Se reconoce a una mujer violentada cuando se ve afectada en su capacidad de decidir sobre actos, expresiones o decisiones de la vida cotidiana, si experimenta malestares o síntomas asociados a la manera de relacionarse con su pareja u otras personas que ejerzan poder sobre ella.
También cuando una situación limita sus derechos individuales y daña su bienestar general, así como cuando hay vejación, miedo sostenido, golpes, tirones, gritos y acoso, o se le obliga a tener relaciones sexuales o se toca su cuerpo sin su consentimiento, y otros daños respecto a la salud, ya sean parciales o permanentes, explica la doctora Beatriz Torres.
Si crees que ese es tu caso o el de alguna mujer conocida, solicita ayuda o información mediante los teléfonos de la PNR (106), la FGR (80212345) o la Dirección Nacional de la FMC (78383540 al 42) o por el correo del OAR, consejeríaoar@gmail.com.
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