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El lenguaje que une a los pueblos

El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, participó como invitado de honor en las conmemoraciones por el Día de los Héroes de Namibia. Fue portador de un afectuoso saludo del General de Ejército Raúl Castro Ruz

 

Autores:

René Tamayo León
Yaima Puig Meneses

WINDHOEK, Namibia.— Amistad: es ese el mejor lenguaje que pueda haber inventado jamás el hombre, uno que no conoce barreras de idiomas, ni geografías, ni culturas... un lenguaje que une pueblos de maneras indestructibles.

Por la amistad, profunda y entrañable, que hace décadas une a Cuba y a Namibia, primero en la lucha por la independencia y, tras esta, contribuyendo a su desarrollo, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, estuvo en la tarde de este sábado como invitado especial en el acto de conmemoración por el Día de los Héroes de esta nación africana.

En el Estadio de la Independencia, ubicado al sur de la ciudad de Windhoek, tuvieron lugar la parada militar, los discursos y las fiestas por la efeméride en su 33ra. edición.

Los mandatarios de las dos naciones llegaron en un jeep descapotable que recorrió el interior de la instalación mientras ambos saludaban a los namibios que acudieron a la ceremonia, a miembros del movimiento de solidaridad con la Mayor de las Antillas, y a colaboradores cubanos, entre los que sobresalían las batas blancas del personal de la Salud que coopera en esta nación.

En diferentes lugares de las gradas podían observarse banderas de Cuba y Namibia, mientras al centro de la pista se encontraban perfectamente formados los diferentes componentes militares en representación de los tres ejércitos.

Al unísono de las notas del himno nacional de Namibia y otros cánticos tradicionales, el eco de las salvas de artillería parecía no tener fin en medio de la más autóctona pradera africana.

Resulta imposible no recordar entonces las tantas historias de heroísmo y entrega que ha protagonizado el noble y valiente pueblo namibio, junto al cual también estuvo el pueblo cubano.

Tras el pase de revista a las tropas, que hicieron juntos los dos presidentes, en el estadio irrumpió con total marcialidad el desfile militar.

Este, por muchas razones, es un día de fiesta en Namibia, donde se honra a los héroes y se celebran la libertad y la vida que el esfuerzo y el coraje de tantos miles permitieron proteger para las generaciones futuras.

De la unidad, como algo muy preciado, y también de paz, desarrollo, agradecimiento... hablaron en diferentes momentos quienes hicieron uso de la palabra en el transcurso de la ceremonia.

A la Mayor de las Antillas, a Fidel, y a nuestro pueblo, también los honores en esta memorable jornada para los namibios, porque en esta nación bien saben ya que allí donde haya un hombre que necesite a Cuba, estará siempre nuestro pueblo para apoyarlo.

Colaboradores cubanos, entre los que sobresalían las batas blancas del personal de la Salud que coopera en esta nación, participaron en el acto. 

Cuba heroíca y amada

«Hace 57 años, un día como hoy, en un lugar llamado Ongulumbashe, tuvo lugar un acontecimiento que hizo época, que alteró la trayectoria de Namibia en la búsqueda de la independencia frente al apartheid. Este es el día en el que se hizo historia. Este es el día en que los valientes hijos e hijas de nuestra patria llegaron a un punto sin retorno y escogieron el camino de la lucha armada».

El Dr. Hage G. Geingob, presidente de la República de Namibia, encabezó el discurso central recordando porqué cada 26 de agosto, desde hace 33 años —desde que se alcanzó la independencia—, se hacen estas conmemoraciones, dedicadas a recordar aquella fecha de 1966 cuando el movimiento de liberación nacional Swapo inició acciones guerrilleras en la norteña localidad de Ongulumbashe.

Por la significación de esa fecha, y por lo que Cuba representó para la lucha armada del pueblo de Namibia y el logro de la independencia, Hage G. Geingob calificó de «gran importancia que en este día especial, cuando conmemoramos a esos héroes y heroínas que pagaron el máximo sacrificio por la libertad, nos acompañe un grupo de invitados muy especiales y al frente de ellos un líder muy especial, a quien estamos orgullosos de darle la bienvenida hoy como nuestro invitado de honor», señaló girándose hacia donde estaba el compañero Díaz-Canel.

