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Internet en casa

Desde que Etecsa ofrece un nuevo servicio a quienes viven en dos consejos populares de La Habana Vieja, ya son más de 600 los hogares que lo han contratado

Autor:

Yunet López Ricardo

Como muchos otros en la calle Mercaderes de La Habana Vieja, hoy el joven Frank Javier Carvajal, de 24 años, revisa su correo electrónico, busca información o entra a Facebook desde el ordenador de su hogar a través de Nauta Hogar, uno de los seis proyectos que —junto a las salas de navegación, áreas públicas wifi, internet en el móvil mediante 3G, conectividad a las entidades y servicios de contenidos— desarrolla la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), como parte del programa de informatización de la sociedad cubana.

Desde el 19 de diciembre de 2016 y hasta el 28 de febrero de este año, ocurrió la prueba piloto con la que 858 casas en dos consejos populares del centro histórico de la ciudad, Catedral y Plaza Vieja, tuvieron acceso gratis a internet. Aunque esos dos meses concluyeron y quienes pretenden continuar conectados deben regirse por las tarifas de la institución, el pasado 11 de mayo las cifras mostraron que ya los contratos sobrepasan los 600.

Así lo explicó la ingeniera Amarelys Rodríguez, jefa del proyecto Nauta Hogar, quien dijo además que, aunque aún no hay fechas, Etecsa trabaja actualmente para que el servicio se extienda a otras partes de La Habana y del país.

«Se ha hecho un levantamiento de las capacidades que la empresa tiene para dar servicio de datos en otras provincias. Si bien estas no están en total correspondencia con la cantidad de líneas telefónicas fijas, se pueden explotar en otros lugares. Ahora estamos estudiando los sitios según población, viviendas y telefonía fija…».

Por ello Juventud Rebelde caminó las calles de Catedral y Plaza Vieja, y conversó con varios usuarios en busca de opiniones sobre el servicio.

«Luego de la prueba, que inicialmente fue gratis, decidimos contratar el Nauta Hogar. Por eso pagamos cada mes 15 cuc, que es el precio más bajo por la velocidad más lenta, 256 kbps, y con derecho a navegar en la casa o en cualquier zona wifi», dijo Frank Javier, quien vive exactamente en la calle Mercaderes, entre Amargura y Teniente Rey.

En la acera de enfrente, Caridad Graña aseguró que la primera oferta, la de 15 cuc, «es demasiado lenta, y la de 50, demasiado cara».

Sobre ello la ingeniera Amarelys Rodríguez aclaró que cuando un cliente va a contratar el servicio siempre se le explica qué le permitirá hacer cada tarifa. «Con 256 kbps puede tener acceso a correos, consultar información, pero el uso de varias aplicaciones simultáneas o que demandan un mayor ancho de banda se le dificultará, puesto que no es una alta velocidad».

Pero no solo la velocidad contratada influye, en muchas ocasiones el dispositivo que se usa, ya sea una laptop o una computadora de mesa, puede enlentecer la conexión, pues una PC tiene sistemas informáticos, operativos o aplicaciones instaladas que hacen demorar los procesos.

En ese sentido, la funcionaria mencionó que entre las acciones que puede tomar un cliente para no enlentecer su conexión está el uso de navegadores más compatibles como Google Chrome, Mozilla Firefox e Internet Explorer. Especificó además que, para brindar los servicios de datos, Etecsa configura las velocidades de manera tal que se garantice la velocidad contratada por el usuario.

Si existe una queja por lentitud, Amarelys Rodríguez indicó que «a través de los centros de Asistencia tomamos la decisión de que los asista un técnico, pues es un servicio nuevo para la población, y también para que Etecsa tenga una mayor percepción de lo que está pasando».

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Sin embargo, muchos de los clientes entrevistados insistieron en que Etecsa ponga en sus manos una herramienta para medir a qué velocidad están navegando. «La que tengo ahora la sé porque entro a la página www.fast.com y, al menos en mi caso, nunca me marca los 256 kbps, siempre 190, 200; pero no he llegado a la velocidad por la que estoy pagando», argumentó Frank Javier.

Sobre esto Rodríguez indicó: «Etecsa actualmente está diseñando una herramienta que se ajuste con la mayor veracidad a la configuración de nuestra red; ella estará asequible en la página de inicio de Nauta Hogar, donde se pone nombre de usuario y contraseña».

