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Un conjunto de útiles soluciones ideadas por el técnico Alfredo Manuel Lorenzo, posibilitó reparar en los últimos dos años más de mil de los equipos eléctricos distribuidos a la población para su uso en la cocina.
Esta iniciativa, puesta en práctica en el norteño municipio de Jesús Menéndez, resultó uno de los trabajos relevantes en la última etapa del XVI Fórum de Ciencia y Técnica en la provincia de Las Tunas.
El aporte surgió a partir de la necesidad de solucionar las roturas de las ollas arroceras y de presión eléctricas, cocinas y calentadores, todos de fabricación china, que han sido distribuidos en Cuba para ahorrar energía y facilitar las labores domésticas en la preparación de los alimentos.
Lorenzo, quien labora en el taller La Aguja, explicó que la experiencia ya se extiende a otros territorios de Las Tunas y a los municipios de Gibara y Calixto García, en la vecina provincia de Holguín.
Entre las soluciones se incluyen la recuperación de las resistencias del calentador y del conmutador de las cocinas eléctricas, además de la reparación del contacto de platino en las ollas arroceras, algunas de las dificultades más comunes que se presentan en estos equipos.
En el caso de las ollas de presión, la rotura de las agarraderas o mango del modelo YBD es un problema frecuente, por lo que se aplica con muy buenos resultados la sustitución de este componente con el de otro modelo de este equipo.
El conjunto de soluciones también abarca la fabricación en el taller La Aguja de arandelas de neopreno, que sustituyen a las de silicona empleadas para el ajuste del vástago de las ollas.
La iniciativa de Lorenzo pudiera aplicarse en toda la Isla, si se considera que, según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, sólo en el caso de las cocinas, el número de reparaciones que realizan cada año los talleres de servicios del país oscila alrededor del millón y medio.
