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Las condiciones de asedio a la que está siendo sometida la población palestina ha sido denunciada reiteradamente por los organismos internacionales. Autor: CIJ Publicado: 19/02/2024 | 08:45 pm
La ciudad holandesa de La Haya, sede de la Corte Internacional de Justicia(CIJ) volvió a ser escenario este lunes de vibrantes llamados a la libre determinación del pueblo palestino y a que Israel ponga fin a la «pesadilla humanitaria» en la que vive sumida la franja de Gaza.
El máximo órgano de justicia de las Naciones Unidas exigió a Israel que cumpla con un fallo que emitió el mes pasado, cuando consideró una demanda de Sudáfrica, que acusó a Israel de estar cometiendo genocidio en Gaza.
En esta ocasión, el tribunal se pronunció en respuesta a una solicitud de Sudáfrica para que interviniera e impidiera un inminente ataque israelí contra Rafah, de previsibles consecuencias catastróficas.
La CIJ se negó a emitir más órdenes a Israel, pero citó su fallo anterior en el que pidió a Israel detener «las operaciones que pudieran poner en peligro a los civiles palestinos».
En su fallo de enero, el Tribunal también requirió a Tel Aviv poner fin a la retórica genocida y castigar a quienes cometan o alienten crímenes de guerra.
Israel y Estados Unidos desestimaron el fallo de la máxima autoridad judicial de la ONU, con la simple frase de que la acusación era «carente de fundamentos».
En Rafah, última ciudad de Gaza que no ha sido arrasada por los bombardeos indiscriminados —aunque ya ha ejecutado mortíferos ataques contra ella—, se refugian al menos 1,5 millones de palestinos expulsados de sus hogares en el resto de la Franja.
En un comunicado emitido este lunes «La Corte observa que los acontecimientos más recientes en la Franja de Gaza, y en Rafah en particular, aumentarían exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria con consecuencias regionales incalculables».
«Esta peligrosa situación –añade el texto- exige la implementación inmediata y efectiva de las medidas provisionales indicadas por la Corte en su Resolución de 26 de enero de 2024».
En el documento entregado a la prensa «La Corte enfatiza que el Estado de Israel sigue obligado a cumplir plenamente con sus obligaciones bajo la Convención sobre Genocidio y con dicha Orden, incluso garantizando la seguridad de los palestinos en la Franja de Gaza».
Por otra parte, Riyad Al-Maliki, el titular de Asuntos Exteriores y Expatriados de la Autoridad Palestina con sede en Ramallah, en Cisjordania Ocupada, llamó este lunes a respetar el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación en la audiencia pública de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la ocupación israelí.
El máximo tribunal de Naciones Unidas comenzó a escuchar las declaraciones de unos 50 países inscritos en una serie de audiencias públicas para emitir una opinión jurídica no vinculante sobre las actuaciones israelíes en el territorio palestino ocupado desde 1967.
Al Maliki afirmó que es tiempo de poner fin a la política de doble rasero con respecto a la causa palestina y denunció que por más de cien años a su pueblo le ha sido negado el derecho a la autodeterminación.
Al-Maliki también enfatizó que el actual genocidio sionista contra el pueblo palestino constituye la consecuencia de décadas de impunidad para Tel Aviv.
«El derecho a la autodeterminación no prescribe y no es negociable, y la ocupación israelí debe terminar sin condiciones», señaló el titular diplomático palestino.
Los jueces de la CIJ pudieron ver imágenes de la vida de la población palestina antes de la creación de Israel en 1947, comparadas con fotografías de la masacre humanitaria actual en la Franja de Gaza, así como mapas de la evolución de la ocupación israelí.
Después siguieron discursos emotivos, especialmente del representante permanente palestino ante la ONU, Riyad Mansour, diplomático, nacido en 1947, quien llamó a poner fin a la injusticia y lograr una paz justa y duradera. Para guiarnos hacia un futuro en el que los niños palestinos sean tratados como niños, no como amenaza demográfica.
«Palestina –dijo- apela a esta Corte a guiar a la comunidad internacional en defensa del derecho internacional, para poner fin a la injusticia y lograr una paz justa y duradera».
