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El mes de noviembre tuvo los mejores resultados en el turismo internacional

Crece en cuatro por ciento el arribo de visitantes a Cuba. Aunque no cubrirán el plan previsto, los ingresos en el año tendrán mayor dinamismo que el arribo de viajeros

Autor:

René Tamayo León

EL turismo internacional acumuló hasta el cierre de noviembre un crecimiento del cuatro por ciento. El arribo de personas al país en lo que hasta entonces iba de año sumó 2 268 674, lo que significa 86 380 más que en igual período del año anterior.

Según publica la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en su más reciente Servicio Informativo digital, en el pasado mes acogimos a 200 334 viajeros.

Continuó así la tendencia al alza que de manera general muestra este mes en la última década: solo en los últimos cuatro noviembres promedia un crecimiento de casi diez por ciento.

Fue por tanto el mejor noviembre de la década y —por carambola— el de la historia del turismo internacional en Cuba.

Más allá de estos datos, recién se conoció que la cifra prevista de visitantes extranjeros para 2010 ya se había cumplido en las primeras semanas de diciembre. Lo anunció el General de Ejército Raúl Castro el pasado 18 de diciembre, durante su discurso en la clausura del más reciente período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Si de ingresos se trata, empero, el año terminará con un incumplimiento respecto al plan, como también señaló el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en el Parlamento.

No llegarán a lo que deberían. No obstante, es pronosticable que los susodichos ingresos tengan mayor dinamismo que el arribo de viajeros. Solo en los primeros nueve meses del año, el incremento de estos fue superior en 3,5 por ciento a igual etapa del año anterior, y un punto por encima del arribo de visitantes hasta septiembre (2,5 por ciento).

La última cifra disponible, dada a conocer en la publicación «Turismo. Principales indicadores. Septiembre 2010», también de la ONE, indicaba que las entidades turísticas habían obtenido hasta entonces ingresos por más de 1 205 millones de pesos convertibles (CUC).

Los resultados oficiales pusieron en signo positivo el mal desempeño de 2009, cuando, a pesar de una escalada en viajeros, se verificó una pronunciada caída en sus gastos.

Fue un resultado, según consenso experto, de la agudeza de la crisis económica internacional en ese año —la cual, por cierto, aún se mantiene—. Entonces los que pudieron, no dejaron de viajar, pero lo pensaron dos veces a la hora de abrir el monedero.

La locomotora en su riel

El turismo internacional en Cuba despegó hace algo más de 20 años. En término de vida humana, apenas ha salido de la adolescencia; en lógica económica, creo que aún anda en pañales. Sin embargo, ha resultado ser un alumno aventajado.

Es muestra de una exitosa política que, pese a los vaivenes de los mercados —crisis mediante—, inexperiencias e insuficiencias propias —unas lógicas, otras injustificables—, refuerza el papel de este sector como locomotora económica del país, al menos en los próximos años.

El Turismo estará marcado por el 2011. Según el Plan de la Economía para el año que toca a las puertas, deberá crecer en ingresos 29,5 por ciento, y en número de visitantes 10,3 por ciento.

¿Meta dura? Bueno, si está en el Plan, no lo debe ser. Las últimas cuatro jornadas de sesiones de la Asamblea Nacional evidenciaron que cada número del Gobierno —a veces pareció que hasta en lo milimétrico— está puesto con conciencia y certidumbre de causa. Y nadie, al menos públicamente, protestó.

Las últimas informaciones de los medios de prensa nacionales evidencian optimismo en el sector. El crucerismo, los anuncios de nuevas líneas aéreas que tocaron tierra desde Rusia a Canadá, Europa y más allá; inversiones, complementaciones…

De que vendrá más gente, nadie duda. Algunos son nuevos mercados que tienden a gastar más, otros quizá hagan oídos sordos cuando la «cartera grita», pero muchos pensarán dos veces sus gastos si el servicio no parece ser lo que ellos esperan.

El alza en los arribos de visitantes depende mucho de la creatividad y la iniciativa en la promoción de nuestro producto turístico, en lo cual se ha avanzado bastante, además de las condiciones naturales y sociales del país, que se «venden» por sí solas, gústeles o no a los difamadores.

El incremento de los ingresos, sin embargo, tiene que ver mucho con la calidad de los servicios. Ese es el termómetro. Y la parada se puso alta. El Plan dice. Y dirá…

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