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HOLGUÍN.-Funcionar e ir más allá de esa condición –lograr incluso lo óptimo-, es una responsabilidad que concierne a cada cubano amante de su país. Cuando en un encuentro con el pueblo el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ofrece argumentos y afirma que echar a andar las cosas e ir arrancándole pedacitos a cada problema es algo que nos toca de conjunto, está volviendo a un concepto compartido por él hace algún tiempo: la Revolución tenemos que hacerla entre todos.
De ese modo se expresó el mandatario, en la tarde de este miércoles, durante un recorrido por obras de la Ciudad de Holguín, las cuales están siendo reanimadas. Como suele suceder, en más de una ocasión Díaz-Canel Bermúdez conversó con hombres y mujeres que le esperaban a la salida de los recintos visitados por él, en un periplo que forma parte de la visita gubernamental a la provincia.
A quienes escucharon con pasión y disciplina, el Presidente les explicó las motivaciones de este tipo de visitas hechas para tocar con la mano los asuntos que deben ser resueltos en la medida de lo posible. «La dirección del Partido y del Gobierno del territorio, del municipio, nos han hablado con mucha transparencia de los problemas que hay con el transporte, con el agua, con el abastecimiento, con la vivienda. O sea, que no hay ninguna mentira por el medio, no hay nada que no conozcamos», dijo el mandatario.
«Tenemos confianza en usted», exclamó alguien desde la multitud; y la voz de una mujer se alzó por encima de otras muchas en algún momento: «Que Dios lo bendiga…».
Antes de esa experiencia en las calles de la ciudad, Díaz-Canel había estado en la Estación Ferroviaria de Holguín, un hermoso lugar, más bien pequeño, donde se trabaja en la remodelación de los baños y en el confort del lugar, en el levantamiento de una cerca perimetral, en el mejoramiento de la iluminación y de una cafetería, así como en talleres importantes para la estación.
Cuando todo esté listo en esta instalación patrimonial, los viajeros podrán contar con información sobre los trenes en tiempo real, para saber si todo marcha bien o hay retrasos. La meta es que ese vórtice que es salida y destino llegue a tener el encanto de un espacio vivo y bien cuidado.
Otro punto en la agenda fue el Merca Hostal, mercado mayorista nacido en octubre de 2018 y destinado a los trabajadores por cuenta propia. En él el Jefe de Estado fue puesto al tanto de cómo hay inscritos 168 clientes y se ofrecen viandas, frutas, granos, y productos en conserva, todo en un ambiente impecablemente ordenado y limpio. «Son caminos que se van abriendo», comentó Díaz-Canel Bermúdez mientras apreciaba al detalle la calidad en la presentación de los productos.
Momento especial, lleno de reencuentros y de abrazos con varios hijos de Holguín, tuvo lugar en el Teatro Eddy Suñol, institución que cumple 80 años y en la cual estaban ensayando una gala con motivo de ese aniversario cuando llegó la visita gubernamental. Como parte del proyecto lírico infantil «Voces de ángeles», una niña cantó como si fuera realmente un ángel, y luego, habiendo disfrutado más arte inolvidable, el mandatario recorrió espacios del teatro.
Otros encuentros en las calles de la ciudad se sucedieron. Un hombre abrazó al Presidente como si fuera su hermano; lo hizo sin pedir permiso. Una anciana le dio tres besos. Y así, de detalle en detalle, se fue haciendo la tarde de recorrido por la ciudad, con alegría, con naturalidad, y con la salvadora esperanza de un pueblo que sabe mucho sobre el duro y fino arte de ir labrando destino propio.
