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El Circo Nacional de Cuba «aterrizó» en JR para celebrar el cumpleaños 45 del diario Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
El recibidor donde a menudo confluyen correctores, diseñadores, reporteros, fotógrafos... de nuestro diario, se convirtió por arte de magia en una carpa de circo.
Y no fue la maga Ariadna la única responsable, al transformar pañuelos en palomas o sacarles diferentes colores a unos penachos dóciles en sus manos. Fue, eso sí, la conjunción amiga de jóvenes talentosos que escogieron entre sus divertimentos para regalarnos en una tarde, toda la alegría y destreza que acompaña al buen arte circense.
Al espectáculo no le faltaron malabares con bolos y diábolos, sumándole a ello el artista Yandry Vera la expectación del equilibrio sobre un monociclo. Tampoco se ausentó la fuerza, tenaz en las acrobacias del dúo Reik, que encarnan Ernesto Arencibia y Raiko Hernández, quienes asombraron con sus paradas de manos.
Para desafiar los límites de la rigidez humana, se conjuró la gracilidad de la contorsionista Digna, y en el cuadrante giratorio Madelaine Vázquez llegó para hacer volar cualquier sospecha de que este, nuestro espectáculo, por ser el techo bajo, iba a prescindir de tamaño artefacto.
Cosa de otro mundo, del de la risa, fueron los payasos. Entre un número y otro, Metebulla y Cantaleta trajeron la algarabía, el choteo criollo, la franca carcajada. Y en esa eterna profesión de divertir a los presentes, no escatimaron «romper» relojes ajenos o convocar a un alocado certamen de baile, sin máscaras, pero con pelucas.
Así, alegrando el corazón, se presentó el Circo Nacional de Cuba en JR que, gustoso, lo congeló en imágenes, para propagar en justa retribución, un aplauso en forma de sonrisa.
