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Si los pronósticos se cumplen a pie juntilla, el invierno que empezó no será tan cálido como los de años anteriores y lloverá según la media histórica del período. Además, si se establece el evento El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), este será débil.
El Centro del Clima del Instituto de Meteorología recién emitió sus Perspectivas climáticas para Cuba. Período diciembre 2014-abril 2015, «confeccionadas a partir del análisis de la evolución de los factores que regulan las variaciones del clima y de los resultados de modelos de predicción climática».
La tradicional evaluación científica, disponible en su página digital www.met.inf.cu, cubre dos trimestres, diciembre/febrero y febrero/abril.
Según aclara el Centro, la confiabilidad de los modelos disminuye con el transcurrir de los meses, por lo que las perspectivas que estamos reseñando brindan una información más detallada para el primer trimestre y descripciones generales para febrero-abril.
Los autores también indican que tales predicciones caracterizan al período estacional en su conjunto, por lo que no significa que cada mes «tiene que presentar el mismo comportamiento que el esperado para todo el trimestre».
Los abrigos... en su marca, listos
El Centro del Clima prevé que durante el próximo período diciembre-febrero se registren temperaturas medias cercanas o por debajo de lo habitual en esta época del año en las regiones occidental y central, así como cercanas a lo habitual en la región oriental. «Por tanto se espera que el presente invierno no sea tan cálido como la mayoría de los que lo han precedido».
La dependencia del Instituto de Meteorología explica que la época más fresca del año comienza en noviembre, cuando normalmente «la temperatura media disminuye con respecto a los meses anteriores», y que dentro del período «destacan diciembre, enero y febrero como los que habitualmente registran las temperaturas más frías».
Sobre las lluvias, los especialistas de la prestigiosa institución científica esperan que de diciembre a febrero ocurran totales de precipitación cercanos a lo normal en todas las regiones del país.
Recuerdan que entre noviembre y abril en el archipiélago se desarrolla el período poco lluvioso, cuando se registra, aproximadamente, el 20 por ciento del acumulado anual de las precipitaciones.
¿Un niño poco «travieso»?
El Centro del Clima del Instituto de Meteorología alerta que «aún es posible» que un nuevo ENOS se desarrolle en el actual invierno, pero «en tal caso sería un evento débil».
Según ha explicado a lo largo de los años el Doctor Ramón Pérez, climatólogo cubano de gran prestigio, y reseñado el colega del periódico Granma Orfilio Peláez, «el ENOS es un complejo proceso de interacción océano-atmósfera, caracterizado por un calentamiento anómalo de las aguas superficiales del mar en una amplia franja del océano Pacífico ecuatorial que se extiende desde su porción central hasta las costas de Sudamérica (El Niño), lo cual ocurre acompañado de una inversión a gran escala de los centros de alta y baja presión ubicados en el océano Pacífico oriental y occidental, respectivamente, la denominada Oscilación del Sur».
La predicción de los científicos cubanos para este invierno señala que «si bien las circulaciones oceánica y atmosférica se han caracterizado en los últimos meses por la permanencia de condiciones neutrales en el océano Pacífico ecuatorial, las anomalías positivas de la temperatura superficial del mar se han incrementado durante el pasado mes de octubre en el Pacífico ecuatorial centro-oriental, con desviaciones superiores a la unidad sobre pequeñas áreas del Este de dicho océano, indicando la presencia de un apreciable sobrecalentamiento».
A su vez —explican a seguido—, las anomalías cálidas de la temperatura sub-superficial del mar se han incrementado nuevamente desde finales de octubre, para alcanzar ahora valores similares a los de septiembre».
Además, en «las últimas semanas se observó un incremento de las anomalías de los vientos del Oeste en niveles bajos sobre la mitad oriental del Pacífico Ecuatorial, lo que facilita el traslado de aguas más cálidas hacia dicha región».
Así las cosas. «La mayoría de los modelos de predicción indican la posibilidad de que un nuevo evento ENOS se desarrolle en el presente otoño y perdure hasta la primavera del 2015. Sin embargo, ahora son más los modelos que prevén que las condiciones neutrales prevalecerán».
En resumen, sobre la mesa hay dos posibilidades. Un ENOS débil o condiciones neutras. No obstante, tomando en cuenta los efectos de este evento climático sobre el país, lo mejor es no confiarse, y especial atención deben tener los agricultores.
No debemos olvidar lo que nos han explicado más de una vez nuestros investigadores y que ahora reiteran en su predicción para el período diciembre-abril. El «principal impacto del evento ENOS sobre el clima de Cuba se produce durante el período poco lluvioso del año, cuando se incrementan las precipitaciones, principalmente entre enero y abril del siguiente año del comienzo del desarrollo de dicho evento».
Es verdad, como explica el Centro del Clima, que no todos los ENOS «producen el mismo impacto, debido a la propia intensidad que alcance el evento y a otros factores de la circulación atmosférica y oceánica», pero mantengamos los ojos abiertos y miremos al cielo. Los campesinos conocen sus señales.
No queremos ser alarmistas cuando la Perspectiva del Centro del Clima prevé condiciones sosegadas. Ahora mismo, explica este equipo de investigadores, entre los factores de la circulación atmosférica y oceánica, la Oscilación Cuasibienal (QBO) «se encuentra iniciando su fase de los Estes, menos favorable para el incremento de las lluvias en Cuba».
Sin embargo, lo mejor será seguir los consejos del Instituto de Meteorología de tener en cuenta las predicciones climáticas que se emiten cada trimestre, la siguiente se publicará en enero, y actualizan cada mes.
