Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cartas, postales… ¿SMS?

El amor de pareja se transforma al ritmo del siglo XXI. ¿Podrán los populares emoticonos imponerse a los trazos del carbono sobre el papel, o seguirán palpitantes las notas amorosas a pesar del reinado digital en el siglo XXI? Una buena interrogante para este 14 de febrero, Día de San Valentín

Autores:

Laura Fariñas Naranjo
Gabriela Sánchez Pérez
Junior Hernández Castro
Karina Rodríguez Martínez

En un mundo influido por el vertiginoso desarrollo de las nuevas tecnologías, las cartas de amor parecieran relegadas a un segundo plano y sustituidas, paulatinamente, por la mensajería electrónica y las redes sociales. ¿Se ha digitalizado el amor?

«Hoy ya no se escriben cartas para enamorarse/ Hoy ya las flores no se ven/ ¿Dónde ha quedado aquel romance?/ Ya no existen los poemas para conquistarse/ Ahora se mandan solo mails». Así comienza Amarte a la antigua, canción del mexicano Pedro Fernández, que resume la tendencia actual de las notas sentimentales.

Condenado al olvido por una gran parte de la población mundial —fundamentalmente jóvenes—, el género epistolar pudiera desaparecer en las próximas décadas, pronostican sus detractores. En cambio, sus nostálgicos defensores afirman que jamás cambiarán la experiencia de escribir una carta de su puño y letra, por textear vacíos caracteres en un dispositivo electrónico.

¿Podrán los populares emoticonos imponerse a los trazos del carbono sobre el papel, o seguirán palpitantes las notas amorosas a pesar del reinado digital en el siglo XXI?

¿El ocaso epistolar?

La imagen de un joven garabateando y estrujando hojas de papel a medio escribir constituye un hecho insólito en una época decadente para la correspondencia postal, servicio que el próximo 1ro. de marzo cumplirá 260 años de creado en nuestro país. Al respecto, Juventud Rebelde indagó con un grupo de jóvenes cubanos.

Dayron Smith, de 14 años de edad, aseveró que en la actualidad los jóvenes prefieren enviar un SMS o correo electrónico y se olvidan de que al escribir una misiva demuestran con mayor intensidad todo el afecto y la entrega a la pareja. «Es una tradición que debemos rescatar», reclamó.

«Al recibir una carta, percibes el interés de ese remitente. Es posible que haya reproducido los versos de algún libro o poemario, pero utilizó su tiempo para crear algo con sus propias manos, una estampa original, propia», expresó Cynthia Martínez, de 18 años.

Su contemporánea Gabriela Alonso agregó: «Un SMS y un email gustan e ilusionan, pero una carta, escrita de puño y letra, ¡enamora! Mientras exista el amor, nunca pasarán de moda».

«No tiene que ser el mejor poema, ni los trazos más elegantes, un sentimiento auténtico es suficiente. Cuando transcurre el tiempo y lees esas cartas, sientes el retorno de todos aquellos recuerdos», comentó Adriana Verdecie, de 17 años. Jorge Luis León, de 65, le da la razón. Él consideró que la calidez y belleza de una carta manuscrita resultan incomparables con la poca sensibilidad apreciada en los textos enviados a través de los SMS y las redes sociales.

En Cuba existen personas que no han desestimado el valor de una epístola manuscrita, pero el temor a que la misiva no sea recibida el día señalado, o la preocupación de que se extravíe antes de llegar al destinatario, propician, junto a la creciente digitalización de la sociedad, que disminuyan los envíos por correo postal.

En la Mayor de las Antillas, cada año, el envío de misivas entre personas naturales desciende de manera considerable, según revelan balances anuales del Grupo Empresarial Correos de Cuba (GECC), perteneciente al Ministerio de las Comunicaciones, dijo a Juventud Rebelde José Manuel Valido Rodríguez, director de Comunicación Institucional en esa entidad.

«Aunque contamos con 815 unidades de correos —221 oficinas principales, 153 sucursales y 441 ventanillos—, en 2014 se realizaron 11,8 millones de envíos, es decir, un diez por ciento menos que en 2013. Aunque no todos los encargos incluían contenidos personales, el declive es evidente», añadió el especialista.

Apuntó que uno de los factores esenciales en el decrecimiento de estos números es el auge de la mensajería electrónica, que posibilita una comunicación más rápida y efectiva. «Esta situación impone la necesidad de introducir variaciones en los servicios que prestamos para hallar soluciones novedosas», consideró.

Postales en el buzón

El cartero llamaba a la puerta. En sus manos portaba un oloroso ramo de flores acompañado de una tarjeta con un emotivo mensaje. Minutos después estaba ella, sentada, emocionada, leyendo una y otra vez aquellos trazos escritos por su amado.