Pero como aún no existe ese instrumento, Rodríguez aconsejó que cuando el cliente tenga algún problema con la velocidad puede llamar al 08043434, el Centro de Asistencia para los Servicios de datos en la empresa, y allí puede dejar su queja para que próximamente un técnico lo visite.

«Hay muchas aplicaciones en internet que se pueden descargar y por las cuales un usuario puede medir su velocidad, pero no son las recomendadas por nosotros», dijo.

¿Apretar más el bolsillo?

«Aún no me decido a contratar internet. Muchos, como yo, no pueden pagar 50 cuc por tener una conexión realmente buena que deje hacer descargas o conversar a través de videollamadas. Tengo dos hijos fuera del país, me resultaría más cómodo conectarme desde aquí, que tener que ir a la calle, así hasta les enseño la casa», dijo Caridad, una habanera de 59 años.

Asimismo, Vivian Capestane, ama de casa también de la calle Mercaderes, consideró los precios muy altos. «Uno se sacrifica, pero a veces la cuenta no da. Mi contrato es el de 50 cuc, pues el de 15 es muy lento, y cuando bajo contenido de peso, se me van las 30 horas “encantada de la vida”, en dos o tres cosas que quiero descargar».

Al referirse a los precios, Amarelys Rodríguez aclaró que ya hubo un primer ajuste, pero «en eso la empresa seguirá trabajando, para lograr mejores ofertas comerciales del servicio. Aún en La Habana Vieja los usuarios están yendo a contratar. Durante la prueba piloto hubo clientes que no desearon el servicio, unos porque no estaban, otros no tenían el equipo informático, pero ya saben que tienen la posibilidad de acceder a él desde su casa.

«Por tanto, puede existir el caso de que lo contraten quienes no participaron en el experimento de diciembre pasado. Por supuesto, siempre con la condición de que residan en el área definida para la prueba. A través de los centros de atención telefónica queremos hacer acciones comerciales con estos usuarios. También ocurrirán ajustes con las velocidades, vendrán nuevas ofertas; pero a medida que madure el servicio», manifestó.

Al joven Esbel Martínez, durante los meses de prueba le prestaron una laptop, y desde que hizo el contrato utiliza la cuenta a través de telefonía móvil, pues junto a su familia reúne para comprar una computadora.

«Aquí vivimos nueve personas, de ellos seis jóvenes, y entre nosotros estamos haciendo lo posible para pagarlo y a la vez reunir para la computadora, pues el sacrificio vale la pena; es muy útil tener internet en casa.

«Me comunico con mis amistades y es una herramienta de trabajo. Yo, por ejemplo, tengo muchos oficios. Soy técnico medio en Transporte automotor, pero me interesan otras ramas y las he estudiado también. Por eso a veces necesito una determinada información: un plano de electricidad, un manual; y me siento, accedo y lo descargo», comentó.

Vivian afirmó que es muy importante tener acceso a la red, pero solo si se sabe utilizar bien. «En algunos momentos, como todos los jóvenes, mis hijos descargan música, videos, juegos, entretenimiento. Mi esposo es médico veterinario, profesor de la Universidad, y también baja mucha información. Pero, por ejemplo, mi hijo mayor está estudiando Medicina y necesita muchísimas referencias. Él tiene los CD y libros de la Universidad, pero su especialidad hay que actualizarla permanentemente, y en ese sentido, internet es una gran ayuda».

Rubén Monzón, un arrendador de vivienda a extranjeros, aseveró que se ha beneficiado luego de contratar el servicio. «Pago 15 cuc, pero ya he pensado comenzar a pagar 50, pues la internet le ha venido muy bien a mi negocio».

Aun cuando existen insatisfacciones debido al precio o la velocidad de la conexión, Amarelys Rodríguez, directiva de Etecsa en La Habana, calificó de positivo este experimento, pues «el pueblo tiene necesidad de acceder a internet y explotar las facilidades que dan no solo las aplicaciones más utilizadas para comunicarse, sino muchas otras, y la empresa trabaja para que llegue lo más segura posible a la gente».

Nauta Hogar es hoy un nuevo servicio que Etecsa ofrece a quienes viven en dos consejos populares de La Habana Vieja y que piensa extender a otras provincias del país.

No obstante, muchas personas, incluso dentro de Catedral o Plaza Vieja, no tienen una línea fija para su instalación, un dispositivo informático para conectarse o el dinero para todos los meses pagar por el acceso a esa plataforma.

Tener conexión web en los hogares cubanos era impensable hace algunos años y, ahora, constituye un paso más de avance en la accesibilidad pública a internet.

 

 

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