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Aprovechan en la Sierra Maestra recursos hídricos para generar electricidad

Resultan beneficiadas casi 3 000 viviendas y más de 140 objetivos económicos y sociales de las montañas de Santiago de Cuba

Autor:

Juventud Rebelde

Fotos: Cortesía de Hidroenergía Santiago

SANTIAGO DE CUBA.— Tras beber 17 veces en el mismo río se llega hasta Mar Verde del Turquino, y en el decimooctavo encuentro con su principal fuente hídrica, la comunidad se ilumina.

Es así desde hace varios años, los mismos que lleva de electrificado este remoto paraje del municipio de Guamá, utilizando el torrente de agua del río Turquino.

A pesar de su singularidad y hasta de su poesía, la historia no es única; se repite con tintes y beneficios similares en La Plata, Palma Mocha y Peladero, asentamientos de Guamá; en localidades santiagueras como San Antonio y La Victoria, o en aisladas zonas de San Luis, Mella, Contramaestre, Tercer Frente y Palma Soriano.

Son 25 las comunidades que, aprovechando las condiciones topográficas de este montañoso territorio y el régimen de precipitaciones, que aquí supera los 2 000 milímetros anuales, utilizan sus recursos hídricos para la generación eléctrica.

Se trata, en su mayoría, de sitios intrincados, aislados del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), que de otra manera no conocerían de las comodidades de la electricidad, en una provincia que, según registros oficiales, tiene el menor índice de electrificación del país.

Energía a pequeña escala y grandes beneficios

«Es terrible no tener luz —decía a la prensa hace poco un joven guamense. Imagínate toda esa gente con sus televisores, sus refrigeradores y sin poder utilizarlos...

«A la gente le gusta tomarse un vaso de agua fría, ver la pelota o la novela después del duro trabajo de todo un día. ¿A quién no le gusta tener un poco de comodidad?».

Con tal irrefutable aval, de la mano del beneficio concreto y palpable, la hidroenergía a pequeña escala se impuso en esta provincia como una solución atractiva, viable y efectiva.

De una manera económica, empleando las redes eléctricas convencionales y sin grandes requerimientos tecnológicos, durante las 24 horas del día más de 8 000 santiagueros se benefician hoy con el uso de esta fuente de energía.

Impulsadas por los torrentes de la hidroenergía, las bondades de la vida del llano llegan hasta casi 3 000 viviendas y más de 140 objetivos económicos y sociales de la montaña, entre estos escuelas y consultorios médicos.

Con 2 923 kiloWatts de potencia instalada y 27 hidroeléctricas en funcionamiento, Santiago de Cuba puede generar anualmente 12 000 MWh por intermedio de la hidroenergía, el 30 por ciento de los planes comprometidos por la empresa nacional del ramo.

Ello le ahorra al país cada año 1,8 millones de dólares que debería invertir para la compra del combustible necesario, si fuera a producir esa electricidad por las maneras convencionales, explicó a este diario el ingeniero Ángel Luis Ricardo, asesor técnico del Grupo Nacional de Hidroenergía.

Además del saldo económico, precisó el experto, el logro lleva también implícito el beneficio ecológico, pues la generación de esa cantidad de electricidad con el empleo de fuentes renovables, limpias, evita la emisión a la atmósfera de más de 7 000 toneladas de CO2, gas altamente tóxico, de gran incidencia en el deterioro de la capa de ozono.

Así, el propósito inicial de usar el potencial hidroenergético de que dispone la región para contribuir a elevar el nivel de vida de la población rural santiaguera ha sido más que superado.

El boom de las mini rústicas

En Río Grande, caserío distante unos 11 kilómetros de la cabecera del municipio de Guamá, Manuel Pérez Arbella, un chofer de 33 años, desde hace tres lustros pone sus dotes de innovador en función de construir microhidroeléctricas rústicas «con lo que fuera encontrando».

Usando las experiencias que abundan por doquier en su municipio, considerado el polígono de prueba del uso de la hidroenergía en el país, y tras acopiar pedazos de tubo, mangueras, cucharas desechadas, troncos viejos, pedazos de piedra... alimenta hoy las 48 casas de su comunidad y otros objetivos.

