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Crean nuevas comunidades agrícolas en Pinar del Río

La iniciativa de convertir en viviendas antiguas escuelas en el campo forma parte de un programa gradual de apoyo a la producción agroalimentaria, que beneficiará en este territorio a unas 250 familias

Autor:

Mayra García Cardentey

PINAR DEL RÍO.— Tres comunidades agrícolas quedaron inauguradas aquí como parte de la primera etapa de un proyecto que beneficiará a unas 250 familias de campesinos, y que tiene el propósito de mejorar las condiciones de vida del trabajador rural, lograr estabilidad en la fuerza laboral en el sector y potenciar la producción agroalimentaria.

Las antiguas escuelas en el campo Combate de Isabel María, Combate Tumbas de Estorino y Benito Juárez, conforman estos recintos de entre 80 y 90 apartamentos, que constituirán, en calidad de arrendamiento, facilidades habitacionales para parte del personal agropecuario activo de la zona.

«Esta es una fase inicial, y no basta con entregar la infraestructura habitacional para mejorar la calidad de vida del campesino. El proyecto estará completo cuando se encuentren produciendo las 1 200 hectáreas de la zona», insistió Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura.

Según el titular, la iniciativa forma parte de un programa gradual de apoyo a la producción agroalimentaria. «La propuesta incluirá constituir unidades básicas de producción cooperativa alrededor de las antiguas escuelas en el campo. Esto se hará de manera ordenada y con la exigencia que demanda el cumplimiento de normas de convivencia y poner en producción las tierras colindantes», explicó.

Las viviendas, consideradas de alto estándar y pertenecientes a los medios básicos de la Empresa provincial de cítricos Enrique Troncoso, serán entregadas a parte de los más de 350 usufructuarios de los lugares cercanos a cada instalación, además de aquellos aspirantes a asumir esta modalidad de trabajo en las más de mil hectáreas de los alrededores.

Cada comunidad cuenta con apartamentos de uno a tres cuartos, bodega, un salón de belleza, seis locales de uso común destinados a almacenamiento de productos, implementos agrícolas u otras funciones, en dependencia de las necesidades de la vecindad, y una oficina de la Policía Nacional Revolucionaria.

Una segunda parte del proyecto comprenderá la creación de áreas anexas para la salvaguarda de animales y maquinaria agropecuaria.

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