Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Sin respuesta

El pasado 7 de julio, y desde Loma de Tierra, en el municipio habanero de Cotorro, Carlos Manuel Rivero Vergara contaba aquí que en ese territorio radica el Centro Nacional de Alevinaje, donde se fomenta la cría de peces para después llevarlos por todos los estanques y presas del país y potenciar esa línea de producción.

Y sugería que frente a ese centro hay un terreno baldío que se podría acondicionar para hacer lagunas y estanques separados, por especies, tanto para contribuir a la alimentación de la población como para crear fondos exportables, mediante una planta procesadora.

«Sería una fuente de empleo en la zona, refiere, y una garantía de alimentos proteicos a gran escala para niños, ancianos y población en general, ahora que el Presidente cubano está insistiendo en priorizar la producción criolla y sustituir lo más posible las importaciones», concluía.

Y el pasado 12 de agosto Rivero volvió a escribir para contar que al respecto nada se ha hecho allí, y nadie lo ha llamado ni le ha visitado para darle respuesta.

Tampoco a esta sección ha llegado aún una respuesta, precisamente cuando la dirección del país está instando, por un lado, a que se desaten el emprendimiento y las iniciativas en los municipios en materia de producción y de alimentación popular; y por el otro, a que se atiendan y respondan las inquietudes de la población.

El trato que necesitamos

Desde calle 25 No. 11, en el reparto La Loma de la localidad holguinera de Velasco, Yaumara Peralta Pupo escribe para resaltar el ejemplo de Inés Labrasa Selada, trabajadora de la TRD Caribe de ese poblado.

«Es una compañera que realiza su trabajo con amor, con un trato maravilloso hacia los clientes digno de destacar. Como mismo debemos repudiar lo mal hecho, hay que elogiar cuando una persona hace su trabajo tan correctamente. La felicito, e insto a otros a que la tomen como ejemplo, pues esta Revolución nos ha formado con el principio de igualdad y respeto por los semejantes», concluye.

Por culpa de la demora

 Eduardo Martín Milanés Ponce (avenida 73 No. 19607, entre 196 y 198, La Lisa, La Habana) relata que después de 45 años de trabajo en el Combinado del Vidrio de La Lisa, el 12 de febrero pasado solicitó su jubilación. ¿Y qué sucedió?

 «Me dijeron, afirma, que tenía que seguir hasta concluir el mes de febrero. Y por negligencia del centro no he podido jubilarme, por demoras en entregar el expediente en la Dirección de Trabajo, ya que llevaron esos documentos el 7 de abril, y Trabajo había cerrado el 31 de marzo».

«Cuando fui al centro a averiguar por mi jubilación, me informaron que Trabajo estaba cerrado, y que me iban a pagar el primer mes al 100 por ciento, y en lo adelante al 60. Dicen que tengo que esperar a la segunda fase, que es cuando atienden estos casos. ¿Y si demora mucho más?», se pregunta.

Hay muchos buenos

Magali Leonor Escalona Escalona (calle Buenos Aires, edificio 4, bloque 2, apto. 4, reparto Rajayoga, Santiago de Cuba) transmite su agradecimiento público por la noble acción de Wiliam Vinent Casero, chofer de una de las «guarandingas» del parque de diversiones de esa ciudad, perteneciente a la base de fletes Yarayó.

Y lo hace, «por su gesto altruista y lleno de honestidad al hacerme entrega de una cartera perdida el domingo 16 de agosto en una parada de ómnibus. El compañero me llevó la cartera a mi casa el lunes 17, temprano en la mañana, con todo dentro: dinero, documentos, tarjeta magnética, llaves, etc.

 «Acciones como estas nos hacen reflexionar y ver que aún hay muchas personas con valores positivos, buenas y honestas, que ayudan a que nuestra sociedad sea mucho mejor y nos hacen creer en el mejoramiento humano. Gracias, muchas gracias una vez más a este humilde hombre de pueblo», concluye.

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