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De madre a hijo: ¿hay contagio del nuevo coronavirus?

Cuba, en correspondencia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, mantiene la atención rutinaria a las embarazadas y extrema las medidas higiénicas en sus consultas, hogares maternos y hospitales ginecobstétricos

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Estás embarazada y debes velar no solo por tu vida, sino por la de otro ser (o más de uno) que en tu vientre se gesta. Te angustias cada día porque la información relacionada con la COVID-19 pone en riesgo a todos.

Sabes que integras uno de los grupos vulnerables de la sociedad y que de manera habitual se extreman todas las atenciones contigo para que tu embarazo transcurra con normalidad y la alegría reine en tu hogar cuando des a luz.

Sin embargo, y aunque el conocimiento disponible en relación con el impacto del nuevo coronavirus en embarazadas y en recién nacidos es limitado, anhelas saber más, leer más, que te expliquen qué hacer, cómo evitar que algo malo te suceda.

La doctora Noemis Doris Causa Palma, especialista en segundo grado en Pediatría y jefa del Departamento Materno-Infantil del Ministerio de Salud Pública, explica que la gestación acarrea cambios físicos que pueden incrementar la vulnerabilidad de la mujer ante infecciones virales respiratorias, por lo que siempre se les garantiza a las embarazadas un tratamiento prioritario, y en el contexto actual, se exige mantener las consultas rutinarias, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Por ello, como los demás, las gestantes deben adoptar las mismas medidas preventivas para impedir el contagio con el virus: lavarse las manos con jabón y agua o soluciones de base alcohólica de forma frecuente, evitar el contacto directo con personas que estén tosiendo o estornudando, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo o el codo al toser y estornudar, mantener una distancia de un metro como mínimo con los demás y reforzar las medidas de higiene en su casa, a la que, por prudencia, no deben llegar personas de la calle de manera innecesaria.

«Durante la atención prenatal es vital organizar los flujogramas, respetar las medidas y favorecer que las gestantes acudan a sus consultas programadas en horarios de menor congestión para evitar la cercanía con otras personas. En los hogares maternos y en los hospitales ginecobstétricos, como en otras instituciones de salud, se cumplen cabalmente las medidas orientadas porque salvar la vida desde la semilla es también nuestra tarea».

Añade que si la gestante presentara síntomas como fiebre, tos o dificultad para respirar, debe acudir al médico sin temor, porque es parte del protocolo establecido. «Recibirá una atención de alta calidad antes, durante y después del parto, como es de suponer, aun cuando se sospeche o se haya confirmado que tiene la COVID-19, porque es su derecho. Y el personal de salud que la atiende debe asumir las precauciones adecuadas para reducir el riesgo de infección y el de terceros».

Refiere la especialista que, hasta el momento, tampoco existe evidencia de que una mujer pueda transmitir el virus a su feto o bebé durante el embarazo o el parto. Tampoco se ha detectado el microrganismo en muestras de líquido amniótico o leche materna, por lo que no se ha aconsejado separar a la madre del bebé para alimentarle.

Recomendaciones para lactar

  • Usar nasobuco para mantener una buena higiene respiratoria.
  • Lavarse las manos antes y después de tocar el bebé.
  • Limpiar y desinfectar con frecuencia las superficies que haya tocado.

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