Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Del equilibrio esférico y las alas que cobijan a todos

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Delante de mí, en la mesa, un raro sombrero. No, no era un sombrero, pero lo parecía. Era más bien una esfera con alas de sombrero. Un objeto raro, de madera. No se quedaba quieto. Era como un tentempié, ya sabemos, que busca equilibrarse.

También sobre la mesa había diminutos sacos rellenos, cerrados como morrales, identificados de la siguiente manera: merienda escolar, saneamiento ambiental, apoyo a mujeres víctimas de violencia, alimentación subsidiada para personas con discapacidad, reciclaje,  gratuidad de medicamentos para adultos mayores, protección a menores huérfanos, atención a la juventud, sostenibilidad alimentaria,acceso igualitario a la educación, ampliación de viviendas, derechos sexuales y reproductivos, entre otros.

Me explica una señora que cada uno de esos saquitos identificaba una política pública que puede existir —o no— en una sociedad ideal. «Es a su juicio. Estructúrela», me dicen. Debía entonces colocar los pequeños saquitos en las alas de ese sombrero que, sobre una esfera, le era muy difícil hallar el equilibrio. «De eso se trata. Inténtelo. Es difícil equilibrar una sociedad y que todos sean beneficiados. Es el gran reto de los gobiernos».

En la sociedad ideal que imaginé en ese instante, quería yo que todas las políticas públicas tuvieran cabida, y ahí estaba envuelta en el dilema de colocar los saquitos y volverlos a colocar si la esfera los tumbaba a un lado o al otro, hasta que ubiqué algunos debajo de las alas, apoyándolas en ellos… «Eso es trampa», me dijo la señora. «No es trampa. Algunas políticas pueden apoyarse en otras. De esa manera todas pueden existir y todos salen beneficiados». Elogió la ingeniosidad y le agradecí poder participar en ese «juego».

La señora es Juliana Faesler, cofundadora de la compañía mexicana de artes escénicas La Máquina de Teatro, que desde 1996 mezcla diferentes disciplinas desde un enfoque experimental para crecer en el arte. La esfera de la sociedad equilibrada formaba parte de la dinámica La Feria de la diversión o las versiones/diversas, que se realizó durante la 9na. Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, celebrada en la Universidad Nacional Autónoma de México del 7 al 10 de junio.

Otras interacciones le proponían al público como parte de esa feria, tales como el juego de dardos, que instaba a la reflexión sobre las personas que están en la zona de cuidados de nuestra vida,  la representación actoral de los obstáculos a la hora de formular políticas públicas de protección social y la confección de un telar con hilos derivados de las hojas de papel trituradas, en las que previamente los participantes habían escrito sus deseos de realización personal y social. Sin dudas, un divertimento y, a la vez, un profundo ejercicio de análisis y pensamiento.

Sin embargo, la esfera y los saquitos me pusieron «contra la pared». En ese momento me sentí responsable de esa sociedad ideal imaginada, pues a partir de mi certera elección podían ser beneficiados —o no— todos sus habitantes.

Era un juego, sí. Pero tuve ante mí la dificultad de tomar la decisión correcta, de evaluar las prioridades para instrumentar las políticas públicas, de distribuir los recursos y responder a las justas demandas sociales, respetando los derechos de todas las personas.Muy difícil.

En una situación así, es inevitable no pensar si vives en una sociedad cercana o no a esa ideal, en la que se valora a cada ciudadano y en la que el Gobierno se traza acciones para responder a las demandas, prever situaciones, facilitar el acceso de todos a bienes y servicios y lograr equidad sin discriminación alguna de minorías.

Cierto es que, una vez diseñada una política pública y su estrategia de implementación, pueden surgir deficiencias en el proceso. Pero se trata de configurar, desde el inicio, el beneficio para todos.

Pensé en las nuestras.Sí.En las políticas y programas trazados en el país que ofrecen la oportunidad,  la transparencia, la prevención, el cobijo necesario, la atención diferenciada, la valía de un sentir colectivo.Respiré aliviada.

Supervisemos la implementación de cada una, mantengamos equilibrada nuestra esfera y sus alas de sombrero raro.

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