Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Como los ríos al océano

Una duda es siempre un mar de aprendizajes, y para sondearlo hemos buscado respuestas en una voz de nuestros tiempos, el indio Sri SriRavi Shankar, líder de la fundación El Arte de Vivir

Autor:

Mileyda Menéndez

No busques la dicha hermosa:  la dicha nunca se da.La dicha es piedra preciosa que en el corazón reposadel que buscándola va.

Anónimo

«¿Cómo hacer para que nuestra mente influya en quienes queremos?», indaga un joven en el grupo Senti2 de WhatsApp, y esa curiosidad me genera a su vez otra pregunta: ¿Por qué emplearíamos energía en cambiar la mente de otra persona, si ya es difícil sacar el máximo provecho de nuestros propios sentimientos, criterios, percepciones…?

Pero una duda es siempre un mar de aprendizajes, y en este caso para sondearlo hemos buscado respuestas muy antiguas en una voz de nuestros tiempos, el indio Sri SriRavi Shankar, líder de la fundación El Arte de Vivir, cuyas charlas, cursos y programas sociales han tocado la vida de más de 500 millones de personas en todo el planeta en las últimas tres décadas.

Para Guruji (apelativo por el que es conocido popularmente este líder espiritual y embajador de la Paz), la necesidad de manipular a otros tiene que ver con la inseguridad de quien cree que no tiene a nadie, siente que nadie le pertenece y busca a toda costa la atención de otro ser.

«Cuando despiertes y veas cuánto amor hay en el mundo, cuánta humanidad, cuánta compasión, esa inseguridad desaparecerá», asevera, y recomienda trabajar en tu propio ser, observarte y desarrollar una disciplina para frenar ese impulso de poner a otros en función de tus necesidades, físicas o sentimentales, o de molestarte, si no reaccionan a tus expectativas.

«Antes de juzgar a una persona, revisa cómo te relacionas con ella, cuán grande es tu corazón y cuánto puedes influenciar», sugiere.

«¿Se han fijado que siempre dudamos de las cosas positivas?», reflexiona en varias charlas. Dudamos de la honestidad de las personas, de sus afectos, sus valores… Si la pareja nos dice «Te amo», insistimos: «¿De verdad? ¿Y cuánto? ¡Demuéstralo!». Pero si alguien insinúa una traición, una fisura en ese amor, empezamos a sufrir como si fuera cierto solo porque alguien lo dijo, y minamos esa relación que queríamos duradera.

Esa influencia de la que hablaba el joven lector, esa marca que aspiramos a dejar en el sentir de las otras personas, es posible alcanzarla, pero no es algo que se construya con una única receta ni tiene sentido hacerlo a la ligera, solo porque podamos intentarlo para satisfacer una pasión del día.

El amor tiene mucho de admiración, pero también de compasión, entendimiento… y es agotador construir un personaje ficticio: «Sé tú mismo», invita Guruji. «Las relaciones evolucionan de forma natural. Si intentas construirlas, tu comportamiento se vuelve artificial. Imagina a alguien que intenta siempre darte una buena impresión: ¿No lo notarías? ¿No te alejarías? Solo sé con las personas como te gustaría que fueran contigo. Si te gustan las personas honestas, abiertas, naturales y correctas, tienes que ser también así: una persona abierta, flexible, que se mantiene en el momento presente».

Algunas parejas fracasan porque uno quiere estar seguro de que el otro lo ama al ciento por ciento, pero no hay modo de saber si esto es posible. Y tampoco es necesario —dice el fundador de El Arte de Vivir—. Si solo te ama al 90 por ciento, ¡aprovecha esa oportunidad!

«Supón que alguien te hace la misma pregunta: ¿Amas tú al ciento por ciento? Tal vez hoy sí, pero no hay garantías de que sea así el mes que viene. Si nadie conoce su propia mente, lo que hará después, ¿cómo espera controlar lo que pase en la mente de alguien más?», delibera.

Lo que es tuyo, lo será para siempre. Lo que se aleja, no fue nunca tuyo, ni siquiera en el pasado, resume la antigua sabiduría de varios pueblos. Si te liberas de la necesidad de poseer a la gente sentirás paz, y en esa paz verás que toda la Humanidad, de un modo u otro, te pertenece, y no hay necesidad de hacer nada para retener a nadie, remarca Guruji.

Esa actitud espiritual, reflexiva, esa seguridad en tu propia naturaleza amorosa, no solamente te da fuerza interior, sino que te coloca en el centro de tu propio universo, y al mantenerte así, en tu centro, todo fluye hacia ti como los ríos hacia el océano.

Pero si galopas tras tus deseos, si en tu inseguridad buscas respuestas revolviendo la mente de los demás, tu agitación no te dejará escuchar sus respuestas. Para que tus anhelos se cumplan, necesitas estar cada vez más en tu propio presente, ir al refugio silencioso de tu corazón y esforzarte por hacer florecer tu propia esencia… antes de intentar transformar la de esa persona que hoy lo agita.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.