Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Arte y sexo en la antigüedad (II)

Recorremos esta semana tres grandes civilizaciones: Egiptio, Grecia y Roma 

 

Autores:

Mileyda Menéndez Dávila
Taymí Bautista García

Todo arte es erótico.

Gustav Klimt

La pasada semana comentamos algunos ejemplos de arte erótico en la prehistoria que aún asombran a especialistas y amantes de una etapa en que la Humanidad apenas tenía desarrollo tecnológico para resolver los retos cotidianos y ya expresaba en imágenes abstractas lo que consideraba trascendental. 

Una cultura que destaca por la representación artística del sexo en dimensiones místicas es la del antiguo Egipto. Sus paisajes áridos y monumentales pirámides son el eco de una civilización que canalizó buena parte de su ingenio hacia el culto a su faraón y sus dioses, vivos o muertos, y las escenas de matrimonios y familias transmiten mucho de esa devoción.

No obstante, al menos uno de los papiros conservados hasta la actualidad muestra el desborde de una pasión más mundana, y cabe pensar que hubo otros, pero no sobrevivieron a la censura moral del Medioevo, o al traslado a climas menos benévolos.

El hoy llamado Papiro de Turín (por el museo en que se conserva) está fechado en el reinado de Ramsés II (1279-1213 antes de nuestra era), por lo que se adelantó casi 1 500 años al Kamasutra en su contenido didáctico-erótico. La pieza mide 2,59 metros por 25 centímetros y ya estaba en muy mal estado cuando lo encontraron, a principios del siglo XIX, dentro de una vasija en una zona cercana al Valle de los Reyes.

Mientras la mitad superior se dedica a fábulas, la inferior muestra en 12 viñetas picarescas una variada gama de posturas sexuales entre estilizadas jóvenes que toman la iniciativa y hombres de apariencia madura algo ridículos, lo cual no encaja en la habitual representación masculina de esa época.

Como fue encontrado en un antiguo pueblo de trabajadores, se cree que describe las costumbres de un burdel. En sus bordes hay fragmentos de textos con divertidas expresiones de goce y lujuria. La explicitud del tema y la hilaridad, que contrastan con la supuesta sobriedad y compostura del Antiguo Egipto, escandalizó tanto a los egiptólogos de entonces que lo escondieron por considerarlo obsceno y monstruoso.

Su contenido se tradujo en un inicio solo al latín, y no fue hasta 1973 que se mostró al público. El erotismo en las artes egipcias, interpretado hasta entonces como un acto simbólico, al nivel de los dioses, quedaba en entredicho con tan singular documento, y buscar otros similares se convirtió en meta de coleccionistas y anticuarios… sin éxito hasta el momento.

Más conocidas son las obras de la Grecia clásica, sinónimo de erotismo estilizado y culto a la belleza humana, sobre todo en la cerámica realizada entre los siglos 525 y 475 antes de nuestra era: vasos, copas, platos y ánforas utilizados en los banquetes, que junto a la música y el vino en abundancia debían excitar a los invitados en orgías y festines cuyo propósito era honrar a los dioses… de manera muy divertida.

Son conocidas dos variantes principales: figuras negras sobre fondo claro y figuras rojizas sobre fondo negro. En ellas se observan todo tipo de actitudes y posturas sexuales. Las mujeres eran puro objeto sexual, y en escenas de banquetes se mostraban satisfaciendo a varios hombres a la vez. Abundan ejemplos de homosexualidad e intercambios lascivos entre un maestro y su efebo o pupilo adolescente.

También dibujaban bellos jóvenes desnudos practicando deportes para rendir culto a la belleza del cuerpo: hombros anchos, piernas y glúteos fuertes y civilizados penes pequeños, porque un pene grande se asociaba a monstruos, centauros y sátiros.

La cultura del imperio romano copia ese culto griego al sexo y lo adapta a su arte, menos estilizado, igual de elocuente. Sin embargo, hacia el año 480 antes de nuestra era hay mayor moderación y las imágenes sobre el sexo son menos explícitas.

Cabe hablar en este brevísimo repaso de las ciudades de Pompeya y Herculano, fatídico recordatorio de cuán vulnerable es la humanidad ante la naturaleza. Destruidas por el volcán Vesubio en el año 79 de nuestra era, permanecieron sepultadas bajo las cenizas casi 15 siglos.

En el siglo XVIII sus ruinas fueron estudiadas, y ante los ojos de los arqueólogos surgió una ciudad petrificada en el tiempo, con restos de comida sobre las mesas y el reflejo del horror en el vacío de los rostros de sus habitantes.

Muchas costumbres de Pompeya se revelaron en las excavaciones, y una de las más notables fue su conducta sexual, en apariencia libre de los prejuicios de etapas posteriores, que se refleja en la profusión de adornos y artículos de tema erótico en las casas y prendas personales. Incluso hallaron imágenes que pudieran considerarse precursores de los actuales memes, a las cuales dedicaremos la última parte de este recorrido por el erotismo reflejado en el arte antiguo.

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