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Una fiesta de libros, poetas, narradores y personajes sacados de historias famosas de la literatura, constituyó La noche de los Libros de la céntrica Calle 23 de la capital, actividad que dio inicio al verano 2007.
Al decir de Julio Martínez Ramírez, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), se trató de vincular «al público con importantes títulos. Fue también una expresión de la propuesta recreativa que tenemos que brindarle a todo el pueblo. Una señal de cómo nuestra cultura se debe convertir en el centro de la utilización del tiempo libre de la juventud, y cómo debemos estimular el crecimiento espiritual de la población».
Este viernes fueron varios los puntos en la céntrica arteria habanera en los que los lectores encontraron sus libros de cabecera o los textos que en la pasada Feria no tuvieron en cuenta. Pero además apreciaron la vinculación de la literatura con la improvisación; participaron en el encuentro con escritores como Daniel Chavarría, César López, Reynaldo González, Ciro Bianchi y muchos otros; y recordaron la poesía de Nicolás Guillén.
A la fiesta se unió la voz de trovadores, el intercambio del público con glorias del deporte y una programación cinematográfica especial en el circuito de cines de la Calle 23.
«Lo más importante ha sido la acogida popular, lo cual muestra una enorme sensibilidad por la lectura, por el libro y las ideas», aseguró a JR Iroel Sánchez, presidente del Instituto Cubano del Libro.
«La literatura y la poesía, señaló, han sido capaces de convocar. Creo que es un lujo que podemos darnos los cubanos, y es una alegría que nos regalamos. Detrás de ello hay conceptos profundos sobre qué tipo de pueblo queremos ser y qué lugar le concedemos a la cultura en nuestras vidas».
Como colofón de la noche, El Diablo Ilustrado y sus invitados ofrecieron un concierto en la cascada de 23 y Malecón, donde se escucharon las voces de destacados músicos.
