Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Lanzadores nacionales salvan su poder en el brazo gracias a la ortopedia cubana

Novedoso proceder ha permitido que atletas de alto rendimiento, especialmente del béisbol, se reincorporen a su deporte sin limitaciones físicas

Autor:

Yahily Hernández Porto

Camagüey.— Más del 80 por ciento de los 18 deportistas intervenidos desde 2008, hasta el presente, fundamentalmente del béisbol cubano, restituyeron sus niveles de rendimiento que poseían antes de practicárseles la operación, gracias a la aplicación de tratamiento quirúrgico, liderado por especialistas del prestigioso Complejo Científico Internacional Frank País, de la capital cubana.

Lo anterior trascendió durante el desarrollo XXVI Congreso Internacional de la Sociedad Cubana de Ortopedia y Traumatología, que tiene lugar en Camagüey, hasta este día 26, y en el que se exponen los más importantes resultados de la ortopedia mundial.

La reconstrucción del ligamento colateral del codo en atletas de alto rendimiento, concentró sin duda alguna, la atención de los delegados asistentes al conclave, que reúne además a importantes firmas y compañías comercializadoras de todo el planeta.

Los pícheres —acotaron los especialistas— son los de mayores posibilidades de contraer la lesión debido al exceso de lanzamientos y por errores técnicos al que muchas veces son sometidos durante su vida deportiva.

Reflexionaron además que los serpentineros tampoco escapan a la lesión, que origina dolor intenso, disminución de la velocidad, cansancio, pérdida del control y muy poca estabilidad en el brazo.

Las lesiones de este tipo requieren intervención quirúrgica y los expertos proceden al injerto, a través de la técnica norteamericana: DANE TJ, del tendón palmar menor, de la mano contraria a la que usa el pitcher, deportista o serpentinero, reduciendo casi al mínimo en el aquejado el daño a los tejidos blandos.

Todo ello permite —aseguraron los expositores— un resultado muy similar al obtenido con el empleo de métodos conservadores o tradicionales.

Insistieron los ortopédicos del Frank País que después del proceder médico el atleta debe estar en reposo por un período no menos de un año e incorporarse a la práctica deportiva solo cuando ha desaparecido el dolor totalmente, padecimientos y molestias.

Explicaron que los intervenidos aunque recuperan su potencia en el brazo, solo pueden extender su carrera entre cinco o siete años más, motivo por el que el proceder médico —aconsejaron— solo debe emplearse en jugadores de alto rendimiento y no así en los de bajo rendimiento o en atletas de categorías menores.

Ante esta anomalía ortopédica desarrollada en atletas de alta efectividad deportiva se exhorta a entrenadores, técnicos y especialistas del ramo deportivo no violar las leyes del lanzamiento establecidas internacionalmente para los pícheres por juegos lanzados; incluso hasta en sus entrenamientos, reducir las bolas de rompimientos tanto como sea posible y prevenir tempranamente esta enfermedad, pues su impacto demoledor pude ser reducido y hasta su aparición si se conoce como surge y llega a establecerse en los atletas.

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