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Un lastre obsoleto

Quien endereza su vida por la vía del bien y el esfuerzo, luego de torcerla en la temprana juventud, merece la oportunidad de mejoramiento, no la desconfianza y el prejuicio. Lo afirmo, tras leer la carta de Adonis Larrea Robert (Vicente Pérez 11-A, El Uno, Amancio Rodríguez, Las Tunas), con la historia de un lastre que aún pesa.

Adonis nació en La Habana en 1975, y residía en Guanabo, donde todavía viven su madre y hermana. Cursó el preuniversitario y optó por la carrera militar en el Instituto Técnico Militar José Martí, la que abandonó tempranamente al constatar que no era su vocación. Y cumplió el Servicio Militar Activo.

Con 18 años, en el duro 1993 del período especial, con su madre viuda y una hermana menor, se descarrió y comenzó a vivir en la ilegalidad, hasta que en 1999, acusado de robo con fuerza, fue sancionado a un año de trabajo correccional sin internamiento, que cumplió laborando en Servicios Comunales en Campo Florido.

En 2002, en una visita a familiares en Amancio, se enamoró y se casó allí. No volvió para La Habana. Matriculó el Curso de Superación Integral para jóvenes desvinculados del estudio y el trabajo, fundado por Fidel precisamente para rescatar del mal a muchachos en todo el país. Y optó por la carrera de Derecho en la Sede Universitaria municipal.

Por sus méritos fue electo vicepresidente municipal de la FEU, y posteriormente presidente. Por las mismas razones regenerativas, obtuvo la militancia de la UJC y después la del Partido. Fue delegado al 4to. Taller de Universalización de la Educación Superior y al 7mo. Congreso de la FEU, e invitado al 8vo. de la UJC.

Los problemas comenzaron en 2004, cuando el Tribunal Municipal solicitó a la Sede Universitaria municipal los tres mejores estudiantes de la carrera de Derecho para que comenzaran a laborar como asistentes del juez de ejecución allí. Y él fue uno de los escogidos.

Entonces, la presidenta del Tribunal Provincial de Las Tunas se negó a su designación, arguyendo los antecedentes policiales. Adonis se entrevistó con ella, quien se mantuvo en sus trece. El joven escribió al Consejo de Estado, y la directora de la Sede Universitaria informó su caso al Ministerio de Educación Superior.

La sorpresa fue cuando, participando en el 8vo. Congreso de la UJC, se entrevistaron con él Juan Escalona Reguera,  entonces Fiscal General de la República; Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular, y con el jefe del Programa de los Trabajadores Sociales.

Recuerda que Escalona le dijo: ¿Tú quieres ser fiscal? Y Adonis respondió que no era su preferencia, de lo cual aún hoy se arrepiente. Escalona insistió: Tú podrías ser el primer fiscal graduado en estos programas de la Revolución. Y Rubén Remigio le expresó: Ve para tu provincia, que todo se resolverá.

Y así fue. Lo mandaron a buscar del Tribunal para comenzar a trabajar, pero ya él no quería. Graduado de la carrera, Adonis laboró durante seis años como asesor jurídico de la Unidad Empresarial de Base Agroforestal del territorio, en todo lo concerniente al control interno, y con excelentes resultados, reconocidos en la provincia. Hoy labora como asesor jurídico de la Empresa Mayorista de Las Tunas.

Con la idea de volver a La Habana, él y su esposa entregaron los papeles para laborar en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel. Y Adonis, también llenó la solicitud de empleo para la Empresa de Producción y Extracción de Petróleo (EPEP) de Occidente. En Mariel a su esposa la aprobaron, pero a él lo declararon no apto.

Él había entregado también los papeles en la EPEP de Occidente, explica, «pues temía que si revisaban mi DNI no me aceptarían en ninguno de los dos lugares. Y así mismo sucedió en Mariel. No he llamado a la Empresa de Producción y Extracción de Petróleo de Occidente porque imagino la respuesta que me van a dar. No entiendo la práctica de empresas que, no solo solicitan los antecedentes penales (los cuales tengo limpios), sino que también revisan el DNI, el cual tengo entendido que es solo para trabajo policial. Me imagino que será porque son empresas con inversión extranjera y piensan que si has cometido un delito eres proclive a seguir».

Y concluye manifestando: «En mis años de trabajo como asesor jurídico he visto cuadros que no tenían antecedentes de ningún tipo y al final cometieron actos de corrupción y hechos delictivos; y otras personas que, como yo, quieren progresar y superarse y son rechazadas por el solo hecho de tener antecedentes policiales».

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