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Comprendamos la ola de calor en Europa

Expertos argumentan que las olas de calor se están haciendo cada vez más frecuentes, más intensas y más duraderas debido al cambio climático inducido por el hombre

Autor:

Iris Oropesa Mecías

Alarmas por temperaturas récords, incendios forestales y hasta vehículos destruidos. Un glaciar desprendido causó la muerte de 11 personas. Grietas en los picos alpinos y derretimientos en el Mont Blac, la montaña más alta de Europa. Ese es el extraño panorama que recorre el continente este mes, debido a la ola de calor que complejiza la vida por el Viejo Continente.

En este escenario no es extraño pensar en los porqués, y eso definitivamente le toca responderlo a la ciencia.

Especialistas ya han salido a argumentar sobre la situación, y adivinen qué: las olas de calor se están haciendo cada vez más frecuentes, más intensas y más duraderas debido al cambio climático inducido por el hombre. Nada de villanos de películas ni factores desconocidos. Ya está todo el lado europeo viviendo en carne propia los efectos directos de esa amenaza que viene cercándonos de a poco.

Y aunque conocemos de cerca al detonante número uno, es posible seguir identificando factores diversos tras esta inusual ola de altas temperaturas. Veamos.

Conjunción de detonantes

La Organización Meteorológica Mundial advierte desde su sitio oficial que es la convergencia de varios factores lo que ha puesto al planeta en jaque desde principios de mes.

Esta ola es resultado de un calentamiento provocado por las temperaturas del verano boreal en el desierto de Sahara, que coincidió con un sistema atlántico de baja presión entre las islas Azores y Madeira.

Según explican los expertos, este sistema alimenta el frente cálido, lo que lo ha empujado hacia Europa occidental.

Pero hay otro elemento esencial en esta alza de temperaturas. Está relacionado con el comportamiento que ha tenido últimamente la corriente de chorro, una corriente aérea que fluye rápidamente de este a oeste a gran altura en el hemisferio norte.

Esta corriente ha estado dominada, explicaron meteorólogos, en los días recientes por lo que llaman cúpulas de calor.

Dichas cúpulas han conectado las dos olas de calor continentales, la europea y la norteamericana, provocando una incidencia directa sobre Europa muy poco usual.

Un domo de calor se forma cuando la corriente de aire acumula altas presiones sobre el continente. Foto:Hispanatolia

Volviendo a nosotros

Las olas de calor, existentes desde siempre, ahora están comenzando a mostrar comportamientos tan intensos debido a nuestra acción directa.

La frecuencia de este tipo de fenómenos, y el hecho de que sucedan ahora en zonas del planeta donde no era usual encontrarlo, obliga a gobiernos a rescribir sus estrategias, por lo que países como Alemania, por ejemplo, ahora necesitan capacitarse para tomar medidas más comunes en naciones tropicales o desérticas.

Como comentó a Newsnight el meteorólogo Nick Miller, es de esperar que este tipo de olas ocurra más asiduamente y en lugares cada vez más inesperados.

«El problema es que las hemos visto intensificarse durante las últimas décadas y no estamos preparados para esto. La huella del cambio climático está detrás de todo esto y es previsible que en el futuro tengamos olas incluso más intensas», le dijo Miller al programa de noticias de la BBC.

El meteorólogo añadió que si bien la ola afecta ahora solo a partes de Europa, el aumento de las temperaturas es una cuestión global, por lo que todo el mundo puede verse afectado.

«Estaremos viendo récords de calor que se rompen continuamente en todo el mundo a medida que aumenta la temperatura promedio global», afirmó.

A su vez, Paul Davies, de la Oficina Meteorológica de Reino Unido, advirtió a Inews: «No es una exageración decir que podríamos estar mirando a los ojos un evento histórico, incluso sin precedentes».

Hasta ahora la peor ola de calor registrada en Europa fue en 2003, cuando las altas temperaturas mataron a unas 30 000 personas en el continente.

Esta vez nos toca aprender la lección a tiempo, porque es cuestión de vida o muerte, y de todo el planeta.

Olas de calor más recientes: 

  • India y Pakistán a principios de 2022 registraron una temperatura de 49 grados Celsius (°C).
  • Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, en enero de 2022; muchas áreas reportaron el día más caluroso jamás registrado.
  • Onslow, en Australia occidental, en enero de 2022 alcanzó los 50,7 °C, la temperatura conjunta más alta jamás registrada de manera confiable en el hemisferio sur.
  • La ciudad de Lytton, en el oeste de Canadá, en 2021, se incendió cuando las temperaturas alcanzaron los 49,6 °C, rompiendo el récord anterior en casi 5 °C.

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