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Cuba no está aislada de los efectos concretos del cambio climático, que afecta los cultivos, la producción de alimentos y se «come» cada año parte de su territorioEntre 1961 y 2000 Cuba ha registrado una reducción promedio de las precipitaciones de entre un diez y un 20 por ciento, mientras que hoy se calcula que el 70 por ciento de los suelos del país son poco o muy poco productivos.
Estas son apenas algunas de las evidencias palpables de que el cambio climático no es solo un concepto general, sino que tiene un impacto real a nivel local, como refleja el documental Cambio Climático en Cuba, realizado por Mundo Latino, el Instituto de Meteorología y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Más de 200 horas de filmaciones subacuáticas, unas 30 de vistas aéreas y ejemplos concretos, entre estos el avance del mar en la costa sur de Cuba, o la entrevista a personalidades como la inmersionista Deborah Andollo, formaron parte del proceso de realización del material, que busca sensibilizar sobre los efectos del cambio climático, como explicó a JR su director, Omelio Borroto.
En los 52 minutos que dura el documental se abordan también algunos de los efectos del calentamiento global sobre playas, ríos y bosques del país, además de la incidencia en importantes ecosistemas, entre estos la Ciénaga de Zapata, y problemáticas de gran impacto para la población, como sequía y huracanes.
Un elemento muy curioso es el abordaje del blanqueamiento y posterior muerte de la barrera coralina, que en los últimos años se ha recuperado en algunos lugares, lo cual evidencia que la naturaleza todavía tiene posibilidades de regenerarse a pesar de los graves daños que ha sufrido.
Cambio Climático en Cuba es el resultado de un sostenido trabajo de Mundo Latino en las temáticas ambientales, lo cual les permitió contar con un amplio banco de imágenes fílmicas, muchas de estas inéditas. A su vez —explicó su director—, está previsto realizar otro documental sobre la estrategia cubana de mitigación y adaptación a esta problemática mundial.
Precisamente esta semana expertos mundiales en el tema, entre ellos cubanos, discuten cómo abordar el fenómeno a nivel global, mientras que en el Informe sobre Desarrollo Humano 2007, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se reconoció recientemente que «el calentamiento del sistema climático es inequívoco, como se evidencia hoy a partir de las observaciones de los incrementos de las temperaturas medias globales del océano y del aire, la fusión generalizada de los hielos y la nieve, y la elevación del nivel medio del mar».
Los expertos exhortaron a gobiernos como el de Estados Unidos a acogerse al Protocolo de Kioto, que prevé la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
Cuba asumió tempranamente sus obligaciones en materia del cambio climático, cuando en la Cumbre de Río de Janeiro, en junio de 1992, firmó la Convención Marco de las Naciones Unidas y luego la ratificara en enero de 1994. De la misma manera firmó en marzo de 1999 el Protocolo de Kioto y lo ratificó en abril de 2002.
En el Informe de Desarrollo Humano también se alerta sobre el desplazamiento, en el futuro inmediato, de unos 332 millones de personas desde zonas costeras y bajas como resultado de las inundaciones y las tormentas tropicales.
Igualmente exhorta a los países desarrollados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en por lo menos 80 por ciento de aquí a 2050 y en 30 por ciento antes de 2020, ambos respecto de los niveles de 1990.
