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Procederes menos riesgosos en cirugía cardiológica

El primero se le realizó al niño Damián Águila, de 16 meses, para cerrarle un vaso que une la aorta con la arteria pulmonar, sin necesidad de tener que abrirle el tórax como se hacía antes, reveló el cardiólogo intervencionista Rosendo Ibargollín Hernández

Autor:

Nelson García Santos

SANTA CLARA, Villa Clara.— La introducción de dos nuevos procederes intervencionistas en el Cardiocentro Ernesto Guevara, de esta ciudad, por vez primera en el interior del país, garantizan una recuperación más rápida y resulta muchísimo menos riesgosa para los pacientes.

El primero se le realizó al niño Damián Águila, de 16 meses, para cerrarle un vaso que une la aorta con la arteria pulmonar, sin necesidad de tener que abrirle el tórax como se hacía antes, reveló el cardiólogo intervencionista Rosendo Ibargollín Hernández.

Este proceder permite sellar el vaso con un dispositivo colocado en un catéter que se introduce desde la arteria pulmonar hacia la aorta.

Subrayó Ibargollín Hernández que este vaso, al nacer el niño, normalmente se cierra, pero cuando no ocurre, como en el caso operado, crea una sobrecarga de volumen de sangre en el pulmón. Esto ocasiona una hipertensión pulmonar que puede provocarle una insuficiencia cardiaca con peligro para su vida, precisó.

Significó el cardiólogo intervencionista que con este tipo de procedimiento la estadía hospitalaria es de 48 horas y solo puede ocasionar mínimas complicaciones, además de que prácticamente no deja secuelas.

En el Cardiocentro se atienden entre 10 y 12 pacientes por año con esta anormalidad, que se diagnostica desde los primeros meses de vida. Por lo general el procedimiento se les realiza a los 12 meses, aunque si fuera necesario se les puede practicar antes.

También tres pacientes fueron operados con éxito para cerrarles una comunicación interauricular que ocasiona que se mezcle en el corazón la sangre oxigenada y la que no lo está, lo cual causa hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca. Esa situación pone en peligro la vida de los que padecen esa anomalía congénita.

Ahora se resuelve el problema también sin tener que abrir el tórax al paciente, y mediante un catéter con un dispositivo introducido por la vena femoral se le cierra el orificio que provocaba la mezcla de sangre con un material sintético en el tabique interauricular.

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