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Los tiburones se saltaron el Malecón

La aparición de enigmáticas evidencias de estos animales prehistóricos, incluyendo dientes enormes, sitúan a Mayabeque entre las regiones del mundo con fósiles de importancia internacional

Autor:

Yasmani Ceballos Izquierdo

Recientemente se informó de la aparición de un diente de tiburón prehistórico en Rodas, Cienfuegos, el último de una serie de sorprendentes descubrimientos en ese municipio del centro del país.

En ese lugar capas de rocas muy antiguas han preservado restos de lirios de mar, tiburones y hasta una pieza dental de un saurio marino. En general es así, estamos acostumbrados incluso a escuchar noticias sobre el dinosaurio más grande que se descubrió en tal región del planeta, o que se halló un eslabón perdido de la evolución.

Lo cierto es que aparecen fósiles tan insólitos que hasta parecen mentira, pero casi nunca escuchamos de algo importante descubierto en Mayabeque, ¿y que hubo de extraordinario en el pasado geológico de esta provincia? Los últimos hallazgos han sucedido de la noche a la mañana y en los lugares menos esperados.

EL MÁS GRANDE DE TODOS

A comienzo del mes de marzo, unos días antes de publicada la noticia del diente cienfueguero, en una vieja cantera de Aguacate, Madruga, fue colectado por casualidad uno de los mayores dientes de tiburón prehistórico de todo el país.

El hallazgo se acredita a Ángel Cedeño Peña, quien no demoró en presentar el fósil en el Museo Nacional de Historia Natural de La Habana, donde un especialista lo comparó con los ejemplares allí existentes y advirtió que el escualo aguacatense tenía el doble de tamaño.

«Este es un Carcharodon megalodon muy grande, aunque en la mandíbula hay más de 200 dientes y hay variación en las dimensiones, está dentro del rango de la especie», explicó el Doctor en Ciencias Geológicas y experto en fósiles cubanos Manuel Iturralde-Vinent, quien fuera presidente de la Sociedad Cubana de Geología.

Con más de diez centímetros de largo, el diente duplica en tamaño al de Cienfuegos e indica que este superdepredador se pudo alimentar de presas enormes, como ballenas, delfines y tortugas, asolando estos mares primitivos hace de 15 a 20 millones de años.

Pero este no es el único diente fósil localizado en esa provincia. A principios de 2016, el paleontólogo Lázaro Viñola-López reportó seis molares fosilizados pertenecientes a peces del género Sparus, convirtiéndose en los primeros de este tipo localizados en las Antillas Mayores.

Los restos proceden de la localidad conocida como Mina de fosforita en Güines, el mismo sitio donde, en 1996, el propio Iturralde identificara restos de tiburones, sirénidos (mamíferos marinos del tipo manatí) y espinas de batoideos.

UN CAMPO DE RUDISTA EN MADRUGA

En la finca Buena Vista, San Gregorio, Madruga, el estudiante de noveno grado Darío Díaz Hernández encontró  el primero de todos mientras ayudaba a su padre, quien le pidió recoger una piedra del patio. Después parecía que había cosecha de rudistas. Pero, ¿qué son los rudistas?, preguntan asombradas las personas del lugar.

Se trata de parientes cercanos de las almejas, ostras y mejillones. Son un tipo de molusco con dos conchas o valvas unidas por una especie de bisagra que protegía su cuerpo. Con un modo de vida que consistía en fijar o anclar una de sus conchas en el fondo oceánico, los rudistas colonizaron los mares tropicales entre 65 y 150 millones de años atrás, durante los períodos Jurásico Superior y Cretácico, pero después se extinguieron.

En este último período se diversificaron y fueron particularmente abundantes en el Caribe, donde fueron «constructores» de arrecifes, pues en algunas especies los individuos se agrupaban produciendo cementaciones entre las conchas.

El área donde están concentrados los fósiles en Madruga abarca casi 500 metros cuadrados y se especula la posibilidad de que un evento extremo fuera la causa de su muerte, ya que mayormente se observan ejemplares pequeños (juveniles), muy erosionados y altamente fosilizados, aunque existen conchas sepultadas de más de 30 centímetros de diámetro.

El experto en rudistas, Doctor Simon Mitchell, de la Universidad de Indias Occidentales en Jamaica, cree que estos fósiles pertenecen al género Durania, y les estima una antigüedad de entre 70 y 80 millones de años. «Algo muy interesante pues entonces sugiere la presencia de rocas volcánicas de esa edad en Madruga», opina Iturralde.

Para añadir más sorpresa, otro devenido «colector» y vecino de la zona, Osvaldo Marchena, también ha recuperado interesantísimos ejemplares en las cercanías, como es el caso de una roca mucho menos antigua, que parece ser del período Cuaternario y contiene un conglomerado de fósiles que incluye varios fragmentos de caracoles.

En visita al lugar, el historiador de Madruga, Carlos Miguel Suárez Sardiñas, señaló, además, que en el arroyo cercano se han encontrado sumergidores de red de la etapa aborigen, y ante los nuevos hallazgos, se ha sugerido la idea de que los aborígenes pudieran haber utilizado los restos fósiles de rudistas para su fabricación, una hipótesis aún por confirmar ya que sería un hecho inédito en la paleontología y arqueología cubanas.

La presencia de fósiles tan antiguos en Madruga no se reportaba desde la década del 30, cuando el geólogo norteamericano Robert Palmer recorrió casi toda la provincia y anotó en su libreta de campo que había encontrado, en un lugar de Madruga, moldes de rudistas.

Hubo que esperar casi ocho décadas hasta que apareciera, en junio de 2017, el fósil aislado de una almeja primitiva de casi 65 millones de años, descubierta bajo el puente del central Boris Luis Santa Coloma, un lugar de interés geológico también visitado por Palmer. Este último fósil fue identificado y actualmente es investigado por Roger Portell, director de la Colección de Micropaleontología y Paleontología de Invertebrados del Museo de Historia Natural de Florida.

Pero ahora, cientos de rudistas fósiles aparecen en San Gregorio, una y otra vez, como si tuviéramos un mar prehistórico bajo nuestros pies, invitándonos a seguir buscando nuevas huellas del pasado geológico de Cuba. «Los fósiles aparecen como fantasmas, en el lugar menos esperado, sin embargo, nos hacen felices, no nos asustan», concluye sorprendido Iturralde.

 Concha superior de uno de los rudistas descubiertos y reconstruccion en vida

* Autor de la Biblioteca Digital Cubana de Geociencias

 

Fósiles guía

Las asociaciones de rudistas son muy útiles como fósiles guía, para identificar la antigüedad de las rocas y establecer correlaciones de edad entre distintas regiones de Cuba, el Caribe y el resto del mundo. Este grupo fue muy estudiado en el país en la primera mitad del siglo XX, por diversos autores nacionales, holandeses y norteamericanos. A partir de 1995 se realizaron nuevos estudios por parte de Manuel Iturralde-Vinent, Reinaldo Rojas-Consuegra, y Peter Skelton, para clasificar los fósiles por familias, géneros y especies.

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