24
Con más de un kilómetro de extensión, el Paseo del Prado ofrece un vívido y diverso mosaico cultural de nuestra nacionalidad. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:51 pm
Construido en 1772, el Paseo del Prado surgió como una necesidad ante el crecimiento de La Habana y con los años se convierte en una ancha calzada con más de un kilómetro que deviene en principal vía de comunicación.
Fuentes, parques, cines, teatros, hoteles, monumentos históricos y palacios residenciales de las más variadas formas en el diseño se erigieron en áreas aledañas a esta gran alameda que llegó a convertirse en el centro de la vida social de la Ciudad capital.
A los árboles presentes en la arteria se sumaron grandes farolas de hierro, bancos de piedra de mármol, pétreos elementos ornamentales, como los leones de bronce que la custodian en toda su extensión, y que fueron esculpidos con los cañones que en un tiempo defendieron a la urbe.
La rica historia, la majestuosidad y belleza de sus construcciones, intensa vida cultural y social continúa siendo atrayentes atributos que hacen de este paseo uno de los espacios preferidos de cubanos y extranjeros, y escenario de inigualable atractivo para enamorados, músicos, jóvenes e historiadores.
Juventud Rebelde obsequia varias imágenes captadas por el fotógrafo Roberto Suárez que muestran un vívido y diverso mosaico cultural de esta singular arteria.
