La salida del teléfono-tableta tuvo que ser aplazada debido a unas graves fallas tras sus primeras pruebas por usuarios
En toda tecnología innovadora los riesgos de un fallo están al doblar de la esquina. Así ha quedado demostrado nuevamente con el Galaxy Fold, teléfono móvil plegable que sería el buque insignia de Samsung este año y cuyo lanzamiento oficial ha acabado siendo cancelado debido a serias fallas técnicas.
El pasado 15 de abril Samsung presentó a la prensa estadounidense el Galaxy Fold, un teléfono inteligente capaz de doblarse como si fuera una billetera que costaría nada más y nada menos que unos 2 000 dólares. Ese lunes la prensa mostró sus primeras tomas de contacto sin ninguna novedad.
Sin embargo, a la altura del miércoles 17 de abril reportes de fallas con el equipo comenzaron a aparecer en varios medios, y curiosamente fueron casos diferentes. Las alarmas saltaron en torno a un equipo que, si bien es innovador y presupone un cambio en la filosofía de uso de los móviles, no se caracteriza por ser barato.
El Galaxy Fold es un móvil con una pantalla de 4,6 pulgadas mientras está doblado, que se extiende hasta las 7,3 pulgadas una vez que se abre. Para este modelo, Samsung contó con la ayuda del equipo de Android en la personalización del sistema operativo, y se incluyó una nueva característica llamada «continuidad de la app», la cual se traduce en que el usuario sigue utilizando una aplicación al transitar del modo plegado al modo tableta.
El Galaxy Fold cuenta con una bisagra en el medio que permite desplegar el teléfono y convertirlo en una tableta, algo que según Samsung es posible hacer cientos de miles de veces.
El equipo de Samsung tiene dos baterías que suman 4 380 mAh, así como 12 gigabytes de memoria RAM y 512 GB de espacio de almacenamiento. Samsung se aseguró, además, de que el usuario siempre tenga acceso a cámaras: colocó tres en la parte trasera, dos en la frontal y una en el interior.
A pesar de que no sería el primero en ser lanzado al mercado, la reputación de Samsung hacía prever que sería un buen teléfono. Todavía puede serlo, pero los problemas afrontados indican que quizá la compañía sudcoreana se apuró.
Según un reporte de un periodista de la cadena CNBC, al abrir el modelo de pruebas que le fuera entregado por Samsung, el lado, izquierdo de la pantalla comenzó a parpadear constantemente.
El editor de tecnología de la CNBC aseguró que no hizo nada raro con el terminal y esto ocurrió tras un día de uso.
Otro caso fue presentado por The Verge, y se trató de una protuberancia que apareció en la pantalla, justo en la zona de la bisagra, la cual terminó provocando que se rompieran unas líneas del panel OLED.
El periodista de The Verge indicó que había usado el Galaxy Fold por 48 horas. Manifestó además que había colocado arcilla en la parte trasera del terminal para realizar fotos y videos para los análisis de los dispositivos, pero no estaba seguro de que esa fuera la razón del desperfecto, en tanto es una técnica que aplican con otros equipos.
Y por último fue reportado el caso del Galaxy Fold que recibió el experto en tecnología Mark Gurman, quien luego de dos jornadas informó que su teléfono había dejado de funcionar gradualmente.
El editor de Bloomberg retiró una especie de plástico protector de la pantalla principal, el cual Samsung le confirmó más tarde que no debería haberse quitado. Empero, es esta una grave falla de diseño, puesto que se supone que el usuario final no confunda una pieza clave del equipo con un protector común.
En un primer comunicado, Samsung explicó luego que «se proporcionó un número limitado de muestras de Galaxy Fold a los medios para su revisión. Hemos recibido algunos informes sobre la pantalla principal en las muestras proporcionadas. Inspeccionaremos a fondo estas unidades en persona para determinar la causa del problema.
«Por otra parte, algunos periodistas informaron haber eliminado la capa superior de la pantalla causandole daños. La pantalla principal del Galaxy Fold presenta una capa protectora superior, que forma parte de la estructura de la pantalla, diseñada para protegerla de arañazos involuntarios. Retirar la capa protectora o agregar adhesivos a la pantalla principal puede causar daños. Aseguraremos que esta información sea entregada claramente a nuestros clientes», refirió la compañía.
Samsung publicaría luego el 22 de abril que «los resultados iniciales del análisis de las incidencias en las pantallas de las que hemos tenido noticia muestran que estas podrían deberse a impactos en las áreas más expuestas de la bisagra, su parte superior e inferior. También hemos conocido un incidente en el que sustancias encontradas dentro del dispositivo afectaron el rendimiento de la pantalla.
«Vamos a adoptar las medidas oportunas para reforzar la protección de la pantalla y mejoraremos la guía sobre el cuidado y uso de la pantalla, incluida la capa protectora, para que nuestros clientes obtengan el máximo rendimiento de su Galaxy Fold», acotó el texto.
Afianzada como la mayor compañía de móviles del mundo, Samsung se ha caracterizado por ofrecer productos de calidad. Hasta ahora su mayor fallo había sido el Galaxy Note 7.
Por un defecto en la fabricación de las baterías, los Galaxy Note 7 comenzaron a «explotar». El escándalo fue tan grande que Samsung no tuvo otro remedio que retirar el producto del mercado, lo cual le ocasionó además pérdidas millonarias.
Este no es el mismo caso. Se trata de una tecnología hasta ahora no empleada y que apunta a ser el futuro para un mercado totalmente estancado en diseño y usabilidad. La gran interrogante abierta luego de estos episodios de fallos es si será capaz de perdurar.
Los primeros usuarios de prueba experimentaron problemas con la pantalla en apenas un día de uso. Foto: CNBC
El nuevo teléfono plegable utiliza un protector que fue confundido con el nailon de serie. Arrancarlo rompe la pantalla. Foto: Bloomberg
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