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Proceso eleccionario cubano marcha sin contratiempos

Así la reafirmó Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, quien dijo que todo se desarrolla sin contratiempos desde la convocatoria librada por el Consejo de Estado

Autor:

Francisco Mastrascusa

La certeza de contar con un sistema electoral signado por «una transparencia única en el mundo» fue ratificada durante la Mesa Redonda de este miércoles por Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

En este país tenemos, entre otros muchos, el privilegio de poder decir que «la democracia es la autoridad del pueblo», expresó Alarcón.

Al iniciarse el proceso de nominación de candidatos a delegados, coincidiendo con el 115 aniversario de la Guerra Necesaria organizada por José Martí, fueron programadas las primeras 175 asambleas en todos los municipios del país.

El proceso eleccionario marcha sin contratiempos a partir de la convocatoria librada por el Consejo de Estado.

Los sufragios abarcarán 10 093 circunscripciones que comprenden 50 907 áreas en total, donde prevalecerán la ética y experiencia por parte de las más de 78 000 autoridades electorales emplantilladas.

«Ahora empieza uno de los momentos más importantes en la vida de nuestra sociedad», afirmó Alarcón, al mismo tiempo que hizo un llamado a la prensa extranjera acreditada en Cuba para que asista a algunas de las asambleas de nominación y escriban sus experiencias.

El también integrante del Buró Político recordó cómo los cubanos «ejerceremos un derecho que miles de millones de personas no pueden disfrutarlo en el mundo».

Recordó Alarcón que Cuba tiene dificultades objetivas y limitaciones materiales reales emanadas sobre todo por el bloqueo imperialista, recrudecido por la crisis económica global y por nuestras condiciones de país subdesarrollado.

En tal sentido añadió: «No solo esos factores son los que explican nuestros problemas. Hay otros que tienen que ver con desorganización, falta de control, desvío de recursos, despilfarro, robo, ineficiencia o malos servicios».

El Presidente del Parlamento cubano apuntó que estos problemas los podemos resolver, independientemente de las cuestiones objetivas imperantes o las situaciones meteorológicas adversas que puedan presentarse.

Sentenció que el delegado puede incidir, acompañado por el pueblo, en la solución de los problemas subjetivos que afecten su circunscripción.

«Está latente el llamado a romper esquemas y destrabar todos los frenos, porque uno de los principales problemas que enfrentan los delegados está relacionado con la morosidad de los superiores y la ignorancia de sus funciones», argumentó.

A punto de ponerse en marcha el décimo cuarto proceso de nuestras elecciones en la base, Alarcón hizo un llamado de atención a que «todos debemos participar en un sistema que cada vez debe ser más nuestro».

Todo marcha sobre rieles

Durante la Mesa Redonda se informó que todo marcha sobre rieles, a partir de la convocatoria librada por el Consejo de Estado, y de ello dieron fe Ana María Mari Machado, presidenta de la Comisión Electoral Nacional y Jorge Lezcano Pérez, director de la Oficina de Información y Difusión de la ANPP.

«Ya se hicieron las comprobaciones de las listas de electores con el apoyo de las organizaciones de masas.

En estos momentos hay registrados más de ocho millones 400 mil cubanos con derecho al voto.

Aquellos jóvenes que arriben a 16 años el mismo día de las elecciones están convocados a estrenar su derecho al voto, pero con anterioridad pudo darse el caso también que ese joven sea propuesto como futuro delegado. Se recordó además que en cada circunscripción pueden seleccionarse un mínimo de dos delegados y ocho como máximo.

Quien considere tener las condiciones, tiene el derecho de autoproponerse, cuestión que los vecinos tienen el derecho de ratificar o rechazar, y se establece que al momento de elegir, los propuestos deben estar presentes y de no ser así, al menos debe habérseles consultado previamente.

Las comisiones electorales a todos los niveles tienen la función de organizar, dirigir y validar el proceso en que estamos enfrascados y deben hacerlo con ética y profesionalidad.

Se hizo énfasis en que debemos tener presente que en nuestra Constitución están plasmados varios artículos referentes a la importancia del poder del pueblo con el delegado, como punto de partida para ejercer el gobierno en el territorio.

Está instituido que el delegado siempre realiza su labor voluntariamente, pero tiene la obligación de trabajar para conocer los problemas que existen en su radio de acción y, al mismo tiempo, las direcciones estatales y administrativas tienen la obligación de atender las inquietudes que emanan desde la base.

El delegado es un gran fiscalizador y controlador de la obra de la Revolución en su patria chica. El pueblo debe tener una visión superior de las responsabilidades del delegado, porque una vez elegida esa persona puede llegar incluso a ser miembro del Consejo de Estado, nuestro máximo órgano de Gobierno.

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