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Frente al espejo

Lo que a cada uno corresponde

«José Alejandro: A mi modesto entender su artículo ¿Mandos sin ojos ni oídos? (José Alejandro Rodríguez, 29 de marzo) es fiel reflejo de lo que enfrenta nuestra sociedad y solo hay que agregar que a cada uno de nosotros le corresponde, por amor a lo que hemos construido y con no poco sacrificio, dar la batalla en nuestra trinchera personal, nuestro cuarto de tierra. Así es como se entiende la Revolución que triunfó el 1ro. de enero, la que soñaron Martí y Ernesto Guevara, Maceo y Agramonte hasta que dejaron de latir sus corazones, y miles de cubanos más. (Horacio J. Reyes-Lovio Díez)

«Estimado Pepe Alejandro: Leí con placer su comentario ¿Mandos sin ojos ni oídos? Ciertamente el asunto combina lo estructural —algo que va más allá de la retórica— y lo íntimo, cotidiano, moral. Lo felicito por su esencial y sintética reflexión». (Armando Chaguaceda)

«Felicitaciones al periodista Osviel Castro por su afilado trabajo ¿Se extinguieron los buenos días? (2 de abril), quien nos pone en alerta sobre esa triste realidad. Pero yo agregaría algo más: ¿qué decir también del —lamentablemente— tan extendido saludo “¿qué bolá?” como sustituto desagradable de los “hola”, “buenos días”, “buenas tardes”, “buenas noches”...? Lo peor es que se escucha en boca de niños, jóvenes, mujeres, viejos, representantes de todo tipo de profesiones y ocupaciones: escolares, maestros, músicos, médicos, artistas... Se ha convertido en un virus expresivo en cualquier lugar, a cualquier hora». (Domingo Jorge Cuadrado)

«Tengo 24 años y soy directora de una escuela primaria donde recibimos diariamente la edición impresa del periódico. Quiero agradecer esa hermosa historia de la matancera que guardó por más de 40 años una carta que atravesó el Atlántico dentro de un tubito plástico (Nieves busca a Dinnie Brands y Nieves halló a Dinnie, 11 y 31 de marzo). Seguiré de cerca la evolución de ese hecho que tanto me ha conmovido las fibras del alma. Espero que el contacto entre ellas no demore mucho y tenga buenos frutos. Gracias por ese bello regalo». (Mari Luz Sánchez Gainza, San Antonio del Sur, Guantánamo)

«Soy fiel seguidora de la página temática Sexo Sentido (Mileyda Menéndez Dávila, sábados), la cual leo semanalmente ya que los temas abordados en ella me ayudan con las asignaturas de la carrera y, sobre todo, me ofrecen una visión más dinámica sobre las diferentes problemáticas, tanto desde el punto de vista social como psicológico. Prefiero la columna Pregunte sin pena con todas las respuestas profesionales y acertadas que ofrece la psicóloga Mariela. Espero que sigan tan bien como hasta ahora». (Anabel de la Torre, estudiante de Psicología, Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas)

«Estimada Juanita: Te leo y te oigo siempre, pero nunca me sentí más motivado para felicitarte que después de leer La danza de los lobos (Juana Carrasco Martín), del pasado domingo 29 de marzo. Aprovecho la ocasión para felicitarte también por el Premio Nacional de Periodismo José Martí. Nunca es tarde». (José Prado Laballós)

Un lector llamado Nelson nos envió el siguiente mensaje: «En el periódico del 28 de marzo observamos dos errores ortográficos que señalamos con el mayor respeto, pero estimo no debieran suceder. En la página 2, en Frente al Espejo, consignaron arcoíris, con tilde en la primera i, que no lo lleva; y en la página 7, en el artículo titulado Mirar hacia la izquierda, reflejaron conféso, con tilde en la e, que no la lleva».

Nos agrada que Nelson haya escudriñado cada detalle en esa edición y se haya decidido a comunicarnos su parecer. Pero en esta oportunidad los hechos no le dan la razón. De acuerdo a los originales que enviamos a las fábricas, la palabra confeso iba correctamente escrita. Esto es, sin la tilde que menciona Nelson. Quizá se trata de una mancha de tinta sobre el papel, semejante a un acento, cosa que ocurre en cualquier imprenta del mundo.

Yo también me llevé las manos a la cabeza cuando la correctora de pruebas que leyó Frente al Espejo me hizo saber que la palabra arcoíris va acentuada. Pero miremos lo que dice al respecto el Diccionario Panhispánico de Dudas, editado por la Real Academia de la Lengua Española para ofrecer respuestas a las dudas más frecuentes acerca del empleo del idioma español. «Aunque aún es mayoritaria la grafía arco iris (plural arcos iris), es preferible la forma simple arcoíris, pues el primer elemento de este tipo de compuestos suele hacerse átono, dando lugar a que las dos palabras se pronuncien como una sola. Es invariable en plural: los arcoíris».

Y si yo hubiese nacido a orillas del Tíber, en la Roma del siglo I de nuestra era, habría exclamado Mea culpa al ver el mensaje de otro lector, sin más cartas de presentación que su apellido Nolazco, refiriéndose a un error aparecido en la portada de la edición del 1ro. de abril. Allí, en un pie de foto, puede leerse: «Julio Martínez Molina, primer secretario de la UJC...», cuando el segundo apellido del compañero es Ramírez, y Molina es nada más y nada menos que nuestro incansable corresponsal en la provincia de Cienfuegos. El error fue de este servidor. Sé que Errare humanum est, pero como nací a orillas del Yumurí, en la Matanzas de finales del siglo XX, lo que quiero, señores, es que me arrolle el tren de Hershey.

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