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Los tiempos no están para dilapidar recursos ni sudor

Se requiere responsabilidad para incrementar la contratación agropecuaria, el uso óptimo de la tierra y la búsqueda de alternativas y soluciones a problemas, aseguró Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, a propósito de este 17 de mayo, Día del campesino cubano

 

Autor:

Marianela Martín González

En el campo, ahora mismo, se está decidiendo, en buena medida, la suerte de Cuba. Esa idea, que de tan repetida, no falta a quienes se les convirtiera en consigna, muestra su lapidario sentido cuando el mundo sufre por una pandemia y las predicciones económicas y del comercio mundial parecen alarmar tanto como el coronavirus, y de nuevo parece que nos volvemos, como nunca antes, a la tierra.

Por eso tiene tanto significado este diálogo, a propósito del aniversario 59 de la fundación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) con el presidente de esa organización, Rafael Santiesteban Pozo. Con la sobriedad que lo caracteriza, insiste en que la unidad entre los campesinos es y será una de las fortalezas para seguir existiendo como gremio comprometido con la Revolución, que fue la que dignificó el campo cubano.

El también miembro del Consejo de Estado asume que para cumplir con la misión de producir hay que apelar a la combinación del conocimiento ancestral y científico, al sentido de pertenencia, a la actuación oportuna y la organización de los procesos productivos; porque de lo contrario la tierra no ofrece de manera óptima sus frutos y se dilapidan los recursos y el sudor.

En cada asunto abordado se corrobora que apelar a las potencialidades del país y gestionar la soberanía alimentaria es un asunto de seguridad nacional. Pese a ello, el dirigente campesino reconoce que la demanda de alimentos de la población no está satisfecha, pero que en el campo se batalla, a pesar de las limitaciones con los recursos, para incrementar la oferta de alimentos sanos y nutritivos.

Según el Presidente de la ANAP, son tiempos en los que urge fortalecer la solidaridad y la responsabilidad para coadyuvar al incremento de la contratación en la producción agropecuaria, el uso óptimo de la tierra, el aumento de las siembras, y la búsqueda de alternativas y soluciones a problemas.

«Se tiene concebido por la dirección del país que de lo que genere el sector agropecuario y que pueda disminuir las importaciones y aumentar las exportaciones, sus utilidades podrán emplearse para mejorar las condiciones de vida de los productores y su familia e impactar en las condiciones que se necesitan para aumentar los volúmenes productivos.

«En la medida en que mejore la comercialización agropecuaria también el campo tendrá más satisfechos a los productores y atraerá a los jóvenes. Se está fortaleciendo Acopio para que las entidades estatales tengan capacidad de acopiar y comercializar. Se han fortalecido las estructuras y se han hecho algunas inversiones que respaldan la gestión de esta entidad.

«Se tiene la misión de recuperar todos los puntos de acopio en las zonas campesinas y se avanza en la consolidación de esta tarea. Se les debe dar un enfoque actualizado a estos lugares que garantice una relación eficiente entre las cooperativas y la entidad acopiadora para asegurar el pago a tiempo a los productores, los envases y que no exista ninguna traba para que las producciones lleguen con calidad a sus destinos».

—¿Cómo recuperar la tan necesaria producción porcina?

—En los últimos dos años se ha visto afectada la base alimentaria de los cerdos. Estamos promoviendo la crianza con alimentación propia para disminuir las importaciones. Debemos tributar carne de cerdo al autoabastecimiento municipal. En ese sentido, estamos fomentando la recuperación de los módulos pecuarios, promoviendo la crianza del cerdo criollo y el uso de alimentos tradicionales como el palmiche.

—Ante el envejecimiento poblacional existente, ¿qué se está haciendo para que los jóvenes apuesten por trabajar la tierra y no abandonen el campo los que viven allí?

—Desde que comenzó la entrega de tierra ha habido un incremento de la fuerza joven. Los hemos acogido en la organización con beneplácito, porque confiamos en su capacidad y responsabilidad. Tanto es así que culminamos recientemente el proceso de balance, renovación y/o ratificación de mandatos, en el que fueron electos 18 015 integrantes de la dirección de las organizaciones de base: de ellos 7 980 son mujeres y 4 315 son jóvenes.

«Tenemos como desafío que los productores, los propietarios y las cooperativas incorporen tecnologías al proceso productivo en la medida en que el país pueda adquirirla. Ya se han recibido algunas maquinarias, sistemas de riegos e, incluso, algunos sistemas automatizados en aras de humanizar el proceso agropecuario.

