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La memoria del poeta cubano José María Heredia cobra mayor vitalidad por estos días en la ciudad de Santiago de Cuba, donde vio la luz el 31 de diciembre de 1803 y su nombre inspira la vida cultural, reporta PL.
Uno de los vórtices del homenaje al primer Poeta Nacional está en el conjunto monumentario del reparto Vista Alegre, recientemente remozado por la Oficina del Conservador de la urbe, que le devolvió el esplendor con una esmerada labor de restauración casi un siglo después de su creación.
Otro punto que marca el tributo al autor de Himno del desterrado y Oda al Niágara está en el teatro principal de la ciudad, que lleva su nombre y recibió los beneficios de una reparación general tras unos 18 años de funcionamiento como sede de actividades nacionales e internacionales.
En pleno corazón citadino, a pocos metros del céntrico parque Céspedes, la casa natal del bardo acoge diariamente a visitantes foráneos y del país interesados en conocer la vida y la obra de Heredia, considerado también el primer poeta romántico de América.
La modesta morada, convertida en museo, está ubicada en la calle homónima, que en la década de los 80 del pasado siglo acogió una novedosa experiencia de promoción y quehacer cultural convertida en referencia para la nación.
Numerosas escuelas y otras instituciones culturales y sociales llevan el nombre del vate, indisolublemente ligado a la espiritualidad de una villa que frisa los 495 años.
Con una corta vida que apenas alcanzó los 36 años, Heredia dejó una vasta obra que se extendió al derecho, el periodismo y la traducción, en los cuales reflejó vivencias de sus largas estancias en México, Venezuela, Santo Domingo y Estados Unidos, concluye el cable de PL.
