Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Huellas cubanas en Venezuela (+ Podcast)

La misión médica de nuestro país se inserta en la batalla que esa nación latinoamericana libra para detener el paso de la COVID-19

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SANCTI SPÍRITUS.— El aroma de la sarrapia, árbol emblemático de esa nación latinoamericana, se mezcla con los del alivio y seguridad que tocan todos los días las puertas de las casas. Las horas se pierden en el ir y venir de un grupo entusiasta con mochilas en las espaldas, nasobucos y un manojo de amor entre las manos. Sólo el agradecimiento les abraza e inyecta  fuerzas para seguir hasta lo más empinado de la comunidad.

Los protagonistas de esta historia son 36 cubanos, quienes desde el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Los dos caminos, en el municipio de Sucre, estado de Miranda, calman a una población que hoy lucha a brazo partido contra el nuevo coronavirus, como el resto del personal que cumple misión médica en la República Bolivariana de Venezuela.

Hombres y mujeres que sortean el sol y las altas temperaturas con sus sonrisas amplias, dados a dar todo lo que tienen, alternan sus rutinarios procederes dentro del mini hospital con la realización de las pesquisas, una actividad que ha sido vital para evitar que la COVID 19 se adueñe de esa región venezolana.

«La población ha recibido a los cooperantes cubanos con mucho amor, satisfacción y alegría porque necesitamos de su apoyo en esta lucha contra la COVID 19. Cada vez que salimos a las calles le damos duro y sin cansancio. Hoy muchas partes del mundo reciben el apoyo de personal de la salud de allá, gracias a la idea del Comandante en Jefe, Fidel Castro, quien los convocó a ser un verdadero ejército salvador», reconoce Wilfredo Márquez, hijo de la tierra del Libertador Simón Bolívar, director del área comunitaria Los dos caminos.

Sabe bien de lo que habla, pues los ve partir cada mañana y perderse en pequeños grupos por las serpentinadas arterias, porque ya se conocen como las propias palmas de sus manos hasta los más intrincados vericuetos de Sucre.

«La situación acá está bastante controlada, gracias a las medidas adoptadas por el Estado como el cierre de fronteras y la cuarentena. La población, además, ha respondido con mucha disciplina y eso ha sido fundamental», cuenta mediante WhatsApp, la joven estomatóloga granmense Taimí Fernández Garcés.

En esta, su primera misión internacionalista, el desafío ha sido doble. A sus saberes en el sillón para la asistencia bucal, se han incorporado los que exige el protocolo a seguir en este contexto de contingencia.

«De detectar un caso sospechoso con coronavirus lo primero es hacerle un test rápido, y de ser este positivo se hospitalizaría en nuestro centro y de inmediato se le realizaría el exudado nasofaríngeo para confirmar. De mantenerse el mismo resultado, se mantendrá aislado durante 14 días o más, en dependencia de la evolución del paciente. Si es negativo se le explicará qué debe hacer para prevenir la enfermedad y evitar el contagio», añade con locuacidad.

A lo interno

Aunque el CDI Los dos caminos, de Sucre no ha recibido, hasta este momento, a ningún paciente con la COVID 19, en sus pasillos y consultas se tienen listas todas las condiciones para evitar cualquier error en el proceder. Dichas medidas mantienen en vilo a su coordinador, el especialista Alexis Gutiérrez Pupo, médico tunero, quien supervisa constantemente la seguridad de su equipo.

«Nos han dado todos los equipos de protección para el personal que se encuentra en el día a día, recibiendo a los pacientes», confirma otro de los jóvenes de esa gran familia cubana, Dennis Manuel Hernández Vega, estomatólogo guantanamero. 

Y es que este equipo cubano, como el resto de los diseminados por las cordilleras y llanuras venezolanas, ha estrechado lazos más fuertes que los sanguíneos. Tanto así, que se dan cita cada noche para esperar los aplausos de sus familiares, vecinos y amigos, mediante la red social de Facebook. Gracias a esa magia virtual que borra miles de kilómetros de distancia, rompen el silencio de su entorno y los abrazan.

«En nombre de todos agradezco ese tiempo de aplausos que llega como una energía muy fuerte y que nos permite seguir. Al igual doy gracias a quienes se quedan en casa como un acto de amor y una forma esencial para contribuir a eliminar esa pandemia. En estos días es necesario volver siempre a una frase de nuestro Comandante en Jefe que llama a reflexionar sobre que las batallas no las ganan aquellos que creen que el combate es fácil, sino quienes saben que el combate es difícil», se suma al diálogo virtual la santiaguera licenciada en Farmacia, Diana Villariño Corría.

«En estos días tan intensos se extraña la familia, la patria, los seres más queridos, porque son nuestro sostén, quienes nos dan fuerza para seguir adelante. Pero, seguimos en esta lucha porque, como personal de la salud formado en Cuba, estamos capacitados para asistir a quienes más nos necesitan», devuelve en respuesta rápida la espirituana Lidia de la Paz Delgado, licenciada en Enfermería.

Con esas nostalgias a flor de piel, pero apaciguadas por el compromiso de cumplir con una misión que los hace invencibles, salvar vidas, trascurren los días para quienes pintan de color blanco a la comunidad del CDI Los dos caminos, donde se sienten el calor y la fuerza de esta Isla, que también allí escribe historias con un profundo sentido de humanismo.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.