«Desde hace algún tiempo se trabaja en los programas de desarrollo de las cooperativas y eso tendrá un impacto en la infraestructura y de modo general en el mejoramiento del acceso a las comunidades, al modo de acceder a las tecnología, y en cómo seguir equiparando los insumos y los precios de los productos.

«Ya hay lugares con instalaciones constructivas que han sido modificadas en viviendas y establecimientos para almacenar. También se han identificado polos productivos que se han respaldado con sistemas de riego, plantas procesadoras de semillas y otras tecnologías.

«También en nuestros campos hay lugares donde se han abierto nuevas escuelas y se han mejorado las existentes, al igual que los consultorios. Eso se hace con la ayuda de nuestra organización, que tiene la responsabilidad de contribuir al desarrollo social de las comunidades donde están enclavadas las cooperativas.

«Estamos exigiendo que cada cooperativa tenga un programa de desarrollo diseñado y que este tribute al Plan de la economía del país y al de desarrollo de cada territorio. De ese modo, se le podrá incorporar paulatinamente tecnología, cuando las condiciones lo permitan».

Frenar el éxodo 

La Anap congrega a 393 167 asociados en 855 cooperativas de producción agropecuarias y 2 456 cooperativas de créditos y servicios. Creció un 3,9 por ciento de miembros en los últimos años, al incorporárseles fundamentalmente usufructuarios, familiares de cooperativistas y jubilados.

Santiesteban Pozo explica que ya actualizaron el convenio de trabajo del Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar. «Contamos con 587 cooperativas que son de Referencia Provincial, 378 de Referencia Nacional, 33 de Excelencia y nueve tienen la categoría de Doble Excelencia.

«También con la aplicación de la Metodología de campesino a campesino, el movimiento agroecológico ha fomentado las buenas prácticas en relación con el manejo sostenible de los recursos del campo, así como ha puesto en práctica estrategias para minimizar el impacto del cambio climático y las limitaciones de recursos e insumos.

«Tenemos 881 fincas agroecológicas y hay 27 000 en fase de transformación del paradigma productivo por el que apuesta por la agroecología. La metodología nuestra ha contribuido a extender la experiencia a otras regiones del mundo».

El sector cuenta con una fuerza técnica calificada de 68 157 graduados en diferentes especialidades, la cual facilita que el campo sea un escenario donde se aplica la ciencia y la técnica.

No obstante, el directivo aclara que todavía deben seguir trabajando, de conjunto con el Ministerio de la Agricultura, el Grupo Empresarial Azucarero y demás instituciones y organismos, para completar la demanda de fuerza técnica calificada y promover la capacitación, preparación y atención a los graduados.

Reconoce como fortalezas la alianza del campesinado con las instituciones científicas, así como poder contar con un Movimiento de Productores de Avanzada con 16 962 integrantes. En este se facilita y estimula a quienes más se destacan, al tiempo en que se extienden las experiencias y los resultados de estos en aras de incrementar la producción.

Uno de los cultivos que más ha crecido en sus producciones durante el último quinquenio es el café, según refiere el Presidente de la Anap. A más de un 70 por ciento equivale ese salto, gracias al diseño de un programa para la producción cafetalera que contempló actualizar el precio del grano que estaba muy deprimido.

«Con ese despegue, avalado también por la garantía de una serie de productos como fertilizantes y medios para brindarle las atenciones culturales al cultivo, así como con la recuperación de plantas procesadoras, la creación de mejores condiciones para el secado y traslado del café, también se ha frenado el éxodo de la montaña al llano», sostiene.

Asimismo, refiere que hace algo más de dos años se conformó un movimiento de 835 productores para incursionar en la siembra de café en el llano y que los resultados son promisorios, sin que esta práctica desvirtúe la atención de las plantaciones en la montaña y la premontaña.

Santiesteban subraya que este 17 de mayo, en medio de la COVID-19, la organización conmemora otros hechos históricos de mucho simbolismo, como el aniversario 74 del asesinato del campesino Niceto Pérez y el 61 de la firma de la Ley de Reforma Agraria, los cuales serán honrados desde el surco, los hogares campesinos, las organizaciones de bases, cooperativas y comunidades, venciendo obstáculos reforzados por el férreo bloqueo, y cumpliendo las medidas orientadas en este período.

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