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Inseguro con el Seguro

Rolando del Barrio tiene asegurado su auto Lada hace varios años, porque hasta ahora ha confiado en la seriedad y profesionalidad de la Empresa del Seguro Nacional (ESEN). Pero el 21 de enero de 2016 tuvo un accidente de tránsito, en el cual fue la víctima. Y desde entonces ha navegado por inciertos laberintos de inseguridad.

Rolando, quien reside en calle 7ma. No. 14521, entre 4ta. y E, en el reparto Mañana, del municipio capitalino de Guanabacoa, cuenta que ese día del accidente se personaron  en el lugar de los hechos (avenida del Puerto frente al Parque de la Maestranza), los agentes del Seguro respectivos de su auto y del comisor, quien viajaba en un carro de Turismo.

Ahí comenzó la odisea. No había grúa para trasladar el equipo. Y ya tarde en la noche Rolando resolvió una por su cuenta, a un costo significativo para sus bolsillos. Luego de toda la investigación pericial, al equipo hubo que darle de baja, y de acuerdo al contrato hecho con la ESEN, a Rolando le debían reponer su auto.

Desde ese día del accidente, ¡21 de enero de 2016!, hasta el 3 de junio pasado, cuando me escribió, Rolando sigue esperando que el Seguro lo asegure. Desde entonces ha estado llamando a la instancia provincial de la ESEN (teléfono 78320221, y a la oficina central de esa empresa (teléfonos 78322508 y 78330238). Y la respuesta es bastante desesperanzadora: no tienen para cumplir con su objeto social: la cantidad de autos que les asignan para reposición es ínfima y no cubre los casos en espera.

No es precisamente un trabalenguas o juego de palabras lo que Rolando expresa:

«¿Es seguro asegurarse con Seguros Nacionales? ¿Asegura el Seguro que el asegurado tendrá su seguro? Si un asegurado vive, y también su familia, del medio de transporte que aseguró como trabajador por cuenta propia, ¿qué es lo seguro del Seguro? ¿Cuál es el papel de Seguros Nacionales en Cuba?

Manifiesta Rolando que se siente «burlado y engañado». Y piensa que la ESEN debe reconsiderar su gestión en tal sentido con el seguro de autos si no tiene la posibilidad de dar una respuesta inmediata.

Esperar cinco meses

Nidia Moraga Núñez (calle Vicente Quesada 39, entre Milanés y Bayamesa, reparto Ciro Redondo, Bayamo) cuenta que en varias ocasiones se ha dirigido al hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes por presentar un fibroma, y no ha podido atenderse con todas las de la ley. La han enviado al policlínico de su área de residencia, donde la ginecóloga va al consultorio de la familia cada 15 días. Y es para atender a las embarazadas.

«Y si no, afirma, te plantean que ahora no se están realizando operaciones por problemas del salón, o por X problemas».

Gracias a una amistad, señala, logró que le hicieran una biopsia el 22 de mayo pasado. Y el resultado deberá estar ¡para el 9 de octubre de 2017! Unos cinco meses después de la prueba.

«¿Cómo es posible que haya tanta demora para dar el resultado de una biopsia?», pregunta Nidia, y alerta del tiempo que deberá esperar, si tiene alguna patología, cuando bien se sabe que muchas de ellas, como el cáncer, deben ser detectadas a tiempo.

TICONS no volvió

María Milián, octogenaria que reside en calle B no. 511, altos, entre 21 y 23, Vedado, La Habana, cuenta que en diciembre de 2016 comenzaron a reparar las aceras del barrio, para alegría de los vecinos.

Y al quitar la acera vieja en el tramo que está frente a su casa, quedó una tubería rota. La brigada, perteneciente a la empresa Ticons, del Ministerio de la Construcción, dejó un hueco grande sin rellenar con hormigón hasta que Aguas de La Habana arreglara el tubo.

En enero de 2017 fue reparada esa tubería. Y cinco meses después, la brigada no ha regresado para terminar su trabajo en esa parte de la acera, a pesar de los reclamos de la delegada del Poder Popular de la circunscripción.

«El hueco inutilizó el garaje de mi casa y obstaculiza la entrada y salida de la vivienda. Soy una anciana escasa de vista, con problemas de coordinación y con dificultades para caminar. Cuando llueve, el hueco es una piscina para mosquitos. Lo increíble es que las brigadas de Ticons han estado realizando la misma labor en la zona, pero ninguna asume el trabajo inconcluso», concluye María.

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