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Hay madera para ser mejores

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asistió en la sede del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), al Consejo de Dirección de ese centro del cual nacen las proyecciones de un universo que es motivo de orgullo y pasión entre cubanos  

Autor:

Alina Perera Robbio

 

«Si trabajamos bien podemos lograr los mejores resultados; porque hay madera, hay un camino transitado», expresó en la mañana de este viernes el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante el Consejo de Dirección, correspondiente al mes de agosto, del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).

El tema principal de la reunión que tuvo como escenario la sede del Instituto y que contó con la presencia de Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, de Yipsi Moreno González, miembro del Consejo de Estado, del Presidente del Inder, Antonio Becali Garrido, y de directivos del mundo del deporte, fue el Informe resumen de la actuación de Cuba en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe desarrollados del 19 de julio al tres de agosto en Barranquilla, Colombia.

En sus palabras conclusivas de un prolongado intercambio sobre los Juegos a los que concurrieron más de 5200 atletas y a los que Cuba asistió con una delegación de 535 deportistas, el Jefe de Estado expresó que eventos competitivos de esta envergadura merecen luego análisis de rigor que trasciendan la percepción de directivos, entrenadores, y atletas, para abarcar incluso criterios de la población y hasta de la prensa especializada que suele aportar opiniones esclarecedoras.

Díaz-Canel exhortó a ser objetivos para estimar, con la mayor precisión posible, qué lugar pudiera obtener la Isla en cada certamen deportivo, a tenor con sus condiciones actuales y con las del contexto mundial.

Hay que prestar atención, añadió el mandatario, a lo que están haciendo otras naciones que en otros momentos no nos superaban y que hoy toman ventaja; apoyarse en la ciencia y en los conocimientos académicos como herramientas para capacitar a nuestros entrenadores; y contar con observatorios tecnológicos que pulsen las tendencias del deporte en el ámbito planetario.

De otras ideas habló el presidente cubano: del tratamiento que reciben, cuando se jubilan, los protagonistas del universo deportivo; del valor que tiene agotar todas las posibilidades comunicativas cuando se trata de atraer a quienes pueden ser útiles por sus experiencias; de aprovechar la masividad en el deporte —premisa de la cual depende la calidad—; sin obviar que del correcto uso de las instalaciones deportivas y de unas buenas clases de educación física en los primeros años de vida también dependen los éxitos del futuro.

A propósito de esa complejísima variable que es el ser humano, Díaz-Canel subrayó la importancia de tener en cuenta la preparación psicológica, y no obviar que hay factores, como las emociones, que no caben en algoritmo alguno. Nadie pierde porque quiera hacerlo, dijo.

En una valoración general sobre la actuación de Cuba en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, el informe-resumen destaca la participación de nuestros atletas, dentro y fuera del escenario competitivo, marcada por una positiva actitud. «La característica principal y decisiva de la Delegación Cubana —se lee en la valoración— fue la unidad de sus integrantes y el trabajo en equipo realizado por todos, tanto en la Villa como en todos los escenarios».

Una vez que comisionados nacionales de varios deportes ofrecieron sus visiones sobre el rol de Cuba en los XXIII Juegos, Antonio Becali no pasó por alto que la Isla perdió la supremacía centroamericana que había logrado y mantenido desde 1970 en Panamá. En estas competencias recientes, detalló, Cuba perdió 45 títulos pronosticados al tiempo de obtener 30 que no estaban previstos.

A partir de esa realidad, Becali resaltó la pertinencia de hacer ciencia para buscar objetividad en los pronósticos; y reparó en que hoy el contexto centroamericano es otro: esta vez, por ejemplo, los 37 países del área centro-caribeña confluyeron —algo no antes visto— en los XXIII Juegos.

El peso que tiene un incansable trabajo político-ideológico, el compromiso que debe existir en atletas y entrenadores, saber que la disciplina se modela, discutir los planes de entrenamiento como un ejercicio de ciencia y de superación, aprovechar la riqueza de las glorias deportivas, continuar en la restauración de las instalaciones deportivas, entre otras condiciones cardinales, fueron mencionadas y explicadas por Becali.

Ellas deben formar parte de estilos permanentes, y de lo que se viene proyectando para el deporte cubano de alto rendimiento que está desafiado por los dos eventos restantes del ciclo olímpico 2016-2020 (o sea, los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, en 2019; y los Juegos Olímpicos a celebrarse en Tokio en 2020).

Al valorar la actitud de nuestros deportistas en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, Olga Lidia Tapia resaltó la vergüenza y el sentido de pertenencia de quienes, cuando salen a competir, lo hacen en nombre de todos nosotros.  

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