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Ese Fidel que nunca está lejos

Los jóvenes aprendimos a quererlo y respetarlo, lo hicimos porque nos ha sido muy cercano, como un compañero mayor que aconseja y educa, porque nunca dejó de soñar o de luchar por su país y por el futuro y eso es lo mismo que no dejar de ser joven

Autor:

Juventud Rebelde

Fidel nunca está lejos, nunca está ausente. Nacimos escuchando sus palabras, su verbo retador y firme, enfrentando a un enemigo peligroso y acechante. Cuando queríamos acudir a una enseñanza o a un argumento sólido, buscábamos las palabras de Fidel. El Comandante fue y ha seguido siendo el maestro que todos tenemos y admiramos.

Nuestros padres y abuelos crecieron con el privilegio de saber que él estaba allí, en la primera fila, donde más peligro o esfuerzo demandara la situación. Un líder que nunca pidió sacrificio que él mismo no estuviera dispuesto a asumir. Levantando a Cuba por encima de los odios y los resentimientos de quienes jamás le perdonaron que no dejara morir al Apóstol en el año de su centenario.

Los jóvenes aprendimos a quererlo y respetarlo, lo hicimos porque nos ha sido muy cercano, como un compañero mayor que aconseja y educa, porque nunca dejó de soñar o de luchar por su país y por el futuro y eso es lo mismo que no dejar de ser joven.

Hoy por muchas razones la fecha se convierte en motivo de alegrías para los niños y jóvenes cubanos. Algunos multiplican sus fotos legendarias y admirables, en el podio, en la trinchera, en el deporte, en la salud, en los campos de caña o con su casco de constructor; otros citan sus frases abarcadoras, previsoras y sabias; se cuentan las anécdotas de su hidalguía frente al imperio y su afán por evitar que la patria regresara a un pasado de humillaciones y servilismo que la Revolución borró para siempre.

Fidel está a nuestro lado, en medio de las aulas, en el bullicio de las acampadas, en el entusiasmo de la excursión, en las alegrías del baile, en las manos que aportan, en las redes sociales, en las respuestas categóricas a los que nos sueñan ajenos a los imperativos del país, en el verde olivo de los muchachos y muchachas que empuñan los fusiles, en la seguridad de los niños que ríen en un parque, en la vida salvada por el ejército de las batas blancas, en las victorias de los deportistas, en la perseverancia de todos los que nunca dudamos en sumarnos a la reafirmación contundente de un pueblo, que siempre será FIDEL.

Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas

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