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Desarrollar la agricultura es de sí o sí

Al intervenir en el X Pleno del Comité Nacional de la UJC, José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central de Partido, apuntó que la vanguardia política juvenil debe buscar modos más eficaces para llegar a los jóvenes que trabajan en el sector agropecuario, un tema de seguridad nacional

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Si la agricultura en Cuba no se desarrolla, no se desarrolla el país, aseguró este miércoles José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central de Partido, durante el X Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que dedicó su última jornada a evaluar la atención que brindan la vanguardia política juvenil, sus organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles a los jóvenes vinculados con la producción de alimentos.

El también Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros señaló que la producción agrícola, dentro de nuestra batalla económica, es un tema estratégico y de seguridad nacional. El avance en este sector «no es una cuestión coyuntural, es de sí o sí», insistió el dirigente, quien llamó al orden, la comprensión, disciplina, eficiencia y productividad para conseguir resultados en este propósito.

Machado Ventura se refirió igualmente a la necesidad de modernizarnos en esta importante esfera, pero que ello no implique un acomodamiento. Subrayó las condiciones del país y las posibilidades de sus campos en el logro de los objetivos, y reconoció que se erogan más de dos mil millones de dólares en importar alimentos, muchos de los cuales se pueden producir en Cuba.

Con sede en el Centro de Convenciones Lázaro Peña, de la Central de Trabajadores de Cuba, los participantes en el Pleno analizaron entre las principales insuficiencias la necesidad de lograr mayor vinculación de la UJC con la base productiva, priorizando la participación en asambleas y espacios de discusión y debate que tienen los jóvenes del sector agropecuario.

Otras están asociadas con debilidades en la orientación profesional y formación vocacional, mayor atención a las aulas anexas, la calidad de la capacitación a jóvenes trabajadores agropecuarios y cooperativistas, así como el limitado accionar y presencia de la UJC con su influencia política e ideológica en espacios y procesos determinantes para los estudiantes y jóvenes.

En tal sentido, el Segundo Secretario del Comité Central de Partido valoró de imprescindible la contribución de los jóvenes a la producción de alimentos, en un momento como el que vive la sociedad cubana, y añadió que la vanguardia política juvenil debe buscar modos más eficaces para llegar a los jóvenes que viven y trabajan en el sector agropecuario.

Igualmente, no pasó por alto la urgencia de dignificar al joven que trabaja en el campo, una batalla ardua y larga que tiene la UJC, y convocó a cambiar escenarios, mentalidades, a no temer al campo y asegurar la estabilidad de la fuerza laboral joven.

Llegar al campo y quedarse

En el informe se destaca que la presencia de los más nuevos en los sectores vinculados con la producción de alimentos muestra un universo que supera los 115 700 jóvenes trabajadores. De ellos, alrededor de 28 000 en el sector campesino, cerca de 6 700 en el azucarero y aproximadamente 81 000 en la agricultura.

A ese segmento laboral se suman los más de 25 000 adolescentes que estudian en 352 centros de especialidades afines a la producción de alimentos, más 180 politécnicos mixtos donde se estudian especialidades de perfil agropecuario y 763 aulas anexas.

Invitados al Pleno, varios jóvenes que laboran en la producción de alimentos y que ocupan responsabilidades en la UJC, compartieron con los participantes sus inquietudes y aseguraron que nada de lo se haga en atender a ese sector tan importante será suficiente.

Es difícil que exista una CPA que no tenga a un joven en sus filas, afirmó Yorki Navarro Pérez, presidente de una CPA en Ciego de Ávila, quien manifestó que se debe trabajar por que los más nuevos sigan llegando a la producción de alimentos, pero sobre todo que se queden en ella y para eso, expresó, es necesario formar valores.

Gioannis González Rodríguez, de la Empresa Azucarera Uruguay, en Sancti Spíritus, ponderó la necesidad de buscar estrategias para mantener a esos jóvenes que ocupan puestos claves en la economía. «Debemos ir a donde estén, saber qué les preocupa y atenderlos diferenciadamente».

