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Cada vez que en Cuba hacemos elecciones estamos reafirmando nuestra soberanía, al contar con un sistema electoral auténtico, que no ha copiado sus esencias de ningún otro en el mundo, y sobre todo, no responde a grandes maquinarias mediáticas o propagandísticas motivadas por el dinero, aseguró Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Tras ejercer su derecho al voto Alarcón destacó que el sistema electoral de Cuba es la continuidad de las tradiciones llegadas desde los tiempos de los mambises, en las guerras independentistas del país.
El también miembro del Buró Político destacó a la prensa que la constitución de la nueva candidatura sucede en momentos trascendentales para Cuba, enfrascada en un proceso de actualización económica, a partir de diversas transformaciones.
En estos escenarios las asambleas, desde el nivel de base, tienen un papel esencial en el fortalecimiento de la sociedad y el socialismo, significó.
Alarcón precisó que la diversidad en la composición del Parlamento cubano es un reflejo de la constitucionalidad y los derechos de todos los cubanos en el ejercicio del sufragio.
«Cada elección implica un proceso de renovación, en el que la mayoría de los candidatos son propuestos por primera vez; mientras que otros al ser ratificados por su labor, dan continuidad al sistema constituido en etapas anteriores», concluyó.