«Las admirables e históricas hazañas del pueblo cubano, bajo el liderazgo del padre de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, continuarán siendo una gran fuente de inspiración para los namibios», señaló el mandatario.

«Namibia y Cuba —reflexionó— comparten un vínculo de amistad de larga data, y ni siquiera la inmensidad del Océano Atlántico que se encuentra entre nosotros puede romper este duradero vínculo, porque es un vínculo forjado a través de la sangre de nuestros patriotas caídos, un vínculo grabado en las trincheras de los campos de batalla, de lucha por la libertad y la independencia».

Los hijos e hijas de Namibia debieron cruzar muchos ríos de sangre para poder alcanzar la libertad, señaló el estadista recordando palabras del comandante de las Swapo Eneas Peter Nanyemba, y lo hicimos, añadió, con la ayuda de nuestros aliados, los valientes luchadores internacionalistas cubanos, que combatieron codo a codo con nuestros combatientes para derrotar, de una vez por todas, el flagelo del apartheid en el sur de África.

«Los combatientes de Cuba —recordó— no buscaron recompensa a través de sus acciones heroicas. Fueron simplemente impulsados por los mismos principios que les habían ayudado a alcanzar la Revolución en su propio país».

El sacrificio de sangre de los internacionalistas cubanos junto a los hijos e hijas de Namibia permanecerá para siempre en los anales de la historia, señaló Hage Geingob, quien reiteró la firme condena de su país al bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

A cargo de las palabras finales de la conmemoración del Día de los Héroes de Namibia, Díaz-Canel transmitió a su pueblo y Gobierno un afectuoso saludo enviado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana.

También agradeció «la invitación del entrañable compañero presidente Hage Geingob, no solo para realizar una visita oficial a Namibia sino para, en nombre de Cuba, participar como invitado especial en esta importante conmemoración del 26 de agosto».

Acudiendo a una hermosa frase del himno nacional de esta nación, el Presidente antillano señaló que «Namibia es la tierra de los bravos», de lo cual —dijo— pueden dar fe los internacionalistas cubanos que compartieron trinchera con los combatientes de la Swapo en los difíciles días de la guerra en Angola.

«Ustedes —exclamó— lucharon contra la injusticia en el campo de batalla y en la mesa de negociaciones, y Cuba se honra por haberlos apoyado. No había camino más honorable a la independencia de este hermoso país».

En otro momento de su intervención, destacó el que Cuba y Namibia marcharan juntas en el arduo camino al desarrollo, y que en este hayan participado miles de colaboradores cubanos, una cooperación que sigue haciéndose en campos como la salud, la educación, la pesca, el transporte y la construcción.

Y agradeció «al Gobierno de Namibia por promover cada año, en la Unión Africana, la adopción de resoluciones contra el bloqueo a Cuba y por hacer escuchar su voz desde el podio de la Asamblea General de la ONU y mantener un consistente apoyo a favor de las resoluciones sobre el tema en ese órgano».

Recibe Díaz-Canel máxima condecoración de Namibia

«Siento una enorme gratitud por recibir esta condecoración y lo hago en nombre del pueblo de Cuba», expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al merecer durante las conmemoraciones por el Día de los Héroes de Namibia, la Orden de la Antiquísima Welwitschia Mirabilis en Primer Grado, banda honorífica que le fue colocada por el Presidente Hage Geingob.

En el edicto de otorgamiento de la más alta condecoración de este país, se destaca que Cuba «ha contribuido inmensamente a la lucha del pueblo namibio por la libertad, la paz, la justicia y la independencia».

Las relaciones entre la República de Cuba y la República de Namibia —añade el documento— están grabadas por la inquebrantable hermandad, porque durante décadas estuvimos lado a lado, hombro con hombro, luchando contra la opresión y la ocupación extranjera.

Nuestros dos países hermanos han forjado vínculos inquebrantables respaldados por una historia común, agrega el certificado, que también hace una síntesis del apoyo de Cuba a la Swapo, el abrigo que se le dio en la Isla a muchos niños namibios víctimas de la guerra y las masacres, para quienes Cuba se convirtió en hogar. También se rinde homenaje a la crucial victoria de las tropas angolanas y cubanas en Cuito Cuanavale en el año 1988.

La Orden de la Antiquísima Welwitschia Mirabilis en Primer Grado, también fue entregada al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en marzo de 2008, «por su apoyo a las luchas de liberación africanas».

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