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Amílcar Cabral, un revolucionario de nuestros tiempos

Una entrevista en la sede del ICAP con la  participación del embajador de Guinea-Bissau en Cuba, Abel Coelho Mendoza, fue escenario propicio para recordar la obra de Amílcar Cabral, máximo dirigente del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde, y gran amigo de Fidel

Autor:

Hedelberto López Blanch

La vida y obra de Amílcar Cabral, máximo dirigente del  Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), fue exaltada en una entrevista conjunta en la sede del ICAP con la  participación del embajador de Guinea-Bissau en Cuba, Abel Coelho Mendoza, la encargada de Negocios de Cabo Verde, María Goretti Santos Lima y el diplomático cubano Oscar Oramas Oliva.

Cabral, Ingeniero agrónomo y escritor, organizó en 1956 el PAIGC y enfrentó con las armas, junto a su pueblo, al colonialismo portugués y cuando la victoria por la independencia era inminente, lo asesinaron el 20 de enero de 1973. Los autores fueron ajusticiados por el pueblo.

Nació el 12 de septiembre de 1924 en Bafata, en la entonces Guinea Portuguesa (Bissau), y como expresó Abel Coelho, su extenso y rico legado de lucha anticolonial y por la liberación no solo de Guinea Bissau (GB) y Cabo Verde (CV), sino del continente africano, aun se está recibiendo.  

La historia de un pueblo no puede desaparecer para aprender de los triunfos y los errores y conocer en el lugar dónde estamos y hacia dónde debemos seguir. Nos enseñó claramente el porqué de la lucha, contra quién lo hacíamos y cómo debía concebirse el futuro de la nación.

El pensamiento de Amílcar, aseguró María Goretti, es contemporáneo pues fue un visionario en su tiempo que traspasó las fronteras de África, además de un ferviente internacionalista. 

En sus alocuciones y escritos, agregó la encargada de negocios de Cabo Verde, siempre aludió a la creación del hombre nuevo con el respeto de las culturas tradicionales no solo de GB y CV, sino también de las distintas regiones de África, con una concepción de la lucha contra la injerencia extranjera y la integración de la mujer y los jóvenes en todas las acciones y tareas de la vida.

Al hablar sobre la ayuda que ofreció Cuba al PAIGC, la diplomática enfatizó que fue muy efectiva y necesaria para la liberación de esa colonia portuguesa. Añadió que como Amílcar era un internacionalista, admirador de la Revolución cubana, se sintió honrado con la ayuda que le ofreció el líder histórico Fidel Castro, la cual se extendió a los sectores de la salud y la educación.

Para Abel, desde los primeros momentos hubo una química entre Amílcar y Fidel y se apasionaron con la idea de luchar contra el colonialismo existente en África y abrieron el camino para una colaboración muy sana. Por eso Fidel abrió las grandes puertas al líder guineano y también le presentó a numerosos líderes del mundo que después admiraron cómo Amílcar se entregó a la liberación de la colonia guinea-caboverdiana.

Fue una amistad de corazón y no podemos contabilizar el esfuerzo que hizo Cuba por nosotros, no tiene precio, hombres y mujeres cubanos que se entregaron a esa lucha mientras que la Isla del Caribe ofrecía alimentos, medicinas sin pedir nada a cambio.

Significó Abel que aunque es joven y no conoció directamente a Amílcar, sí ha conocido en Cuba a personas que estuvieron con él y lo ayudaron en todo momento y que podrá transmitir a las nuevas generaciones de su país y de África las historias que estos hombres y mujeres le han contado.

Se habla poco del internacionalismo que practicó y de la presencia de Amílcar en Angola y su contribución al MPLA y su contribución para coordinar su trabajo y experiencias con los movimientos de liberación de todas las colonias portuguesas, recordó por su parte, Oscar Oramas.

Otro aspecto que reclama estudio sobre este líder africano, agregó, es sobre la sociedad interna que quería edificar, el papel que la mujer africana tenía en la lucha de liberación nacional, pues pensaba que de esa forma se liberaba no solo del colonialismo sino de las tradiciones de las féminas en aquellas sociedades.

Yo que lo conocí muy bien, dice Oramas, comprendí que era un diplomático sin par; quien conversaba con él se percataba de su cultura, la capacidad informativa que tenía y siempre a los interlocutores les preguntaba cuáles podrían ser sus contribuciones para ayudar a la liberación y en especial a los pueblos de Guinea Bissau y Cabo Verde.  

Recordemos que Amílcar participó en la Primera Conferencia de los pueblos de África, Asia, y América Latina, la histórica Tricontinental, en cuya sesión plenaria del 6 de enero de 1966 pronunció un memorable discurso antiimperialista.

Al final de su exposición expresó el deseo de que “cada  movimiento revolucionario representando aquí, con las armas en las manos, sea capaz de repetir en su país, al unisono con su pueblo, el ya legendario grito del pueblo cubano de Patria o Muerte, Venceremos”.

En las palabras de clausura, el Comandante en jefe Fidel Castro se refirió a los pueblos de Cabo Verde y Guinea y ratificó que estos estaban representados por uno de los movimientos (el PAIGC) más serios de África y por uno de los dirigentes mas claros y brillantes de ese continente, Amílcar Cabral.

 

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