Sus ideas y entusiasmo se han regado empíricamente por todo el lomerío y hoy alcanzan a sitios como La Cuquita, Caimanes, La Bija, Limoncito Arriba... y llegan hasta Guisa, en la hermana provincia de Granma.

En Pedernal, intrincado paraje del mun El ingenio de Manuel Pérez Arbella llevó la hidroenergía a Río Grande. Un proyecto internacional perfecciona su obra. icipio de San Luis, el esfuerzo de Leonardo Rivera, obrero residente en el lugar, logró iluminar por más de una década 75 viviendas con otra minihidroeléctrica rústica.

Cuando los especialistas de la Unidad Santiago tuvieron contacto con la pequeña máquina, el rodete, pieza clave para la generación, era de madera con cascarones de coco.

La finca de Los Varela, en el municipio de Mella, es otro ejemplo de fe en la energía renovable. Los hijos, formados como técnicos en Mecánica y Electricidad, satisfacen las necesidades cotidianas de cinco viviendas con una hidroeléctrica, un digestor de biogás y hasta un arriete hidráulico para el bombeo del agua.

Las tres historias, y otras tantas aún anónimas, ilustran otra de las singularidades de la extensión de la hidroenergía en Santiago: la entronización, de la mano de lo vivido, de una cultura al respecto, enraizada entre los lugareños.

Cuando los habitantes de los asentamientos aún no electrificados claman por «la luz» en sus reuniones de vecinos, según informes oficiales, piensan en la hidroenergía, aspecto que, en opinión de los estudiosos, constituye incluso una fortaleza para la protección y preservación de la tecnología en caso de contingencias climatológicas, pues es la población la primera que vela por su protección.

Guamá, el polígono

Unos 11 738 MWh de electricidad limpiamente obtenida fueron generados el pasado año en esta provincia con el uso de turbinas como esta. Aunque los torrentes de la hidroenergía inundan más de una zona, no puede hablarse del uso de esta fuente alternativa en Santiago de Cuba sin mencionar al alargado y costero municipio de Guamá.

Diecisiete de las 27 hidroeléctricas con que cuenta esta provincia están instaladas en este territorio serrano. Allí, unas 7 000 personas residentes en comunidades aisladas del SEN, en viviendas, centros de producción y servicios y objetivos sociales de la serranía, reciben los beneficios de la electricidad limpia.

Las características de los ríos en la vertiente Sur de la Sierra Maestra: corrientes rápidas y de poca agua, que descienden vertiginosamente hacia el mar, al decir del ingeniero Ángel Luis Ricardo, le han convertido también en el lugar para el ensayo de las potencialidades de la turbina cubana, que en Santiago de Cuba se usa en casi el 90 por ciento de las hidroeléctricas.

Son más de 30 ríos que, cual muchachos descalzos, cruzan caprichosamente su geografía; las excelentes condiciones pluviométricas y topográficas de Guamá, según expertos, posibilitan hoy la instalación de máquinas en no menos de 90 sitios del Sur de la Sierra Maestra.

Tales virtudes ponen al territorio en capacidad de cubrir la demanda de electricidad local y tributar al SEN, y lo ubican como el primer municipio del país que pudiera hacer de la hidroenergía su principal fuente de abastecimiento eléctrico.

En esa dirección ya se dan los primeros pasos de un abarcador programa, que según los expertos, durará varios años.

Retos tecnológicos

En pos de sus potencialidades, Guamá sienta a su vez la pauta para nuevos desafíos de la hidroenergía en Santiago.

El tiempo, reconocen los expertos, trae retos que apuntan hacia la calidad del servicio, el desarrollo de la tecnología, la organización de su comercialización...

A tono con la prioridad que da el país al empleo de las fuentes renovables de energía, la generalización del uso de la hidroenergía en la provincia constituye también un ejemplo de la viabilidad de la estrategia cubana en pos del desarrollo sustentable.

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