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La juventud dice adiós a este 2017 con las mochilas repletas de aciertos, pero también de no pocos desafíos. Han sido 12 meses intensos, en los que ha sobresalido la participación y protagonismo de los pinos nuevos, lo mismo en la batalla económica, que en la vida sociopolítica del país, la educación, la ciencia, la técnica, la cultura, la defensa, la salud, el deporte y el sector productivo.
Las nuevas generaciones han marchado al ritmo de Cuba, guiadas por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), esa organización, que en el año de su aniversario 55, también tuvo una etapa de mucho bregar en la intención de consolidarse como vanguardia política, no solamente para sus militantes, sino también para toda la juventud.
En ese recuento necesario, recordamos el amanecer del 1ro. de enero de 2017, que sorprendió a los jóvenes ultimando detalles para protagonizar la ya histórica revista militar y marcha del pueblo combatiente, especialmente dedicadas a Fidel y a la juventud, cuando toda Cuba y el mundo seguían estremecidos por su desaparición física. Era el momento de ratificarle a él que los jóvenes cuidarían siempre de la inmensa obra de la Revolución que él condujo.
Así, engrandeciendo nuestra historia patria, se fueron sumando decenas de iniciativas, lo mismo en los colectivos de trabajo y de estudio, que de la defensa; donde tenemos comités de bases, y dondequiera que están y actúan los nuevos, aseguró Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC.
«Hemos trabajado para que nuestros niños, adolescentes y jóvenes se sientan protagonistas y tengan una participación creadora, consciente y entusiasta en todo lo que realizamos, y también en aras de fortalecer nuestra vida interna, estructuras y quehacer, y acrecentar la presencia e influencia de la organización», significó.
Como se apuntó en el 6to. Pleno del Comité Nacional de la UJC, celebrado recientemente, existe un trabajo en ascenso y una labor más integral de la organización, pero todavía hay que seguir afianzando procesos, actividades y acciones. La militancia, en su comité de base, y en todo su radio de acción, tiene que llegar, influir, sumar y contribuir a la formación martiana y fidelista del hombre nuevo del mañana.
«Ser militante no puede convertirse en una rutina», destacó Morfa González. «Para revertir esta idea, hemos tratado de borrar de la mentalidad de los jóvenes el cliché de que los integrantes de la UJC solo se dedican a reunirse y a cotizar. Eso es una barrera para los que nos ven desde afuera, pues perciben a la organización como anquilosada, formal y sin movimiento, y no como un ente vivo, dispuesto a hacer y a transformar, siempre, desde el compromiso.
«Por eso, después de nuestro 10mo. Congreso, hemos apostado por propuestas atractivas, frescas, creativas, por juntar ideas, alegrías y voluntades. Sabemos que todavía no se marcha como debe ser, pero se ha progresado hacia esa meta de lograr la eficiencia y la entrega con amor por lo que se hace», dijo.
La Primera Secretaria de la UJC ratificó que aquel grito salido del alma de los cubanos de todas las edades, y en especial de los niños, adolescentes y jóvenes, cuando se conoció la noticia de la desaparición física del líder histórico de la Revolución: ¡Yo soy Fidel!, y la firma del concepto de Revolución, nos han hecho «crecer durante este tiempo, y nos convida a celebrar con optimismo, compromiso y confianza la llegada de 2018, otro año que será grande para la juventud.
«El año 60 de la Revolución Cubana lo recibiremos haciendo más por el funcionamiento integral de nuestras bases. Desde ahí, y en todos los espacios, trabajaremos en la formación de un joven militante o no, antimperialista, patriota, revolucionario y lleno de humanismo, como dignos herederos de los grandes hombres y mujeres que dejaron su impronta en la historia de la Patria, como el Che y Fidel», dijo.
