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No pasarse la papa caliente

El liderazgo de la organización juvenil fue uno de los temas debatidos en la asamblea de representantes del Ministerio de las FAR y sus unidades de subordinación directa, previo al X Congreso de la UJC

Autor:

Yuniel Labacena Romero

A la hora de elegir a un secretario general para un comité de base o a un dirigente para la organización juvenil, no podemos empezar a pasarnos la papa caliente, pues así sucede en varias ocasiones.

Ideas como esas, expuestas por el cadete José Rolando Puentes, de la Escuela Interarmas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) General Antonio Maceo, emergieron en la asamblea de representantes del Ministerio de las FAR (Minfar) y sus unidades de subordinación directa, previo al X Congreso de la UJC, en la que el liderazgo de la organización juvenil, fue uno de los temas debatidos.

Para José Rolando, un secretario general que emerja de esa forma, como no está a gusto con su misión, reduce el trabajo de la Unión de Jóvenes Comunistas a reuniones monótonas y trabajos voluntarios, sin pensar en cómo cambiar y lograr involucrar de forma creativa a los demás militantes y jóvenes.

El joven expresó también que tienen que lograr que el dirigente de base sea el mejor, y que le interese guiar a los demás. Tenemos que elegir a un joven que esté en contacto directo con los demás y que sepa influir en sus compañeros. Y eso tenemos que hacerlo con el ejemplo y la constancia. Pero, por encima de todo, con el prestigio de los dirigentes, ganado en su conducta cotidiana y en su actitud ante los problemas, subrayó.

Con esos razonamientos coincidió el cadete Osvaldo Alonso, quien consideró que un dirigente de jóvenes debe sentirse responsable de todo el universo juvenil, no solo de quienes integran la vanguardia política. Debe ser ejemplo y vanguardia.

«Tenemos que seleccionar bien entre los jóvenes, pues muchos de ellos tienen suficiente madurez y virtudes para dirigir y no los buscamos ni los preparamos para que asuman responsabilidades», expresó.

El proceso de crecimiento fue otro tema abordado. La guardiamarina Inima Pérez, de la Academia Naval Granma, se refirió a la necesidad de que este proceso tenga calidad y que no sea por cumplir una cifra. Es verdad que hoy hay jóvenes sin motivación para pertenecer a las filas de la UJC, pero su vínculo con la organización, y que formen parte de ella depende de lo que seamos capaces de comunicarles nosotros y que vean un buen funcionamiento.

«No podemos esperar a que los jóvenes quieran ser militantes», aseveró el teniente Jorge Aguilar, de la Unidad de Ceremonia de las FAR, quien ponderó la necesidad de vincular el universo juvenil a las tareas, actividades y debates que desarrollan los integrantes de la UJC, para que desde temprano vean en la organización un espacio importante de participación, de aportar y de ser útiles.

Varios jóvenes, como la teniente Káterin Díaz, insistieron en el papel que les toca en el escenario actual, en que se potencia una política de guerra no convencional, cuya expresión se manifiesta en planes subversivos que pretenden desvirtuar el curso del proceso cubano y negar la historia patria, los valores, símbolos y tradiciones.

El papel protagónico desempeñado por la juventud dentro de las FAR fue destacado por el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido, viceministro primero de la FAR y jefe de su Estado Mayor General, general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, al intervenir en el debate.

«La repoblación forestal, el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo en las unidades militares, y la preparación de la técnica y el armamento, así como la incorporación cada año de cientos de jóvenes a nuestras instituciones armadas han sido tareas impulsadas por los pinos nuevos.

«Eso nos demuestra que la juventud no está perdida, pero hay que apoyarla, guiarla y seguir trabajando con ella; que  los jóvenes sientan las necesidad de pertenecer a la UJC, y que cuando se lo propongan sea un orgullo».

Julio Heriberto Gómez Casanova, miembro del Buró Nacional de la UJC, apuntó que debemos ponerle a las cosas el sentido de lo nuevo y ser creativos en el trabajo de la organización, pues ello llevará a romper la inercia y el formalismo. «El comité de base tiene que discutir lo que le sea más útil, y los jóvenes lo verán como espacio de participación cuando le pongamos dinamismo, el contenido que nos interesa y hagamos más atractivo el trabajo político e ideológico».

A los debates asistieron también el general de brigada Jorge Luis Méndez de la Fe, segundo jefe de la Dirección Política de las FAR, junto a otros jefes y oficiales del Minfar.

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