«Cada año, Correos de Cuba realiza campañas en apoyo al 14 de febrero, en las cuales se recrean ambientes íntimos, detalles y gestos de amor, obsequios y actos románticos que rodean a los enamorados», explicó Luigi Dinza Hidalgo, especialista superior postal, y añadió que anualmente la institución distribuye a los puntos de venta de todo el país un total de 600 000 postales, con diez vistas diferentes, dedicadas a la fecha.

Los criterios de las personas en este sentido son divergentes. Marlene Gordon, de 18 años, planteó que la mayoría de esas tarjetas son repetitivas y carentes de originalidad, por lo que prefiere comprar aquellas que se comercializan en los Photoservice. En cambio, Marta Jiménez, de 68 años, opinó que su diseño y diversidad ha mejorado con respecto a ediciones anteriores.

Ada Vázquez García, gestora de venta de la unidad Habana 3, aseguró que la instalación recibió alrededor de 2 000 postales, de la cuales se han vendido la mayoría, aunque existen diseños que han tenido mayor demanda pues representan la ocasión de mejor forma.

El proyecto de este año se elaboró a partir del tratamiento fotográfico de imágenes, aunque se propone una serie con diseños frescos y juveniles que estuvieron a cargo de un grupo de estudiantes del Instituto Superior de Diseño, dirigido por la licenciada Lisandra Cuesta Vasallo.

Entre los planes futuros del Grupo se encuentra la apertura de un nuevo servicio en el sitio web de la empresa, una aplicación mediante la cual el usuario podrá descargar la postal de su preferencia.

El amor en caracteres

Con la llegada de la era digital a nuestro país, la población ha tenido acceso a nuevos servicios brindados por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Desde entonces, la tradicional caligrafía ha sido prácticamente reemplazada por caracteres tecleados sobre pantallas electrónicas.

Walter Pérez, de 20 años, consideró: «Ambos medios, tanto el escrito como el electrónico, reflejan las mismas emociones. La intención es lo fundamental. Con la evolución tecnológica, las cartas de amor están al borde de la extinción».

El envío de cartas a través del correo postal sigue siendo una opción económica y muy útil para comunicarnos con familiares y amigos que viven lejos y no tienen email, ni teléfono, consideró Lizeyda Paredes, de 43 años. Sin embargo, añadió que prefiere estas últimas vías porque son más rápidas y seguras.

Vale destacar que tanto los correos electrónicos como los mensajes cortos no favorecen del todo la expresión de los sentimientos, pues en la mayoría de los casos transcribimos lo primero que nos viene a la mente, sin haber tenido tiempo para releer y repasar lo escrito. Además, es muy frecuente cometer errores en la redacción o luego arrepentirnos de alguna idea expuesta.

Por supuesto, todo depende del modo en el que se usen las posibilidades. Enviar SMS o correos con la intención de estar presente o transmitir pequeños detalles a las personas que amamos es una vía que tampoco debemos desechar del todo. Claro, sin que se pierda la lírica, ¿no?

Luis Manuel Díaz, director de Comunicación Institucional de Etecsa, explicó a Juventud Rebelde que fueron enviados alrededor de 415 millones de mensajes en 2013, cifra que fue casi duplicada al cierre del 2015, cuando se registraron más de 800 millones. En relación con el servicio de correo electrónico a través de la aplicación Nauta, abierto en 2014, dijo que en ese año se habilitaron 430 000 cuentas, indicador superado en 2015 con 906 000.

 

Pasiones en el Chat

Una interfaz atractiva, un muro para postear lo que desees, comunicación instantánea y un chat con un número indefinido de individuos, son ventajas que hoy nos traen las redes sociales.

¿Quién de los que se insertan en el mundo tecnológico no ha dado «me gusta» a una foto, ha iniciado una conversación con un desconocido o ha hecho nuevas amistades?

«Los sentimientos son tan perceptibles en el medio digital como en el escrito», alegó Annette Cruz, de 18 años, y añadió que «comunicarse a través de las redes sociales resulta mucho más factible».

Yojan León, de 17 años, expuso: «Generalmente, cada uno intenta expresar lo mejor de sí para atraer a la otra persona mediante la escritura. Con esta vía es más sencillo lidiar con la timidez, la falta de autoestima y la inseguridad. Si somos honestos, comenzar relaciones de esta manera puede ser positivo, pues los gustos e intereses podrían coincidir perfectamente. La hipocresía y las mentiras, por el contrario, podrían ocasionar desenlaces fatales en el momento de conocerse en persona».

Para muchas parejas, el intercambio de información se vuelve más sencillo por chat, incluso dentro de la misma habitación. ¿Algo positivo? Algunos responden a esta interrogante con la locución: «Las redes te acercan a quienes tienes lejos, y te alejan de quienes tienes cerca».

