Acuse de recibo
El pasado 11 de agosto reflejé aquí la insatisfacción de Justo Ariel Rosales, quien estaba entrampado con una garantía comercial, que no le ofrecía ni garantía ni el respeto, debido como consumidor.
Contaba el remitente que el 8 de mayo le compraron, a su nombre, un televisor RCA de 32 pulgadas, en la tienda Las Novedades, de la ciudad de Bayamo, mediante tarjeta magnética, al precio de 634.90 CUC, y con dos años de garantía.
Y antes de cumplir el año de la misma, el telerreceptor se rompió. Lo ingresaron en el taller donde se atienden esos casos el 27 de abril de 2015. Y allí le informaron que al equipo se le averió la tarjeta de control, la cual no tenían en existencia. No podían repararlo, y le orientaron dirigirse a la tienda Las Novedades, para proceder al análisis del caso.
Fue a Las Novedades, y habló con la especialista comercial de la unidad, con la especialista comercial de la gerencia de la sucursal, y con la gerente comercial de la sucursal Cimex en la provincia de Granma.
Y las especialistas le dijeron que, en situaciones como esa, se repone el equipo o el dinero gastado. Tenían otros televisores, pero no el de ese modelo específico. No ha vuelto a entrar allí. En cuanto a la devolución del dinero, señalaron que tampoco procedía, pues la titular de la tarjeta con que se adquirió el equipo emigró del país.
La solución que le ofrecieron fue que él sacara el televisor del taller y lo mandara a arreglar por sus propios medios. Y Justo preguntaba: «¿El equipo no está en garantía? ¿Será para quitarse de arriba la responsabilidad y que transcurra el tiempo y llegue el 8 de mayo de 2016 y perdamos la garantía? ¿Qué credibilidad ofrece esa entidad, que no respeta los derechos de un cliente? ¿Qué importa que la dueña de la tarjeta se haya ido del país, si el televisor está a mi nombre y poseo la propiedad del mismo?».
Al respecto, Turey Abraham Veciano Trujillo, vicepresidente comercial de Cimex, responde que, desde hace varias semanas, Justo Ariel recibió en carácter de reposición un nuevo equipo de la misma marca y modelo, que fue localizado en una de las tiendas de la sucursal Mayabeque de Cimex, y trasladado a Granma.
En cuanto al cuestionamiento referido a qué importa que la dueña de la tarjeta haya emigrado del país, si el televisor estaba a nombre de Justo Ariel, quien poseía la propiedad del mismo, comunica que en Cimex tal situación se ha resuelto.
«Se permite —explica— devolver el dinero en efectivo al cliente, cuya compra se haya pagado mediante tarjeta, y que acredite ser el legítimo propietario del equipo mediante certificado de propiedad que le fue emitido durante la compra».
Esta solución, abunda, se aplica a las tarjetas internacionales y nacionales que no reciben descuentos en las ventas. «Por tanto, de la misma se excluyen las tarjetas de los colaboradores, pues estas reciben un descuento del 30 por ciento en las ventas».
Y agrega que «en el caso del cliente Justo Ariel Rosales le compraron el equipo de 643.90 CUC, mediante una tarjeta de colaborador, cuyo titular solamente vio afectada su cuenta en el Banco en 445.45 CUC, pues recibió un descuento de 190.45 CUC. ¿Cuánto le devolvemos?».
Esa es la razón, prosigue, por la cual aún se mantiene la devolución a la tarjeta magnética, cuya operación permite que al realizarse la misma por el POS de la tienda, le sea reintegrado a la cuenta del colaborador en el Banco la suma de 444.45 CUC, que fue lo que realmente pagó por su equipo.
Afirma Turey Abraham que «se realiza el análisis para someter a consideración de las autoridades competentes la decisión sobre los casos que se presentan en que ya no existen tarjetas, cuentas y colaboradores».
Agradezco la solución del caso, lo que reafirma que siempre hay una alternativa, como la de buscar en otras sucursales de CIMEX en el país, pero nunca cruzarse de brazos y decirle al cliente que arregle el equipo por sí mismo. Esa no puede ser la salida de gerentes o especialistas comerciales, cuando queda tanto tiempo de garantía.
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