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Azotea verde en playa azul

La mayoría de los productos cosechados en el hotel Meliá Internacional de Varadero van para el comedor obrero, pero muestran las potencialidades de cualquier pedazo de tierra cultivada con amor

Autor:

Hugo García

VARADERO, Matanzas.— Una azotea verde se ha apoderado del Hotel Meliá Internacional de Varadero. Sobre el techo de los almacenes y del departamento de ama de llaves, florecen y dan frutos varias hortalizas, vegetales y viandas.

Desde los balcones de las habitaciones, los clientes pueden apreciar a estos «labriegos» en plena labor. Quizá les lleguen los olores de la tierra recién mojada o de las mismas plantas, cuyas flores contrastan con el verde de las hojas y el tono oscuro de la tierra.

Al mirar ese paisaje en contraste con el intenso azul de este balneario nos viene a la mente el Romance sonámbulo, de Federico García Lorca: Verde que te quiero verde. / Verde viento. Verdes ramas. / El barco sobre la mar / y el caballo en la montaña.

«Tratamos de humedecer la tierra solamente, no de enchumbarla», afirma José Luis Cabrera León, un «piscinero» reubicado desde hace tres meses en esta labor, a raíz del cese de los servicios turísticos durante la pandemia.

«El director trajo las semillas de rábano y las otras las conseguimos con amistades del campo, así como el cangre de yuca, el bejuco de boniato… Aprovechamos el horario de la mañana porque el sol es muy fuerte, pero laboramos en las tardes cuando es necesario», refiere Cabrera León.

En este tiempo ya cosecharon 90 kilogramos de habichuela y pronto cultivarán cebollino, espinaca, rábanos y yerba buena. En apenas media hectárea se apodera del ambiente la frescura de las plantas de albahaca, el maíz, la yuca, el melón, algo de quimbombó, boniato y sábila.

La mayoría de esos productos van para el comedor obrero, pero los clientes (por ahora nacionales) han consumido la albahaca en las pastas y la hierbabuena en cocteles, nos dice Amado Acosta Hernández, subdirector general del hotel, quien explica que aunque los volúmenes no son suficientes para abastecer al hotel, la presencia de ese huerto llamará la atención de turistas foráneos, encantados de disfrutar con la vista y el paladar de productos frescos y orgánicos.

Este espacio cuenta con un pequeño grupo de trabajadores que lo atiende diariamente, pero también participan muchas empleadas de otras áreas en la limpia de hierbas malas y otros menesteres, porque «el huerto ha tenido buena acogida entre los trabajadores», afirma Amado.

Al recorrer el hotel, Liván Izquierdo Alonso, presidente del Consejo de Defensa en la provincia, elogió el esfuerzo del colectivo y concluyó que a veces se subestiman estas pequeñas producciones, que aportan cotidianamente para brindar un servicio agradable al vacacionista y mejor atención a los trabajadores.

Hoy la producción agropecuaria es una prioridad para el país, por tanto nada puede considerarse poco: todo vale en aras de sumar voluntades y alimentos.

El colectivo de este hotel no se ha conformado con ese pedazo de azotea, sino que ha solicitado ocuparse de varios canteros de un organopónico en Cárdenas, el cual sería una fuente de empleo para el personal del hotel que hoy está disponible y una garantía de producciones de ciclo corto para disponer de vegetales en la instalación.

Este es un hotel que permite a sus huéspedes interactuar de forma amigable con el entorno, sin renunciar al confort de una temperatura agradable, bellos jardines y cercanía a su más valioso atractivo: la playa mundialmente famosa.

Esa condición la cumple el nuevo Meliá Internacional Varadero, certificado como Construcción Sostenible por la Consultora especializada Breeam International, que ponderó en su decisión el hermoso diseño con pasarelas para proteger las dunas, su iluminación con tecnología LED y el ahorro inteligente de energía en las habitaciones, además de la alta eficiencia de su sistema de clima, con enfriamiento por agua que puede ser reciclada para el riego de plantas en interiores y exteriores.

Este emblemático hotel, inaugurado el 14 de septiembre de 2019 por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuenta con 946 habitaciones, 18 puntos para comer, seis piscinas, varias salas para conferencias, gimnasio y peluquería, entre otras opciones.

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