El amor cambia, ¿Las letras también?

¿Tienen un sobre perfumado y un simple trozo de papel algún secreto que no puedan superar ni los últimos adelantos de la tecnología? ¿O son los SMS, los emails y las redes sociales la llave maestra de la comunicación contemporánea?

Para la licenciada en Psicología Yamaly Acosta Hernández, el concepto que las personas le atribuyen al 14 de febrero ha cambiado. «Hace algunos años el amor era visto de una forma posesiva, autoritaria y dependiente. Pero en nuestros días los sentimientos se expresan con mayor libertad y las relaciones son más abiertas. Al cambiar la noción de algunos individuos con respecto al amor, se ha hecho evidente la transformación en las formas de manifestar el afecto», reflexionó.

«Hace años, escribir una carta simbolizaba un vínculo casi inquebrantable entre dos amantes. Cada día, esa unión parece flexibilizarse, al punto de que basta con un correo o SMS para expresar el cariño. La urgencia temporal con la que viven hoy las personas condiciona el empleo de mensajes de textos y correos electrónicos como forma de comunicación».

La psicóloga consideró que el empleo de las nuevas tecnologías de la informática y las telecomunicaciones depende de dos factores: una parte personal —que implica la aceptación de los individuos y su alcance a estos adelantos tecnológicos—, y un segundo aspecto determinante es la sociedad, pues el ser humano es meramente social y la opinión de otros condiciona en muchas ocasiones la conducta personal.

«Si un joven desea enviar una carta de forma tradicional, puede encontrarse con un conflicto de intereses en su grupo social, porque esa conducta puede no ser aceptada. En la adolescencia y la juventud, el grupo marca la forma de pensar de quienes lo integran», argumentó Acosta Hernández.

Cartas, postales, emails, SMS y redes sociales marcan momentos diferentes, pero su propósito continúa siendo el mismo: comunicar lo que sentimos. Escoger una u otra vía no constituye una acción discriminatoria, lo que importa, en realidad, es mantener palpitante la llama del amor.

Poética

Lo que he escrito

tiene a veces el aspecto gastado de algo

escrito ya por otros

pero también mucho de lo que han escrito otros

lleva mi firma

en la eterna espiral yo soy igualmente

una consecuencia y una referencia

las palabras vuelven siempre

las oscuras palabras cada cierto tiempo

toda palabra tiene pasado

toda palabra hizo ya el amor

pero no hay palabras de uso

cada palabra tiembla de nuevo

entre las manos del escritor.

Luis Rogelio Nogueras

 

Amor, se acerca la fecha de los enamorados y una vez más continuamos separados; todos los años decimos lo mismo, ¡este será el último!

Deseo despertar a tu lado y abrazarte como lo harán la mayoría de las parejas, de las que hoy siento envidia. Derecho que nos han arrebatado por mucho tiempo; más de 14 años sin besarte, sin tocarte, conformándome solo con oír tu voz en una llamada, cuando se puede, una postal o algún detalle gracias a la creatividad que te caracteriza y al apoyo solidario de quienes brindan sus esfuerzos por arrancarnos una sonrisa de felicidad.

Revisando unos papeles y fotos me detuve en las últimas que nos tomamos el día de mi cumpleaños en enero de 1998 y no pude dejar de pensar en lo felices que estábamos y éramos en ese entonces, nuestros ojos lo decían todo.

«¿Dónde está mi primavera? ¿Dónde se ha escondido el sol que mi jardín olvidó, que el alma me marchitó?», como dice la canción.

Me descubrí soñando que ya estabas libre, de vuelta en casa junto a mí, y en un fuerte abrazo te pedía que no volvieras a dejarme sola. ¡Llega tiempo!, como sueles expresar.

Por eso en este día de felicidad, romance y regalos no encuentro mejor obsequio para ti que ofrecerte mi futuro, porque ya eres dueño de mi pasado y de mi presente.

¡¡¡FELICIDADES!!!

Por favor, regresa pronto, te necesito, te amo.

Tu Bonsái,

Carta de Adriana Pérez O’Connor a su esposo Gerardo Hernández Nordelo, 7 de febrero de 2012.

 

Todas las cartas de amor son ridículas...

Todas las cartas de amor son ridículas.

No serían cartas de amor si no fuesen

ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor, como las demás, ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,

tienen que ser ridículas.

Pero, al fin y al cabo, solo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor

sí que son ridículas.

Quién me diera el tiempo en que escribía

sin darme cuenta cartas de amor ridículas.

La verdad es que hoy mis recuerdos de esas cartas de amor sí que son ridículos.

Fernando Pessoa, poeta portugués

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.