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El rechazo a la gestión de Dina Boluarte se ha extendido por toda la geografía peruana. Autor: AP Publicado: 16/01/2023 | 11:11 pm
LIMA, enero 16.— Miles de manifestantes de diversos puntos de Perú comenzaron a llegar este lunes a la ciudad de Lima, luego de que el último fin de semana se produjeran protestas contra el Gobierno de la presidenta designada, Dina Boluarte, en las localidades de Apurímac, Cusco, Ayacucho, Arequipa, Madre de Dios y Puno.
La marcha, denominada «de los 4 suyos» (en referencia a la cultura inca) es una caravana conformada por decenas de vehículos, miles de comuneros y una de sus columnas partió de la provincia apurimeña de Andahuaylas el último domingo en defensa de su plataforma de lucha: la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, elecciones generales este 2023 y asamblea constituyente.
Los comuneros dijeron que estaban yendo a la capital peruana «a recuperar la patria y que estaban cansados de ser pisoteados», según explicaron en concentraciones previas a su marcha, dijo Telesur.
Aunque aún no llegan todos los convocados, quienes van arribando a Lima han iniciado las movilizaciones en diversos distritos.
Este lunes se ha sobrepasado la cifra de más de cien vías bloqueadas, de 36 que hubo hace dos semanas, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías.
La respuesta del Gobierno de Dina Boluarte declaró en estado de emergencia Lima, Callao, Cusco y Puno desde el 15 de enero hasta el 15 de febrero. Esta declaratoria comprende también cinco carreteras de la red vial nacional que están siendo utilizadas por los manifestantes.
Este Estado de Emergencia incluye un toque de queda en Puno, el cual se amplió por diez días más y determina que los ciudadanos no pueden salir de casa entre las ocho de la noche y las cuatro de la madrugada. Esta región ha sido el epicentro en las protestas, cuyos muertos, desde diciembre último, se elevan a más de 50.
De hecho, Dina Boluarte tiene un alto de rechazo en el centro y sur del país, y de acuerdo con una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), su gestión es desaprobada por el 87 por ciento de los ciudadanos en las regiones del centro, mientras un 80 por ciento tampoco la acepta en la zona sur.
