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Padre palestino llora a su hijo muerto durante un bombardeo israelí contra el campamento de refugiados en la localidad de Shati. Autor: Reuters Publicado: 17/11/2025 | 01:30 pm
No tiene posibilidades de ser aprobado, pero es una toma de posición que pone en alto la conciencia humana y rechaza totalmente las atrocidades que el Israel sionista de Benjamin Netanyahu y su equipo de gobierno han cometido y continúan perpetrando contra el pueblo palestino en Gaza y también en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalen Este, con el total apoyo cómplice de Estados Unidos.
Mientras Israel prosigue asesinando palestinos, los condena al hambre, les constriñe a un pedazo de tierra cada vez más pequeño desplazándolos a la fuerza, destruye la poca infraestructura que aún ha quedado en pie, divide con una «línea amarilla» al enclave costero para apoderarse ya de la mitad de ese territorio palestino, un grupo de congresistas estadounidenses ha puesto la verdad en un proyecto de ley que reconoce como GENOCIDIO, la bestialidad que se ejecuta en Gaza.
Son 21 representantes demócratas encabezados por Rashida Tlaib —congresista por Michigan, del ala del progresismo del Partido Demócrata, nacida y criada en Detroit de padres palestinos inmigrantes y obreros de la industria automovilística—, quienes han llevado el documento acusatorio ante el hemiciclo del Capitolio estadounidense.
Con esa decisión, se unen al consenso mundial que rechaza y denuncia la actuación de criminales de guerra de las fuerzas israelíes. Si la Resolución de la Cámara de Representantes, que lleva por título Enmienda 876, fuera aprobada —algo que lamentablemente está bien lejos de la realidad—,«reconocería oficialmente que el Estado de Israel ha cometido el crimen de genocidio contra el pueblo palestino en Gaza» y le recuerda a sus colegas en los cuerpos legislativos de EE. UU. y al pueblo estadounidense que la política a oficial de su nación debiera ser «prevenir y castigar el crimen de genocidio, dondequiera que ocurra», según reclama sus obligaciones con la Convención sobre el Genocidio.
Antiwar.com, al dar a conocer el importante paso dado por ese pequeño grupo de legisladores, cita a Rashida, al presentar el viernes el proyecto de Resolución: «El genocidio perpetrado por el gobierno israelí en Gaza no ha terminado, y no terminará hasta que actuemos», haciendo referencia a que «Desde que se anunció el supuesto ‘alto el fuego’, las fuerzas israelíes no han dejado de asesinar palestinos» en los más de 25 meses que ya dura la inhumana y feroz agresión.
Sin embargo, el régimen de Donald Trump dio continuidad al apoyo dado por de su predecesor, Joseph Biden. El 7 de febrero de este 2025, respaldó a Israel con una venta masiva de armas, por aproximadamente 7 400 millones de dólares, obviando la notificación formal al Congreso, ni documentación, ni justificación alguna, lo que beneficiaba a las industrias bélicas Boeing Co. Y Lockheed Martin, las que suministrarían municiones, sistemas de guiado y espoletas, y misiles Hellfire, y tuvo la insolencia de afirmar que esperaba que Gaza fuera tomada por Estados Unidos, lo que ha puesto en práctica con el plan de «alto el fuego» que presentara en contubernio con su asociado Netanyahu.
En septiembre, Trump avanzó con otra venta de armas por 6 000 millones de dólares para 30 helicópteros AH-64 Apache, mientras buscaba la aprobación de un acuerdo por 1 900 millones para 3 250 vehículos de asalto de infantería, entre otras inversiones militares, a pesar de que ya la ONU había publicado un informe donde determinaba que «Israel está cometiendo un genocidio en Gaza».
Según informes, Estados Unidos ha destinado 21 700 millones de dólares en ayuda militar a Israel desde el 7 de octubre de 2023, cuando el sionismo respondió de manera desproporcionada al ataque de Hamás de aquel día.
Ahora, el 13 de noviembre, el sitio de noticias Axios publicó una noticia «exclusiva»: la Administración Trump está negociando un acuerdo de ayuda exterior que garantizaría financiación estadounidense durante 20 años a un nivel aún mayor del actual de los 3 300 millones de dólares anuales que la financian desde años.
Esto corrobora una vez más que Estados Unidos está implicado en el crimen de genocidio, y el Señor de la Casa Blanca, aspirante a desprestigiar aún más al Nobel de la Paz, es un burdo criminal que también debiera ser sometido a las sanciones de la Corte Internacional de Justicia y de la Corte Penal Internacional por su instigación y participación en genocidio, guerra, agresión y crímenes de lesa humanidad
Lo dijo Rashida Tlaib: «Mientras nuestro gobierno sigue dando carta blanca a los crímenes de guerra y la limpieza étnica, las sonrisas de los niños palestinos se apagan con bombas y balas fabricadas en EE. UU.».
