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MANICARAGUA, Villa Clara.— Con 50 000 litros menos de combustible este municipio garantizó el trasiego de alimentos, similar volumen que en otras ocasiones, en los últimos cinco meses, un hecho que confirma la trascendencia de extinguir el despilfarro, cobijado en estructuras organizativas.
Lo que permitió la disminución del consumo fue el cambio de concepción para acometer la tarea con más racionalidad y control. Si antes los organismos asumían la transportación de sus respectivas cargas, como estaba reglamentado, ahora se realiza de manera centralizada.
Lo primero resultó determinar con exactitud el balance de carga que se debía transportar, el trayecto y el índice de consumo de los distintos automotores por kilómetro.
Tampoco fue cuestión fácil, porque hubo que persuadir a muchas personas para imponer el cambio, debido a lo arraigado del antiguo sistema, y a que nadie quiere desprenderse del automotor que tiene bajo su control.
En el municipio se reagrupó el transporte de distintas empresas en una Base Municipal que está responsabilizada con el traslado de las mercancías hacia el territorio o fuera de este y con el trasiego interno entre sus localidades y comunidades.
De esa forma un solo camión puede asumir la carga de disímiles entidades, lo cual no se podía hacer antes, aun con capacidad para acarrear más mercancías.
Según Osvaldo Ramón Guevara, presidente del Poder Popular en Manicaragua, la base cuenta con 50 camiones destinados fundamentalmente al trasiego de alimentos, y en la actualidad están aptos 32, para un índice de aprovechamiento por encima del 70 por ciento.
Destacó que se satisface la necesidad actual de transportación de las mercancías con un menor gasto de recursos, gracias al sistema que comenzó a funcionar en septiembre de 2007 para la zona del Plan Turquino y a partir de este año se extendió a todo el municipio.
En otros territorios del país aplican también esta experiencia que, a juzgar por sus resultados, llegó para sustituir una manera de transportación que amparaba al derroche.
