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Foto: Jorge Luis Guibert Mayarí Arriba, Santiago de Cuba.—«Sean consecuentes con nuestra historia, con los mártires que nos ha legado la obra de la Revolución y con esa actitud que las llevó a cumplir con orgullo con el llamado hecho por el Ministro de las FAR, y que hoy las identifica como cubanas dignas».
La exhortación fue hecha por el primer secretario del Comité Nacional de la UJC, Julio Martínez Ramírez, al concluir el acto de reconocimiento a dirigentes femeninas de la organización que durante los años 2006 y 2007, y en cumplimiento de un convenio entre el Comité Nacional de la Juventud y el MINFAR, con el objetivo de elevar la preparación para la defensa y potenciar la participación femenina en esta tarea, se vincularon al Servicio Militar Voluntario Femenino en diferentes unidades de los tres ejércitos del país.
Ante ese altar sagrado de la Patria que es el Mausoleo a los Mártires del Segundo Frente Oriental Frank País, y en simbólico gesto de continuidad, las integrantes de los destacamentos Mariana Grajales y Celia Sánchez rindieron homenaje a la Heroína del llano y la Sierra, Vilma Espín, y depositaron una ofrenda floral como tributo a todos aquellos que llevaron la luz de la libertad a las montañas de la Sierra Cristal, hace casi 50 años.
Durante la ceremonia, que estuvo presidida además por el general de división Onelio Aguilera Bermúdez, jefe del Estado Mayor del Ejército Oriental, y el general de brigada Roberto Legrá Sotolongo, jefe de la Región Militar de Santiago de Cuba, entre otros jefes y oficiales de las FAR y dirigentes del Partido y la UJC, las jóvenes fueron ascendidas al grado de teniente y recibieron un diploma de reconocimiento del Buró Nacional de la UJC, que al decir de Julio Martínez lleva implícito el compromiso de los nuevos con la Revolución.
«La actitud de ustedes contribuirá a que muchas otras mujeres cubanas, militantes o no, se sumen a esta necesidad, a este llamado del país», sentenció el dirigente juvenil, al tiempo que valoró altamente el significado de esta experiencia para la UJC, pues, según expresó, le permitió a la organización beber de los métodos de trabajo, de la disciplina, y sobre todo, de las maneras de hacer trabajo político diferenciadamente, de las que son ejemplo nuestras FAR.
Maday Iglesias, integrante del Buró Nacional de la UJC al frente de la esfera de Jóvenes trabajadores y combatientes, instó a las dirigentes a incorporar las enseñanzas recibidas en el cumplimiento del Servicio Militar a la tarea más importante de la organización: la formación de una conciencia comunista entre los nuevos.
Al terminar el acto, los dirigentes juveniles recorrieron áreas del Museo y pudieron palpar la obra revolucionaria en el montañoso territorio.
