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A las protestas de Jerusalén se sumaron manifestaciones de apoyo en localidades árabe-israelíes, de palestinos o descendientes, como Nazaret o Haifa. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 10/05/2021 | 09:58 pm
NACIONES UNIDAS, mayo 10.—Al menos 20 palestinos, incluidos nueve menores de edad, se reportaban muertos, y 65 heridos, víctimas de bombardeos de la aviación israelí sobre la Franja de Gaza, en represalia por el lanzamiento de cohetes desde ese enclave palestino con dirección a Jerusalén.
La escalada de la violencia tiene lugar luego de choques en las inmediaciones de la mezquita de Al Aqsa por el accionar israelí, que dejaron más de 200 heridos entre los que se cuenta una treintena de niños, y tras lo cual Hamas disparó cohetes contra Jerusalén para que cesara la represión.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, había llamado a las autoridades israelíes a ejercer la máxima moderación y respetar el derecho a la libertad de reunión pacífica, en un comunicado emitido en medio de la creciente violencia por los enfrentamientos entre palestinos y policías de Israel, desde la semana pasada.
Las protestas se iniciaron por la expulsión de árabes residentes en el distrito de Sheikh Jarrah para construir un asentamiento de israelíes, y se agravaron tras la invasión de fanáticos judíos al complejo de la mezquita Al Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados del Islam, reportó PL.
Entre los 200 heridos se cuentan 29 niños, además de ocho menores detenidos, lo que provocó que también la Unicef (el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) pidiera a las autoridades israelíes abstenerse de utilizar la violencia contra los infantes y liberar a todos los menores detenidos.
«Algunos niños fueron trasladados a hospitales para recibir tratamiento con lesiones en la cabeza y la columna. Esto se produce en medio de informes de que cerca de 300 personas resultaron heridas en la zona», indica el reporte de la Unicef, citado por la agencia de prensa.
Asimismo, la declaración demanda protección para todos los infantes, preservar los derechos de las familias a acceder a todos los lugares de culto y que los heridos reciban asistencia sin restricciones.
Luego de una nueva incursión de los israelíes sobre áreas aledañas a la mezquita, este lunes Hamas reivindicó el disparo de cohetes sobre Israel, al que había exigido, mediante un ultimátum, que retirara a sus tropas de la Explanada de las Mezquitas y del barrio palestino de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este, reportó Rusia Roday.
Las sirenas de alerta de cohetes sonaron en Jerusalén, donde se escucharon varias explosiones y reportaron un vehículo impactado, así como un herido.
Un portavoz del movimiento Hamas amenazó con una escalada de tensión si las fuerzas de Israel permanecen en la zona de conflicto.
Por su parte, Guterres también había instado a Tel Aviv en su mensaje a poner fin a las demoliciones y desalojos, y a mantener y respetar el status quo en los lugares sagrados.
Numerosas naciones del área condenaron los ataques de militares israelíes contra los palestinos en la mezquita, justo en el mes sagrado del Ramadán.
Desde el viernes en la noche comenzaron las confrontaciones que se extendieron hasta el domingo. Las fuerzas de Tel Aviv atacaron a fieles musulmanes palestinos en la mezquita de Al-Aqsa con disparos de balas de goma y granadas aturdidoras, en uno de los lugares más sagrados.
Esas agresiones se produjeron en medio de la ira por el desalojo de hogares palestinos en la zona de Sheikh Jarrah, de Jerusalén Oriental, explicó el reporte.
Túnez convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para examinar la situación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, condenó este lunes la violencia israelí, en diálogo telefónico por separado con el presidente palestino, Mahmud Abás; y con el jefe de Hamás, Ismai lHaniyeh.
A fines de la semana pasada, la ONU advirtió a Israel que la expulsión de personas de sus lugares de residencia podría constituir un crimen de guerra a tenor con las convenciones internacionales vigentes.
Asimismo, la Unión Europea instó al Gobierno israelí a detener los planes de expandir sus asentamientos coloniales en la Cisjordania ocupada y Jerusalén este, al igual que la expulsión forzada de la población autóctona.
De su lado, el ministro de Asuntos Civiles de Palestina, Hussein al Sheikh, a través de la red social Twitter calificó la invasión de policías israelíes a la mezquita de Al Aqsa como un «crimen atroz» y dijo que su Gobierno examina todas las opciones para enfrentar la situación.
