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MAJAGUA, Ciego de Ávila.— El crecimiento en la producción de tomate reportado en los últimos años significó el ahorro de ocho millones de dólares por sustitución de importaciones, según trascendió en el inicio del acopio de esa hortaliza en el país.
El viceministro de la Agricultura Juan Pérez Lamas señaló que ese aporte aún se encuentra lejos del verdadero potencial de los productores cubanos, quienes este año deben enfrentar una cosecha estimada en 104 000 toneladas.
Pérez Lamas asistió en la Fábrica de Conservas del municipio avileño de Majagua al comienzo de la campaña del tomate, en la cual participan todos los territorios del país, en especial Ciego de Ávila, con un plan de 20 800 toneladas; Pinar del Río (18 100) y La Habana (11 200).
Otras provincias, donde se concentra el 90 por ciento de la producción nacional, son Villa Clara, Granma y Sancti Spíritus, con más de 9 000 toneladas cada una; Camagüey, con 8 000 y Holguín con 5 300.
Según directivos de la Agricultura, hoy la media de los rendimientos del tomate se ubica entre 17 y 20 toneladas por hectárea. El propósito del país, de acuerdo con estudios, es incrementarlos de forma paulatina hasta llevarlos a 40.
Osmar Méndez de La Fe, director de Hortalizas en el Ministerio de la Agricultura, afirmó que los crecimientos en esa hortaliza permitieron que Cuba no importe desde hace dos años tomate u otros de sus derivados para el mercado interno o en frontera.
Este año, por la fuerte sequía, los indicadores se estimaron por debajo de la contienda anterior, cuando se recogieron 125 000 toneladas. Sin embargo el volumen de acopio debe ser importante, por lo que la Agricultura adoptó medidas para impedir pérdidas de cosechas en el campo.
Entre otras decisiones se trabajó por una mayor integración entre productores y la industria; mantener la estimulación a los campesinos por el acarreo de las producciones a la industria, y mantener un programa de construcción de envases como una de las prioridades en la actual campaña.
