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SANCTI SPÍRITUS.— Todos los grupos disciplinarios de enfrentamiento a la sequía han sido activados aquí para enfrentar la intensa situación que presentan todos los embalses de la provincia, entre los que se cuenta la presa Zaza, la de mayor capacidad de almacenamiento del país.
De acuerdo con Alberto Eirín González, delegado de Recursos Hidráulicos en Sancti Spíritus, entre las acciones desarrolladas por los miembros de esos equipos se destacan la inspección a las conductoras para detectar fugas y pérdidas de agua; la visita a los centros catalogados como grandes consumidores, así como el diálogo directo con la población para que se tome conciencia de la necesidad del uso racional del líquido.
En esta provincia, dijo, los índices de precipitaciones se mantienen por debajo de los promedios históricos del período húmedo, etapa actual del año.
Es por ello, agregó, que los embalses espirituanos acumulan solo el 19 por ciento de su capacidad y se prevé que la sequía hidrológica que presenta Sancti Spíritus tienda a agudizarse si se mantienen los bajos niveles de lluvia.
Debido a esa situación, según estadísticas de la Delegación de Recursos Hidráulicos en el territorio, la presa Zaza presenta una situación compleja, al encontrarse solo al 14 por ciento de su capacidad, por lo que la entrega del preciado líquido para la actividad arrocera del sur del Jíbaro se ha reducido.
Por otra parte, el embalse Dignorah es el acuatorio con más bajos niveles en la provincia, con solo el seis por ciento de su volumen, seguido por Aridanes, con un acumulado del nueve por ciento.
A pesar del estado de los embalses, la presa Tuinucú, la fundamental en el abastecimiento de agua a la población del municipio de Sancti Spíritus y localidades aledañas, está por encima del 90 por ciento.
La sequía o tiempo seco de larga duración es un proceso acumulativo, por lo que se precisa un uso racional del agua.
Por tal razón, en toda la infraestructura hidráulica del país, compuesta por unas 242 presas, número significativo para enfrentar la sequía, se exige del concurso de todos para actuar conscientemente y hacer un uso racional del preciado líquido.
