, que le garantizó parte de los electores indecisos.

Esta es la tercera vez en la historia de Costa Rica que se elegirá al presidente en una segunda vuelta, y la primera que excluye los dos partidos tradicionales que protagonizaron las décadas bipartidistas: Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana.

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