Tanto José Ángel Fernández Castañeda, presidente nacional de la FEEM, como Roberto Soto Martínez, dirigente estudiantil en el IPA Villena Revolución, se refirieron al papel de su organización para motivar a los estudiantes hacia las carreras agropecuarias e insistieron en el gran valor que tiene desarrollar una cultura de la laboriosidad y de la creación de riquezas, especialmente en los ámbitos más cercanos a la producción de la tierra.

Tenemos que fortalecer las aulas anexas e intercambiar con los centros de producción, para saber realmente sobre los perfiles de nuestras especialidades, apuntó Soto Martínez. Asimismo, Fernández Castañeda instó a atender la ubicación laboral y la continuidad de estudios de quienes se forman hoy en las aulas o aspiran a una carrera agropecuaria.

El desarrollo de la tierra pasa por brindarles mayor atención a los más nuevos, dijo Julio García Pérez, viceministro primero de la Agricultura, quien agregó que este sector está necesitado de ellos, por lo que hay que organizar la demanda y su captación, para así asegurar también el relevo de los hombres y mujeres del campo.

José Carlos Santos, vicepresidente primero del Grupo Empresarial Azcuba, señaló que hoy más del 50 por ciento de quienes trabajan en la limpieza de áreas infestadas de marabú son jóvenes, como también lo son quienes conducen las nuevas máquinas KASE, introducidas en la modernización de la industria azucarera.

Sobre la necesidad de ajustar las demandas para la formación de técnicos  de nivel medio y obreros calificados a tono con las prioridades del país, habló Emilio Hernández Chang, jefe de Departamento de la Educación Técnica Profesional del Ministerio de Educación, quien insistió en la calidad que debe primar en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

«Ponerse las pilas»

Durante el X Pleno también se abordó la necesidad de fortalecer la vida interna, estructuras y quehacer de las organizaciones de base pertenecientes al sector productivo, al tiempo de preparar a quienes deben actuar en ese ámbito. En consonancia, Machado Ventura expuso la necesidad de buscar flexibilidades en el trabajo de la UJC —aun cuando se rija por los Estatutos y Reglamentos—, para que los propios jóvenes transformen el espacio donde laboran de modo creativo, sin exceso de indicaciones.

Llamó a que cada lugar adapte su funcionamiento y tareas a sus necesidades y a los problemas que existen allí, en la base, así como a descentralizar las cosas mentalmente, sin abandonar nunca nuestros principios.

Igualmente, insistió en la responsabilidad de los jóvenes de hoy con la continuidad de la Revolución y, por ello, los convocó a no abandonar nunca el sendero que nos ha llevado firmemente hasta aquí.

Tienen que saber lo que les toca hacer. Tienen que ponerse las pilas para enfrentar lo natural e inevitable, que es la desaparición física de nuestra generación, aseguró el dirigente partidista.

Durante el Pleno, donde se evaluó además el estado actual de la militancia, su funcionamiento, los resultados de la política de cuadros y las estrategias de crecimiento, Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria de la UJC, informó sobre un movimiento de cuadros en la organización.

En tal sentido, el Comité Nacional de la UJC acordó liberar de su función como miembro del Buró Nacional para atender la esfera de Jóvenes trabajadores y combatientes, a Jorge Enrique Sutil Sarabia, quien pasa al trabajo del Partido en Camagüey y del cual se reconocieron sus resultados en el trabajo de la Juventud.

Para ocupar esa responsabilidad se eligió a Julio Heriberto Gómez Casanova, quien se desempeñaba como primer secretario del Comité Provincial de la UJC en Ciego de Ávila, y ese cargo lo ocupará Maikel Pérez Valdés, ambos con un trabajo meritorio en las filas de la vanguardia política juvenil.

Asistieron también al Pleno —el último antes del X Congreso de la UJC y que rindió homenaje al aniversario 162 del natalicio de José Martí— Julio César García, funcionario del Comité Central del Partido, y Osmany Pérez Márquez, miembro del Buró Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.

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