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Espere, le será explicado…

Una incomprensible espera por la visita de los representantes de la Unión Eléctrica (UNE) relató aquí el pasado 19 de diciembre el capitalino Adolis Bermúdez Hernández (Industria, No. 314, entre San Miguel y Neptuno, Centro Habana).

En su hogar, tras haber registrado altos consumos, se propusieron firmemente ahorrar. Tomaron medidas al respecto, pero la factura no lo reflejaba.

El remitente visitó entonces, el 5 de noviembre, la oficina de cobros de la UNE, sita en la calle Reina. Ese día no lo pudieron atender. Volvió el día 6. Un inspector le aseguró que esa misma tarde lo visitaría en su casa. No fue. El cliente regresó el día 10, y otra vez más el 17. La indicación ante cada reclamo: seguir esperando. Y se preguntaba Adolis por qué si los consumidores deben pagar puntualmente su factura, la empresa hacía esperar tanto para una revisión solicitada.

A propósito contesta Ricardo Mangana Pérez, director general de la Empresa Eléctrica La Habana. Tras la investigación de rigor, apunta el directivo que el 19 de diciembre se presentó en la vivienda del reclamante Santiago Michelena, jefe comercial de la UEB municipal, quien le preguntó por las personas que residían en el hogar y los equipos con que contaban. No se pudo en ese instante revisar la carga física porque había personas durmiendo, según alegó Adolis.

«Se revisó el metro contador y el mismo se encontró en perfecto estado técnico, pero se programará rehabilitar la batería, ya que está en malas condiciones. En el momento de la inspección, en el horario de 9:00 a.m., el aire acondicionado estaba funcionando», señala Ricardo.

Asimismo, apunta, se le explicó al residente que «el cambio de lugar no procedía cuando el equipo de medida se encuentra dentro de una batería, porque el gabinete es común para todos los metros, y además las normas técnicas de la instalación de baterías lo prohíben».

Refiere el Director que, de acuerdo con lecturas efectuadas en la vivienda, el consumo diario oscila «entre los 15 y 16 kW/h, consumo promedio: 498 kW/h», y que el mencionado Jefe Comercial de la UEB argumentó a Adolis que su mayor consumo es debido al aire acondicionado.

«El cliente reconoció la inmediatez de los funcionarios al darle respuesta. Los citados compañeros le explicaron que no existían problemas con la lectura de su contador y que el consumo estaba acorde con los equipos que posee. Las evidencias de la resolución del caso se encuentran archivadas en el expediente No. 24-2881-Q-C, de la Oficina de Gestión al Cliente de la Empresa Eléctrica Provincial».

Agradezco la carta. Contenta saber que Adolis quedó satisfecho con la atención a su caso y que el metro de su vivienda, finalmente revisado, no presentaba desperfectos. Sin embargo, la respuesta nada informa de las causas de la espera a que hacía alusión el usuario en su misiva. De hecho, la visita del Jefe Comercial a su domicilio ocurrió el mismo día en que salió publicado el caso en JR. ¿No puede garantizar la Empresa un sistema de visitas ágil como lo requieren las circunstancias aquí descritas?

Respuesta que nada argumenta

«¿A qué esperar?». Ese fue el título bajo el cual salió a la luz aquí el pasado 19 de enero la alerta de José Ferreiro Hernández (Calzada de 10 de Octubre No. 77 e/ San Ramón y Cristina, Cerro). Llamaba la atención el lector sobre una furnia enorme que desde hacía aproximadamente un año obstruía el paso en Calzada de 10 de Octubre e/ San Ramón y Cristina. El hueco, apuntaba el habanero, casi ocupaba la mitad de la calzada.

Al respecto, llega a nuestra Redacción copia de la respuesta que dirigiera Nelson Piñón Oviedo, director general de la Empresa Provincial Viales La Habana, al Vicepresidente primero del CAP en la capital.

Es de las contestaciones más breves que hemos recibido en años. Solamente dice: «El bache al cual hace alusión la queja del periódico ya fue resuelto por nuestra empresa». Ante tamaña parquedad, luego de agradecer que se haya resuelto el asunto, no nos queda más remedio que lanzar muchas preguntas no contestadas. ¿Por qué demoró tanto en arreglarse el hueco? ¿Cuándo finalmente se pudo solucionar? ¿Qué estrategias está siguiendo ahora mismo la Empresa de Viales para dar respuesta a las innumerables demandas populares sobre este particular?

Cuándo entenderemos que las explicaciones argumentadas a la población nunca sobran, máxime si se trata de instituciones y funcionarios cuyo primer deber es precisamente el servicio público.

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